Los juegos que llegan a consolas después de un exitoso paso por la PC regularmente se enfrentan con grandes retos, no solo es escalar el título a los requerimientos de las consolas de sobremesa, sino también es intentar cautivar a un público muy diferente.
Después del éxito de Wasteland 2 en PC, el estudio de desarrollo inXile se fijó un objetivo específico: llevar esta gloria a la PlayStation 4 y Xbox One. Lo sorprendente es que no sólo han hecho un gran trabajo, también le da frescura a los títulos que se pueden jugar en este mercado.
Con Wasteland 2: Director’s Cut, nos encontramos con un isométrico RPG de estrategia por turnos establecido en la ciudad post-apocalíptica de Arizona, en donde tendremos que tomar el papel de los Rangers del desierto, un grupo de soldados auto-nombrados guerreros de paz, que hacen de esta un negocio bastante rentable. Ellos brindan sus servicios para resolver conflictos y proteger a los inocentes de los horrores de este nuevo mundo.
Al iniciar inmediatamente nos coloca estar en plena acción, mostrándonos a estos Rangers -ya no en sus años de gloria-, pero siendo efectivos para sobrellevar este mundo lleno de polvo, mutantes, bandidos, radiación y cráneos. Al terminar esta emocionante presentación, nos encontramos en la parte más envolvente del juego, la creación y personalización de nuestro equipo. Aquí es donde podremos seleccionar a nuestro equipo de Rangers de un puñado de modelos preestablecidos, aunque debo admitir que es más divertido si creas a tus personajes desde cero. Podremos seleccionar absolutamente todo, desde el género, pasando por la religión, apariencia, habilidades, incluso se puede escribir una biografía para cada uno si así lo queremos. Ya en el apartado de habilidades, nos encontraremos con una gran cantidad de ellas, divididas en combate, conocimiento y categorías generales.
Después de haber elegido a nuestro equipo y nuestras habilidades, es hora de iniciar el juego. Podría no parecerlo, pero Wasteland 2 es un título dinámico, tanto en la forma de movernos, como en la forma de resolver problemas, pues tendremos diferentes formas de afrontar las situaciones que nos plantee el juego. No existen las decisiones equivocadas, pero si existirán algunas que harán el nivel más sencillo. Algo que llamó mucho mi atención, es que podremos agregarle -además de las habilidades- un “capricho” a cada integrante del equipo, que por lo general tienen un efecto negativo también. Por ejemplo, una de estas habilidades especiales le permite a un personaje curar a otros con mayor eficacia, pero no puede curarse a sí mismo.
En términos de las misiones, es una experiencia agradable, ya que podremos cambiar entre un mapa local y uno global, lo que nos facilitará los viajes y la exploración. Pero también encontraremos retos que van más allá de explorar o derrotar enemigos, tales como tener que cuidar nuestras reservas de agua para que nuestro equipo no se deshidrate, o esquivar los picos de radiación.
Pero, indiscutiblemente, el mapa local es la experiencia más emocionante, pues ahí será donde desarrollaremos toda nuestra historia y, por supuesto, la acción. Tendremos que recorrer paramos para desenterrar tesoros y abrir cerraduras, cajas fuertes, hackear computadoras y reparar tecnología dañada, al mismo tiempo que luchamos para sobrevivir a insectos gigantes, bandidos, caníbales, animales mutantes, robots y plantas carnívoras. Sí, es un combate de estrategia por turnos, pero aún así es una sensación muy tensa.
Como muchos de los juegos del género, podrás rescatar a sobrevivientes y hacerlos parte de tu equipo, pero en Wasteland 2 será un tanto diferente, ya que estos nuevos compañeros tendrán sus propias personalidades. Con esto quiero decir que te encontrarás en circunstancias donde ellos podrían amotinarse o abandonar el equipo y, por supuesto, se llevarán todo lo que les hayas asignado, así que cuidado con tus recursos.
En general, Wasteland 2 es gigantesco. Este mundo abierto nos motiva a explorar todos sus rincones. La historia y las secuencias de comando son las más entretenidas, pero el explorar siempre le da un valor extra a la experiencia.
Por desgracia, no todo es perfección, y encontré dos grandes errores: el primero reside en el mapa general, ya que en realidad no es muy útil, pues será difícil adaptarse a él y, por consecuencia, lo dejarás a un lado y tomarás tus propias medidas, lo que causará que en muchas ocasiones te sientas perdido en este inmenso mundo; el segundo es la monotonía, pues tendremos mucho por hacer en este mundo abierto, pero una gran parte de las misiones secundarias son las mismas, una y otra vez, por lo que no encontraremos algo que logre hacernos pensar que es algo distinto a lo que ya hicimos con anterioridad.
Visualmente tampoco sorprendente. No encontrarás una calidad técnica magistral o algo que nunca hayas visto, sin embargo, no lo vería como un problema pues en este título encontrarás grandes detalles que lograrán engancharte. Es un juego que tiene el equilibro exacto entre sencillez y complejidad. Podrá sonar un tanto complicado lo que he mencionado, pero en unos cuantos minutos dominarás gran parte de las dinámicas del juego, así que realmente es un título que los amantes de los RPG deberían probar.
Lo bueno
+ Una gran cantidad de rejugabilidad
+ Dinámicas de juego interesantes e innovadoras
Lo malo
+ Un tanto repetitivo
+ Visualmente poco atractivo
+ No impresiona a nivel grafico
Calificación: 7.5
Para esta reseña se utilizó una copia digital para prensa de PlayStation 4, pero el título también se encuentra disponible para Xbox One y PC.
