En 1991, Kathryn Bigelow, que estaba divorciándose en ese entonces del célebre director James Cameron, rodó su cuarta producción, la cual se llamó Point Break y que traducimos como Punto de Quiebra en nuestro país. En esa película vimos como un policía interpretado por Keanu Reeves se infiltraba a una pandilla de deportistas extremos para investigar a una banda de asaltantes de bancos que usaban máscaras de presidentes de los Estados Unidos. La cinta fue bastante exitosa en su momento, al combinar acción, los deportes extremos de moda de la época -sobre todo el surf-, y por tener a uno de los villanos que más nos han caído bien, uno que casi te incitaba a seguir sus «pruebas de valor» e intentar unirte a ellos, no solo para desafiar enormes olas sino hasta para cometer más delitos, tanto que hasta el final de la película nos quedamos al borde del asiento por ver los destinos de Johnny Utah y Bodhi.

puntoquiebrejpg.520.360
«- …dicen que mi actuación dejó triste a Keanu… – ni me digas… a mi el fantasma de Patrick me ataca por las noches…»

Este año tenemos este un remake de dicha cinta, cuyo primer detalle interesante fue que la traducción del título se movió a una sola letra llamándose ahora Punto de Quiebre. La cinta es dirigida por Ericson Core y cuenta con las actuaciones de Édgar Ramírez (Zero Dark Thirty), Luke Bracey (G.I. Joe: Retaliation), Teresa Palmer (Soy Número Cuatro) y Ray Winstone (Noé), entre otros actores.

Johnny Utah es un aspirante al FBI que ama los deportes extremos, con un evento pasado que carga en su conciencia, pero pronto sus habilidades serán usadas por el FBI para investigar a un extraño grupo de criminales que hacen misteriosos robos utilizando habilidades extremas. Se dice que, más que colectar el dinero para sus necesidades, ellos hacen pruebas de valor llamadas Ozaki. Es entonces cuando Utah deberá investigar dónde está ese grupo, conociendo en el camino al misterioso pero carismático Bodhi, un deportista extremo que le enseñará a surfear y, posiblemente, le pueda ayudar a descubrir a esa banda de maleantes.

Una cosa es cierta, si vieron la cinta de 1991, es probable que esta nueva no les va a atraer en lo absoluto pues es la misma historia, solo que con varios cambios. Por ejemplo, la filosofía que siguen los deportistas extremos hace que cambie mucho la intención de la banda, buscando ahora completar un camino de iluminación más que intentar pequeños robos como en la primera cinta, esto con el afán de darnos escenas impresionantes de acción, usando todos los deportes extremos que conocemos para ofrecernos una muestra de lo que los dobles y los efectos visuales pueden hacer, en un guión no da nada nuevo.

break
¡Oh, por Dios!

Y si de algo carece este filme es de las actuaciones, es cierto que Keanu Reeves y Patrick Swayze no iban a ganar algún premio, pero podemos afirmar que consolidaron sus carreras con este filme. Reeves se apartó del chico cómico de Bill y Ted para hacer acción y Swayze consolidó su imagen de chico rudo. En la cinta de este año tenemos a un Edgar Ramírez que no logra llegar ni a la mitad del carisma que logra Patrick Swayze y a un Luke Bracey que se queda corto interpretando a Johnny Utah. El director no fue capaz de generar el carisma suficiente en ambos personajes y a la hora de las comparaciones vemos que esta cinta es un completo desastre.

Es cierto, los mejores detalles de la película fueron precisamente las escenas extremas, el impresionante robo del dinero en el avión que pueden contemplar en el tráiler y la fotografía que nos permite gozar de los diferentes y vistosos escenarios donde se llevan a cabo las pruebas Ozaki, además de una banda sonora que sabe adornar bien estos momentos.

Me parece que el mayor acierto que tuvieron con esta cinta fue estrenarla en estos días, en un periodo donde hay muy pocas opciones para ver en el cine, salvo por las películas nominadas al Óscar, aunque si queda mejor como un plato de segunda mesa para los asistentes al cine o para verla casualmente en la televisión en un futuro. Solo espero que el encargado de la programación no cometa el error de poner la cinta de 1991 antes que esta, pues solo bajará aún más el interés por verla.

[marstheme_review post_id=»112528″]