En algún punto de la vida, hemos llegado a hacer un recuento sobre cuáles han sido nuestros mejores días, remontándonos por lo general a lo vivido durante la infancia o etapas de la adolescencia.  Muy probablemente, estos recuerdos estén inundados de nostalgia, alegría, de personas singulares y de lugares que, seguramente, quisiéramos volver a visitar.

Arnaud Desplechin escribe y dirige la cinta Mis Mejores Días (Trois souvenirs de ma jeunesse, en su título original), un drama de origen francés, que nos describe a Paul Dédalus, un antropólogo, cuya edad girar alrededor de los 40 años, radicado en Tayikistán y que un día decide regresar a su país natal, Francia.

El director de Mis Mejores Días, Arnaud Desplechin, durante el rodaje.
El director de Mis Mejores Días, Arnaud Desplechin, durante el rodaje.

Este director, ya nos había presentado anteriormente otro capítulo en la vida del personaje de Dédalus, dentro del largometraje de 1996 titulado My Sex Life… or How I Got Into an Argument (Comment je me suis disputé… ma vie sexuelle).  

Sin embargo, en esta nueva cinta conocemos otros aspectos de la vida de Paul: su infancia, su experiencia en la Unión Soviética y sus días junto a Esther, el amor de su vida.

Paul tuvo una infancia un tanto complicada, en la película nos describen a una madre con trastornos mentales que terminaba por acorralar y asustar, tanto a Paul como a sus hermanos. Siendo Paul el defensor ante cualquier amenaza desencadenada por la locura de su madre.  Estos momentos de angustia y desesperación, hacen gran contraste con aquellos días donde todo era risa y diversión para Paul.  Días en su infancia que nos hacen recordar también a los juegos tan simples que hacíamos de niños y donde con cualquier cosa, nos podíamos entretener enormemente.

El modo en que, como espectadores, nos llevan de un recuerdo a otro es claramente definido con viñetas y nos permite distinguir los diversos momentos en la vida de Paul.

El segundo capítulo nos traslada a sus días como adolescente y es aquí donde conocemos el paso de Paul y su amigo Marc por la Unión Soviética. Y como durante un viaje escolar, tienen que escapar y casi pasar por espías.

Hasta este punto, la historia nos había presentado los recuerdos de Paul de una manera gradual, es decir cosas de la infancia muy puntales a destacar y una mayor descripción de sus días como adolescente. Pero es hasta el tercer capítulo donde los escritores hacen gran énfasis en Esther y la historia de amor que surge.

El personaje de Esther, una joven arrogante, nos hace en ciertos puntos llegarla a odiar y en otros llegar a sentir compasión por ella; personaje bien logrado por la actriz Lou Roy-Lecollinet.

La actriz Lou Roy-Lecollinet, interpreta al personaje de Esther.
La actriz Lou Roy-Lecollinet, interpreta al personaje de Esther.

La película es aún más descriptiva en este tercer capítulo, ya que nos cuenta los días de noviazgo entre los protagonistas y cómo tienen sus altas y bajas… muy bajas, por cierto, por las infidelidades de Esther.

La adolescencia del personaje principal gira alrededor de 1989 y nos muestra elementos característicos de esa época, ciertos rasgos de la vestimenta de los personajes hasta el épico momento de la caída del muro de Berlín.

Mis Mejores Días
Mis Mejores Días.

Y aquí me interesa hacer una pausa, ya que considero que la historia hubiese estado más enriquecida si los detalles en el vestuario hicieran más alusión o tuvieran más características de la época en la que se narra el recuerdo.

Los personajes están bien balanceados, cada uno tiene su aportación importante dentro de la historia personal de Paul.   El casting fue una muy buena selección, vemos rasgos similares entre los actores de niños y de jóvenes, sin embargo, llamó mi atención que el actor que caracteriza a Paul de adulto (interpretado por el actor Mathieu Amalric) y de joven (Quentin Dolmaire) no tienen tanta similitud física entre sí.

Mathieu Amalric es quien interpreta el personaje principal.
Mathieu Amalric es quien interpreta el personaje principal.

La música estuvo a cargo de Georges Delerue, y quien tiene un gran acierto al final de la película, ya que el tema con el que cierran los créditos tiene como título “1989 (Just Like Old Times)” a cargo de la cantante americana de hip hop, Roxanne Shanté. Recordemos que gran parte de la historia de este film recae en los días de Paul durante 1989.

La película es bastante aceptable, posee un guión con diálogos sencillos que se basa en algo común: la nostalgia por los recuerdos. Este drama francés es parte del Festival de Cine y se encontrará disponible en la Sala de Arte de la cadena de cines, Cinépolis; a partir del 2 de Septiembre.

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