Pete’s Dragon, o como la conocemos en español Mi Amigo el Dragón, es una readaptación de una película de Disney de 1977 del mismo nombre. Hay un pequeño puñado de películas de Disney que no alcanzaron la gloria de popularidad de la era contemporánea de esta casa productora, pero que forman parte de los clásicos de los niños de hace ya varias décadas y que son un logro en tecnología de animación de su época. Maravillosas comedias musicales que combinaban la actuación de actores reales con la magia de personajes animados: Mary Poppins, Travesuras de una Bruja, Mi Amigo el Dragón.
En esta era del cine, que pareciera estar marcada bajo el nombre de remake, y de la cual Disney no ha sido excepción, con el pequeño twist de live-action remake llega esta producción. Realmente no podemos decir que Mi Amigo el Dragon es una readaptación con personajes reales puesto que desde 1977 ya lo era, pero si podemos agradecer que Disney no olvide esos clásicos no tan populares, pero si queridos por el público. Esta nueva versión incluye varios cambios drásticos de la original, en parte quizá para ser más políticamente correcta y no hablar de explotación infantil, para tratar de explicar un poco más los orígenes de sus personajes y darle un toque más realista y menos caricaturizado (aunque se extraña un poco las loqueras de los habitantes de Passamaquoddy).
Durante años el Sr. Meacham (Robert Redford), un viejo tallador de madera, ha fascinado a los niños de la región con sus cuentos acerca de un feroz dragón que reside en lo más profundo de los bosques del Noroeste del Pacífico. Para su hija Grace (Bryce Dallas Howard), que trabaja como guarda-bosques forestal, estas historias no son más que cuentos para niños, hasta que conoce a Peter (Oakes Fegley), un misterioso niño de 10 años que no tiene familia ni hogar, y que asegura que vive en el bosque con un gigante dragón verde llamado Eliott, el cual, por las descripciones de Pete, parece ser notablemente similar al dragón de las historias del Sr. Meacham.
Con la ayuda de Natalie (Oona Laurence), una niña de 11 años cuyo padre, Jack (Wes Bentley), es dueño de la serrería local, Grace partirá en busca de respuestas que averigüen de dónde viene Peter, cuál es su verdadero hogar y la verdad acerca de ese dragón.
Sin olvidar, que, por su puesto, en dicha búsqueda todo el pueblo se ve involucrado. Un huérfano desorientado corriendo por las calles, rumores de dragones, persecuciones del Sheriff Gene Dentler (Isiah Whitlock Jr.) y sus patrullas, y sin faltar, un grupo de atrevidos busca-pleitos tratando de casar al dragón, liderados por Gavin (Karl Urban), hacen que esta aventura se complique un poco para nuestros personajes.
Está dirigido por David Lowery y escrito por Toby Halbrooks y Lowery. Al igual que la versión de 1977, se basa en una historia co-escrita (aunque nunca publicada) por S. S. Field y Seton I. Miller. Esta nueva versión de Mi Amigo el Dragón, deja a un lado el estilo musical y caricaturesco, para hablarnos de la magia más allá de nuestros ojos y de cómo los lazos familiares no son estrictos de los consanguíneos. Es un filme que reaviva el tipo de folclor que crea leyendas.
La película inicia un poco lenta, pero establece de buena manera las relaciones y estados de cada personaje, que es imposible no irles tomando cariño. La actuación del pequeño novato Oakes Fegley es extraordinaria. Y aunque Eliott ya no es este gracioso dibujo animado y pierde sus distintivos sonidos para hablar, es un trabajo sumamente bien logrado de diseño de personaje y animación digital.
Nuevamente, la magia Disney, lo ha logrado, Mi Amigo el Dragón se vuelve de esas películas que puedes llegar a amar y que solo el paso del tiempo nos dirá si estas nuevas versiones alcanzan la inmortalidad de los primeros clásicos animados.
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