“¿Qué le paso a su hermano? Ella se lo comió.” Seguramente a todos los amantes de Parque Jurásico la idea de un dinosaurio genéticamente alterado no fue del todo agradable, la capitalista idea de que el ser humano puede controlar a la naturaleza puede asquear a los amantes de lo orgánico, y para los fanáticos de los súper héroes puede ser un insulto ver a Chris Pratt como un “encantador de dinosaurios”, pero, sin importar todo lo escrito anteriormente, Jurassic World abarrota las salas de cine y demuestra una vez más que la nostalgia vende.
Para empezar, tenemos a Trevorrow (el director un tanto desconocido de esta cinta) es un fanboy de todas las cosas habidas y por haber relacionadas con Jurassic Park, y a Steven Spielberg, quien dirigió las dos primeras películas de la trilogía jurásica y que en esta ocasión fungió como productor ejecutivo en este proyecto. Pero, incluso con el jefe mirando por encima del hombro, Trevorrow, junto con su compañero guionista, Derek Connolly, tomaron una fórmula ya existente y exitosa, para generar una historia que se siente completamente nueva, sin embargo, la mayor parte ya la habíamos visto antes. Esto significa que la diferencia reposa en unas cuantas bombas emocionales tiradas al público y cambiando el factor sorpresa. Mundo Jurásico, por su nombre en español, cuenta con un estilo y emociones completamente retro, esto no es negativo en lo absoluto, de hecho te hace recordar lo innovadora que fue la cinta del 93 y lo magnífico que es hacer una película de dinosaurios.
Pero, en primer lugar, vamos a ponernos al día. El gran parque que John Hammond (Richard Attenborough) creó en Jurassic Park de 1993 nunca abrió; demasiadas criaturas creadas a partir de ADN de dinosaurios causaron grandes estragos generando que los humanos huyeran despavoridos de esta isla. En Jurassic World, la cuarta entrega de la serie pero que omite completamente la segunda y tercera parte, el parque ha estado abierto durante 22 años. Sin embargo, los turistas comienzan a aburrirse. Los dinosaurios comienzan a ser domesticados para dar espectáculos, los niños pueden montar un mini triceratops, y el impresionante Mosasaurus solo sirven para salpicar al público que rodea la gigantesca piscina. La seguridad está garantizada. Pero todo esto es aburrido, los fans quieren peligro, quieren criaturas más grandes, más rápidas y con más dientes.
Para mantener el negocio a flote, el parque Jurassic World, debe dar al público lo que quiere: más dientes. Para Claire (Bryce Dallas Howard), la gerente de operaciones del parque, significa que debe mantener a los turistas con miedo, lo que conlleva a la construcción de una mejor atracción, algo que sea terrorífico, nunca antes visto y que genere pesadillas a cuanto visitante lo vea, estamos hablando del Indominus Rex, creado a partir de una mezcla de… -eso lo deberán de descubrir ustedes-. Este nuevo monstruo es una belleza, es el terror puro, por lo cual el parque se vio obligado a erigir un muro gigantesco para contenerla, pero que no hubo necesidad de destruirlo para que escapara.
Este es el momento de integrar a nuestro héroe en la historia, Owen (Chris Pratt, The Raptor Whisperer), un experto en comportamiento de animales (y encantador de velocirraptores), tan humano como sus camisetas llenas de sudor se lo permiten. Después de conocer a nuestro “súper” héroe, me nacieron una gran cantidad de preguntas: ¿Pueden sus raptores vencer al mal? ¿Se quedará con la chica? ¿Dónde puedo conseguir una camisa como la que él usa? ¿Dónde estará su centro de readaptación jurásica? (Y sí, por si ustedes se lo preguntaban, sí existe una referencia con The Dog Whisperer). Todo esto lo descubriremos mientras Owen y Claire tienen que conseguir rescatar a sus fastidiosos sobrinos muy en el estilo de la década de 1990, con traje sastre, enseñando camiseta sexy y con unos tacones enormes, lo cual es una de las más grandes hazañas de todo el film; ¿Cómo puede ser que la chica ruda corra de los dinosaurios y maneje armas con unos tacones de diez centímetros puestos durante toda la película?
Pero sin duda Star Lor… quise decir Chris Pratt es quien se lleva absolutamente toda la cinta, haciéndose presente como un héroe de acción, protector de los derechos de los animales, motociclista, macho alfa, y bueno, debemos decirlo, un altamente efectivo cazador de dinosaurios.
Trevorrow disfruta ver cómo los espectadores encuentran los giros en la trama, lo que ocasiona que algunas quieran ser tan inesperadas que las conclusiones son bastante bobas o sin sentido. Pero al final, realmente conseguimos lo que vamos a buscar, la mayoría de los aficionados que pudieron disfrutar la primera cinta cuando se encontraban en la adolescencia se sentirán identificados con Lowery (Jake Jonson), un aficionado a la tecnología, encargado de sistemas en el parque y que colecciona dinosaurios de juguete en su estación de trabajo, incluso lleva una camiseta del Parque Jurásico original que compró en eBay. Lowery es quien le da la humanidad a la cinta, es un realista que ve las cosas con asombro infantil, pero que de igual manera sabe del gran peligro que representa todas y cada una de las decisiones que se deben de tomar. Como referencia, Trevorrow es muy similar a este personaje, él retoma el espíritu emocionante del original Spielberg, poniendo a combatir a su creación con lo creado por Spielberg. No debo decir quién gana, pero es una secuencia maravillosa, aunque sea completamente ilógica.
Con una primicia de «mientras más dientes tengas es mejor», Jurassic World llega para atacar la nostalgia de los que crecimos en los 90, pero intentado atrapar a los nuevos amantes de los dinosaurios. Tengo la esperanza puesta en que, como hace 22 años, podamos tener una camada de niños encantados con estos mundos que quieran ser paleontólogos y crear un Mundo Jurásico.
Tituo original: Jurassic World
Director: Colin Trevorrow
Duración: 2 hr. 3 min.
Fecha de estreno: 11 de junio de 2015
