Poltergeist, también conocida como Juegos Diabólicos. La cinta original es de 1982, dirigida por Tobe Hooper, y nos narra el cómo una familia llega a un hogar nuevo. Lo que no saben es que dicho hogar está maldito por un gran número de almas, donde vivirán el fenómeno paranormal denominado Poltergeist -consiste en el movimiento, desplazamiento y levitación de objetos junto con golpes, sonidos y otros fenómenos inexplicables-. Todo este fenómeno en la casa es causado por un sinfín de almas atrapadas, ya que el hogar fue construído sobre un cementerio, y lo que buscan es usar un alma pura para poder llegar a la luz. Por eso raptan a Madison, y la familia debe hacer y creer en lo imposible para poder recuperar a la pequeña.
El remake llega 33 años después. Gin Kenan, director de la nueva versión, aprovechó los avances tecnológicos actuales para intentar darle un aire de frescura. En el elenco encontramos a Sam Rockwell como Eric Bowen, Rosemarie DeWitt como Amy Owen, la pequeña Madison es interpretada por Kennedi Clements, Kendra, quien se ve espectacular, es interpretada Saxon Sharbino, y el asustadizo Griffin por Kyle Catlett.
Ademas tenemos a dos personajes más en la historia que modificaron mucho el contexto de las situaciones fundamentales de la cinta, al punto de quitarle el suspenso y casi convertirla en una historia muy bromista y coqueta. Me refiero a Jared Harris, quien interpreta a una especie de cazafantamas de TV conocido como Carrigan Burke y la Dr. Brooke Powell interpretada por Jane Adams. Estos dos personajes resultan conocerse de una manera intima, incomodan sus coqueteos. El director olvidó el suspenso y el terror básicos. No le encontró el chiste al asunto.
El director mostró una visión de la historia original demasiado retocada, exageró muchos elementos básicos causando que todo el suspenso, terror y credibilidad de las situaciones se vean muy mal. La nueva casa y el árbol funcionan, pero al interior apreciamos mucha luz en casa, por lo que ese toque de suspenso con la obscuridad se pierde mucho. Tanto retoque para hacer la cinta consumible para los jóvenes, denigran el trabajo y lo hacen nefasto, y hay elementos que no se explotaron bien, quedando en sus 5 minutos de fama. Además, nunca comprendí por qué en situaciones de seriedad de parte de la familia hagan bromas, echando a perder la escena.
Los efectos especiales son decentes, apreciamos un árbol que se intenta comer a un niño, un piso que se rompe y aparece una especie de plasma fantasmal llena de manos y ese mundo alterno que es la casa con todos los cuerpos en paredes; todo se ve espectacular y es demasiado tétrico. En esta ocasión no apreciamos tantos fantasmas como la cinta original, solo apreciamos cuerpos podridos de color negro y cuerpos saliendo de la tierra, en verdad faltó más variedad de muertos y diseños de personajes.
Actuaciones muy desacertadas, incompletas, sin seriedad y algunas sin esfuerzo. Todo lo anterior hace que la cinta se transforme en un pobre remake que no te llena como el trabajo en la cinta original. Falta una mayor visión de trabajo de terror y suspenso, además de aprovechar efectos especiales para crear más elementos que sí asustaran y no crear situaciones incomodas echadas a perder con comedia o de amor muy fuera de lugar. El resultado fue una cinta que se queda de manera mediocre en el camino, la original habla por sí sola.
