En los últimos años hemos observado a un binomio que ha funcionado muy bien en los cines, el director Paul Feig y la actriz Melissa McCarthy. Básicamente la combinación de la dirección, un guión que sepa explotar las cualidades histriónicas de McCarthy y un buen elenco, han sabido concretar grandes éxitos taquilleros como Damas en Guerra y Armadas y Peligrosas.

Ambas cintas tienen algo en común, las chicas no son necesariamente el sexo débil, por el contrario, ¡ay de aquellos (o aquellas) que les hagan algún mal, porque les irá peor! Esto y la comedia física y llena de vulgaridades que usa McCarthy han consolidado a las dos cintas como buenos trancazos de taquilla.

Spy: Una Espía Despistada, no se aleja para nada de esa fórmula, Melissa McCarthy interpreta a Susan Cooper, una bonachona agente de la CIA que es el principal soporte de otro agente llamado Bradley Fine (Jude Law) de quien también esta enamorada. Cuando Fine muere en una misión, Cooper decide participar en el caso. Probablemente sea una agente que pudiera tener la calificación, pero, ¿podrá ser capaz de salvar al mundo de una amenaza nuclear pese a su regordete cuerpo y su inexperiencia en el campo de batalla?

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¡Dime otra vez gorda!.. ¡Atrévete a hacerlo!

La cinta, que también tiene a Jason Statham, Rose Byrne, Miranda Hart y hasta un cameo de 50 Cent, puede causar una sorpresa. Uno, al ver a la protagonista, puede temer que vea algo similar a lo que hizo Kevin James y su Héroe de Centro Comercial, pero no es así. McCarthy, a diferencia de James, toma el protagonismo que tiene en la cinta y nos da las dosis adecuadas de comedia física y groserías que la actriz sabe utilizar. Incluso, bajo la dirección de Feig, McCarthy ha logrado que sus personajes sean divertidos y entretengan, no las aberraciones que otros directores intentaron en cintas como Robo de Identidad o Tammy.

En el caso de Susan, McCarthy sabe moldear a su personaje y nos regala buenos chistes cuando se trata de manejar gags físicos o relacionados con la forma en que la equipan para diferentes misiones, y tiene una química bastante notoria con las otras dos chicas principales de la cinta. Con Rose Byrne vemos un divertido duelo de insultos que hace las escenas de héroe-villano más divertidas que he visto en años y con Miranda Hart, también logra escenas divertidas (aunque en ratos exagera Hart, sus expresiones faciales le salvan sus escenas).

De hecho, la decepción que podría dar la cinta es que realmente los personajes de Jude Law y Jason Statham no son tan resaltantes. Law hace una parodia convincente de James Bond, con los giros adecuados que le pide la trama, mientras Statham, un patético espía fanfarrón y machista, demuestra que puede causar algunas risas en un papel que sería insípido si no fuera por una escena donde parodia algo similar a los «Chuck Norris Facts» que me generó algunas risas. Si van a la cinta para ver en acción a ambos actores, se llevarán una fuerte decepción.

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Las escenas entre McCarthy y Byrne son de lo mejor en el filme, dando el mejor conflicto héroe-villano mas divertido que he visto.

La historia en general es entretenida al conseguir hacer una parodia convincente de las cintas de espías, especialmente de James Bond, al tomar los gags más comunes de las cintas del agente británico (excepto las chicas, por supuesto) y combinándolos con la comedia física de McCarthy y esas dosis de femineidad que las cintas de Feig han sabido usar de manera provechosa en sus historias. No llega al nivel de violencia o censura que tuvo Kingsman, pero sabe sostener bien el uso de la violencia cuando es necesaria o darle un tono gracioso en algunas escenas.

La cinta ha consolidado, junto con Kingsman, un gran año para las comedias de espías, al grado de pensar que si cintas como Misión Imposible, Puente de Espías y 007: E.S.P.E.C.T.R.O. cumplen su cometido, tendremos uno de los mejores años en cintas de espías.

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Aunque los actores varones no destacan tanto, Statham destaca al hacer una parodia del espía británico.

Aunque no tiene escenas fuertes, no es una cinta familiar. La cinta tiene una buena dosis de groserías y algunos chistes de excusado, e incluso un par de tomas que si pueden ser agresivas a los ojos, justificando bien su calificación B-15.

Si quieren ver una buena comedia, Spy logra su cometido con buenas dosis de acción y una cinta que no pierde el ritmo, hasta me atrevo a decir que la franquicia de los Cazafantasmas está en buenas manos. Espero no arrepentirme de escribir esto.

Calificación: 7.5