El día de hoy nos enteramos del lamentable fallecimiento del director Tobe Hooper, uno de los directores que marcó en la década de los setenta una pauta que marcaría la forma de ver el cine de terror en esa y la siguiente década.
Nació el 25 de enero de 1943 en Austin, Texas y comenzó su carrera siendo camarógrafo en documentales, incluso tuvo la oportunidad de contender por un Oscar a Mejor Cortometraje Documental pero su filme, The Heisters, no se completó a tiempo.
En 1974 llegaría la película que marcaría su carrera y el género slasher, Masacre en Texas, una cinta que relata el violento asesinato de un grupo de jóvenes a manos de una familia canibal de donde destaca el deforme pero temiblemente fuerte Leatherface quien no dudaba en correr con una enorme sierra eléctrica sobre sus hombros en el afán de atrapar a este grupo de adolescentes. Muchas leyendas urbanas se contarán sobre esta cinta, incluso de que los actores habían consumido drogas durante la filmación sin saberlo, pero el golpe estaba dado.
Pese a costar 300 mil dólares y que fue prohibida en muchas partes del mundo por su extrema violencia, la cinta logró 30 millones de dólares consolidándose como una de las cintas más rentables de todos los tiempos y le permitió a Hooper dirigir una secuela, con un toque cómico en 1987, que si bien no recaudó tanto como la cinta original (solo 8 millones) se convirtió en un éxito de culto en video.
En 1982, Hooper dirigió Poltergeist, conocida en México como Juegos Diabólicos, la cual cuenta las desventuras de una familia dentro de una casa embrujada, una cinta que marcó tendencia al decir que hubo una maldición que afectó a los actores de la película quienes murieron en los siguientes años, incluida la niña Heather O´Rourke que murió después de hacer la secuela y de Dominique Dunne, quien interpretaba a su hermana mayor y que fue violentamente asesinada a finales de 1982.
Otras obras en su carrera: Eaten Alive (1977), La Hora del Vampiro (1979), Fuerza Vital (1985) e Invasores de Marte (1986).
Descanse en paz.