Corría el año 2007, cuando la tercer película de Spider-Man dirigida por Sam Raimi por fin daba el salto para presentar a uno de los villanos más icónicos del trepamuros: Venom. La actuación por parte de Topher Grace, que como Eddie Brock sobresalía más que su parte simbiótica, la insistencia del productor Avi Arad por meter a un personaje cuyo director no apreciaba lo suficiente para lanzarlo a la pantalla grande, además de un guion bastante flojo, hicieron que el simbionte fuera pasada por alto, y su participación, bastante breve. Con la introducción del nuevo Spider-Man de Andrew Garfield, había un plan para hacer un spin-off del antihéroe que perteneciera al mismo universo, pero tras los planes y tratos de Sony con Marvel Studios para incluir al cabeza de red, todo lo relacionado con esa serie de películas se vio cancelado. Fue hasta 2016 que el producto por fin pudo consolidar su resurgimiento definitivo, traído por Columbia Pictures en colaboración con Marvel Comics. Y aunque la cinta no es la mejor en su género, Venom logra hacer justicia al personaje que conocemos; le hacen falta demasiados sesos, pero es tan pegajosa como el simbionte puede ser.

«Vamos a comernos tus brazos y tus piernas»

Eddie Brock (Tom Hardy) es un periodista que se dedica a sacar la verdad más grande de todo caso que se atraviesa en su camino, con la intención de que todos se encuentren informados y hacer lo correcto. Cuando a sus manos llega información de que la compañía LifeFoundation dirigida por Carlton Drake (Riz Ahmed) se encuentra haciendo experimentos con personas. Eddie se dedica a investigar arriesgando todo lo que tiene en sus manos. Su búsqueda lo llevaría a combinarse con un simbionte llamado Venom, un ser agresivo y con ansias de alimentarse de órganos humanos y criaturas vivas que tiene como único propósito sobrevivir. Tras ser descubierta su unión, comenzará una persecución que los llevará a lidiar con la fundación que, en secreto, trajo a otros simbiontes a la tierra y que podría producir la extinción de la humanidad.

Desde un principio, todo apuntaba a que la película tendría como inspiración el arco argumental de los comics Lethal Protector, donde Venom tomaría la decisión de vivir en San Francisco para hacer justicia por su propia cuenta, ya que el mismo se consideraba un héroe a diferencia de lo que la prensa o el mismo Spidey consideraban. Eso se ve reflejado en esta cinta, sobre todo por la personalidad que plasma Tom Hardy con un personaje tan conflictivo como Eddie Brock, quien puede encontrarse en la cima del mundo y al final terminar en lo más bajo y sin nada a su alrededor. A diferencia de sus otros papeles en donde su presencia refleja poca interacción o se mantiene reservado ante las situaciones que lo rodean, aquí vemos cómo la combinación con el simbionte produzca cambios en su actitud, pasando de ser alguien autodestructivo tras su declive, hasta alguien que se atreve a burlarse de sus múltiples encuentros cercanos a la muerte, sorprendiéndose por lo que es capaz de hacer con sus habilidades sobrehumanas. Sin embargo, hay un punto en el que la actuación de Hardy combina elementos de humor debido a su relación con el simbionte, alejando un poco la intención de hacer a alguien peligroso como la criatura que puede llegar a ser, a encontrarse con situaciones que pueden restarle por momentos seriedad a la película, aunque más adelante abordaremos el tema característico de las cintas relacionadas a Marvel.

 

La relación que tiene Eddie con otros personajes como Annie Weying es parte de la consolidación de su personalidad. De un momento a otro Michelle Williams se convierte en lo más importante para Eddie, aunque no se convierte en la típica dama en peligro, apoyando incluso en algunas ocasiones al protagonista, algo que resultaría un poco extraño ya que más de una persona huiría al saber que su pareja puede convertirse en una criatura capaz de desmembrar a una persona para alimentarse. El villano, Carlton Drake, es alguien que hemos visto que posee el mismo conflicto de alguien que tiene una visión del mundo bastante destructiva. El cree tener la respuesta utilizando un poder que no puede llegar a comprender pero que al final tendría una relación más estrecha con otro simbionte, similar al perfil de Brock con Venom, obteniendo el requisito necesario para llevar a cabo sus planes. A pesar de que no entra en la categoría de villanos olvidables que generalmente el Universo Cinematográfico de Marvel llega a entregar, no es un personaje que vaya a pasar a la posteridad como el villano de todos los villanos con un plan destacable.

Otro detalle que debe recalcarse es el uso del simbionte. Se puede aclarar algo que la misma cinta no llega a abordar, y es la relación que tiene con respecto al mismo huésped. En realidad queda bastante confusa la forma en la que funciona, ya que en ocasiones te dicen que pueden curar enfermedades como el cáncer (cosa que ha hecho en la línea de comics Ultimate) pero al mismo tiempo puede matar al huésped si no es compatible. Pese a eso, al final no queda muy claro si Venom puede llegar a matar a Eddie, aunque tiente a su huésped de hacerlo. Sabe muy bien que no podría ya que él es el único con quien verdaderamente se encuentra en balance, salvo su unión con Spider-Man que en realidad no llega a ser tan necesaria en esta cinta para que pueda explicarse bien la función de la entidad extraterrestre, al igual que su aceptación por el mismo Eddie quien de repente le cambia el panorama y su propia visión del mundo que le rodea, haciendo hasta un comentario que le resulta “Pacífico todo lo que puede ver”. No es necesariamente malo, aunque, como habíamos mencionado anteriormente, es interesante que se vea reprimido por la actitud que tiene Brock sobre su comportamiento moral frente a situaciones de alto riesgo.

El humor que ha caracterizado a las películas de Marvel, formen parte de su propio estudio o no, es algo que genera controversia por parte de la audiencia, siendo aceptable por algunas personas pero tachable para una buena parte de la audiencia. El director, Ruben Fleischer, tiene en su haber varias cintas de comedia y humor negro como Zombieland y 30 Minutes or Less. El director logra proyectar una actitud bastante ácida en el simbionte en la que hará que Eddie deba afrontar varios de sus problemas violentos (como en la escena que muchas veces ha sido exhibida en los avances promocionales cuando lucha contra los trabajadores de Drake), así como sus problemas emocionales con su esposa e incluso el recordarle al mismo Brock que es un fracasado. Sin caer en chistes demasiado forzados, podremos encontrar la dosis perfecta de humor en la que el famoso MCU podría aprender una o dos cosas antes de querer hacer una película con demasiado humor.

 

Aunque también se puede llegar a considerar que esta cinta por momentos olvida su propia intención de ser un anti-héore. Con el eslogan “El mundo tiene demasiados héroes”, se intenta dar el mensaje de que Venom puede llegar a hacer lo que sea necesario para poder cumplir sus objetivos. Sin embargo, se termina convirtiendo en alguien que podría llegar a justificar sus propios medios brutales, regresando al mensaje moral que tiene Eddie como una persona que no puede lastimar a personas inocentes. A mi mente viene una escena similar en la cinta The Dark Knight, cuando Batman no tiene reparo en detener tanto a los criminales como a los policías que fingen ser el siguiendo su ejemplo. Esto lo vemos por ejemplo, en la escena promocional al enfrentarse a una fuerza SWAT arremetiendo contra cada uno de los integrantes, pues al final sólo se encargaría de alimentarse de los malos. Pueden quedarse tranquilos al saber que si habrá momentos en donde algunas cabezas rodarán por las fauces del simbionte, pero no esperen ver toneladas de sangre similares a Deadpool, algo que presuntamente si se había planeado al hacerla una película con una clasificación dirigida para adultos. Pero su propósito de unir al personaje de la misma manera que se hizo con Spider-Man, podría haber afectado bastante en la perspectiva violenta del simbionte favorito de todos, sin ser totalmente un producto accesible para toda la familia pero que tendrá lo necesario para que un niño pueda disfrutarla en compañía de un adulto.

La fotografía representa de manera correcta la evolución de Eddie antes, durante y después de su enlace con Venom. Al principio de la película vemos que todo tiene una paleta de colores bastante clara, pues las oportunidades y dinamismo de Eddie resalta a su alrededor. Conforme avanzamos, su personalidad oscura resuena con el resto de su entorno, entregando imágenes menos iluminadas, y pasando la mayor parte del tiempo en escenarios de noche. Es necesario hacer la mención a las escenas de acción, ya que esta película arriesga por mostrarnos las escenas de combate sin que se prive al espectador de lo que se ve. Estas escenas, regresando al enfrentamiento entre Venom y la fuerza SWAT por ejemplo, muestra claramente los movimientos agresivos, así como las múltiples maneras de escabullirse de una manera convincente y volviendo a aparecer en cuadro, no solo una mancha borrosa que de repente invade la pantalla y desorienta al no entender porque no puede verse de manera más clara. Hay algunas escenas que no fueron correctamente optimizadas en post-producción, como la llegada de los simbiontes a la tierra que tiene varios efectos bastante sencillos y poco trabajados. Esto no sucede con el anti-héroe, que llega a lucir en todo su esplendor cuando toma el control de la situación. También el movimiento de algunos simbiontes no se verá totalmente trabajado, incluso reusando la animación de una escena para otra completamente diferente.

 

La música, compuesta por Ludwig Göransson, aunque se encuentra bien colocada en escenas de persecución o de descubrimiento, no entrega algo que sea verdaderamente memorable ni que podamos identificar para el personaje. Curiosamente, el tema interpretado por Eminem si se convierte en la mejor manera de relacionar musicalmente a Venom (y que lleva el mismo nombre). Sin embargo, y como una opinión más particular, el personaje requería un tema más pesado o característico que evocara a su lado más salvaje, pero con versos como LettheDevil in desean proyectar la aceptación de Eddie por el simbionte que se vuelve en uno de los conflictos principales de toda la cinta.

Para concluir, las referencias a los personajes y sucesos del mismo universo no se harán esperar. No es necesario conocer de Eddie Brock y de Venom para poder disfrutar la película, que logra completar y establecerse bastante bien sin la necesidad de personajes o sucesos de terceros. Sin embargo, si se hacen menciones indirectas a los eventos que marcan al reportero en las páginas de los comics, y que lo llevaría en un momento de su vida a la ruina: La investigación del Devorador de Pecados. Estos y otros detalles como nombres y sucesos resonarán en los más conocedores del tema, y podrá relacionar todo esto, obteniendo respuestas suficientes que no se abordan en la cinta o no desean profundizar. También es importante mencionar la relevancia de ambas escenas post créditos: Una de ellas tomará por sorpresa a quienes asistan a las salas de cine.

 

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