Jonás Cuarón ha estado comenzando a escalar, en los últimos años, la difícil montaña que es el trabajar en cine, un joven que ha trabajado en crear guiones y dirigirlos cuando tiene la oportunidad, su trabajo más destacado fue precisamente a la sombra de su padre Alfonso en la exitosa Gravedad, donde colaboró en la creación del guión de la cinta que ganaría el Óscar a Mejor Director para su padre.
No obstante la cinta no destacó por su guión, sino por el trabajo de dirección de su padre, la mejor actuación de Sandra Bullock en su carrera y el impresionante trabajo fotográfico de Emmanuel Lubeski, la historia era demasiado sencilla, con ciertos toques de envolvimiento en dos personajes y me parece que lo mejor de Jonás en ese filme fue el cortometraje que él mismo dirigió, Aningaaq, el cual cuenta la conversación del inuit y la astronauta de Gravedad desde el punto de vista del esquimal.
Su última producción es Desierto, cinta en la cual vemos las actuaciones de Gael Garcia Bernal (Mozart en la Jungla), Jeffrey Dean Morgan (quien es el nuevo villano de la serie The Walking Dead) y Alondra Hidalgo (conocida por prestarle su voz a Jeannette McCurdy en la comedia iCarly y a Hinata en el anime Naruto).
La cinta nos cuenta las desventuras de un grupo de migrantes que intentan cruzar el desierto que hay en la frontera entre nuestro país y los Estados Unidos, donde, además del riesgo de morir de sed, un ranchero con aires de vigilante (Morgan) y su perro deciden darle caza a los migrantes, desatándose una intensa persecución.
Si hay un problema con Jonás Cuarón y es su guión, que es demasiado sencillo y, para el mercado al que quiere dirigir el filme, un tanto sensacionalista y poco humano. Esta claro que es una cinta que no ayudará mucho a las relaciones que hay entre nuestro país y Estados Unidos y polariza aún mas las cosas al entregarnos personajes estereotipados que no tienen un trasfondo real para entender las motivaciones de cada personaje para continuar con su plan de acción.
Es un problema serio, pues más que tratar de buscar justificantes de un lado y otro, Cuarón se limita a mostrarnos el lado inhumano del cazador de migrantes y cómo unos migrantes, al puro estilo de Speedy González, salen a sacarle la vuelta. Digo, tampoco esperen que el asesino y las víctimas se abracen y coincidan que la situación política apesta y que debe haber diálogo pero, si ya de por si nos odian los partidarios de Trump…
Sí, pese a que Neg… perdón Dean Morgan si muestra que tiene algo de sentimiento casi al final de la cinta, no vemos realmente una motivación para realizar una masacre en el desierto, una que otra línea de diálogo que intentan dar cierta humanidad que no justifica sus acciones. Y si el villano no parece tener un corazón, mucho menos los migrantes. Aunque plantan algunas justificaciones válidas al personaje de Gael García, no es para nada una buena actuación del Charolastra, quien aparece como un personaje que poco expresa incluso en los peores momentos. Esta claro que los thrillers no le están quedando al actor tapatío quien de pronto parece terminar fusilando algunas cosas al personaje de El Renacido al final.
Realmente la trama se maneja entre estos dos actores, donde aún tenemos dos personajes más que intentan dar apoyo a la trama, el letal perro del villano, que tiene sus buenos momentos en la trama -aunque, pobre chucho, ni siquiera lo mencionan en los créditos- y Alondra Hidalgo, quien sabe mantenerse en su personaje de apoyo que no le es tan exigida en la trama en lo artístico, pero si bastante en lo físico.
Si hay algo que funciona bien son las escenas de acción, sobretodo las persecuciones a pie en el desierto que supieron manejarse muy bien. Estoy seguro que los actores mínimo perdieron unos tres kilos en el intento, aunque una escena casi al final si la puedo calificar como uno de los «golpes más imposibles del año», uno que hasta PETA va a odiar y sólo te quedarás sorprendido de lo increíble de esa escena.
Otro punto a favor es el trabajo fotográfico de Damián García (El Infierno), que sabe trabajar muy bien las tomas largas y los paisajes del indomable desierto, aunque con algunos trabajos en las tomas móviles, pero bastante bueno en general. La banda sonora, minimalista, pero bastante funcional en las escenas clave de la película, sabe soportar bien el suspenso en algunos momentos.
Una cinta predecible, podemos decir, con tintes de cierto odio hacia cierto grupo de estadounidenses y poca exploración en sus personajes, me atrevo a decir que Jonás Cuarón deberá trabajar más en sus guiones antes de intentar dirigir otra cinta, que a mi gusto puede ser ignorada sin arrepentimiento.
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