En 1999 el mundo se sorprendió cuando salió X-Men, una película que dejó muchos comentarios encontrados entre los asistentes. Lo cierto es que a pesar de no ser tan fieles a lo que leíamos en los cómics y que no tenía tanta relación, la cinta de Bryan Singer abrió a la industria un género que parecía que estaba agonizando tras el fracaso llamado Batman & Robin, y pronto los personajes de Marvel Cómics, entre mutantes, Avengers y Spider-Man se apropiaron con justicia de un espacio que parecía solo reservado para Batman y, de vez en cuando, Superman.
Pese a que los X-Men han estado alejados del Universo Cinemático Marvel y casi los perdemos ante los fracasos que representaron X3: La Batalla Final y X-Men Orígenes: Wolverine, un reinicio nos tomó por sorpresa en el 2011 con Primera Generación y consolidó su posición en el gusto del público en el 2014 con Días de un Futuro Pasado. ¿Qué nos pareció X-Men: Apocalypse?
Bryan Singer dirige su cuarta película de la franquicia con un guión de Simon Kinberg y marca el regreso de James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence y Nicholas Hoult a los protagónicos, además de ver el regreso de Evan Peters, Rose Byrne y Lucas Till a la franquicia, y una nueva generación de actores que llenan el elenco con Oscar Isaac, Tye Sheridan, Sophie Turner, Alexandra Shipp, Olivia Munn y Kodi Smit-McPhee.
En Sabah Nur ha despertado un mutante milenario que tiene el poder de transferir sus poderes y conciencia a otro cuerpo y, tras conocer cómo se comporta la humanidad en plena década de los ochenta, ha decidido acabar con el mundo conocido y crear uno a su conveniencia. Para esto reclutará a otros cuatro mutantes: una ladrona africana llamada Ororo (Storm), una asesina mutante conocida como Psylocke, un mutante en desgracia que conoceremos como Angel y a un Erik Lensherr (Magneto) que ha perdido en lo absoluto la fe en la humanidad.
Pero del lado de Charles Xavier, una nueva generación de mutantes podrá plantar resistencia cuando Raven, decida reclutar a los estudiantes de la escuela de Charles para resistir el embate: Scott, un joven con rayos ópticos que conoceremos como Cyclops; una joven telépata llamada Jean Grey y un extraño mutante con poderes de tele-transportación llamado Nightcrawler. Y a la receta sumen dos viejos conocidos: Beast y Quicksilver.
Va a haber muchas discusiones, y una que sobresalta ante todas es ver como Singer destroza por completo el universo X-Men que vimos en la década pasada, esta claro que Días de un Futuro Pasado rompe esa continuidad y que poco o nada veremos de esos mutantes noventeros (y juzgando por un cameo, gracias al cielo, pueden borrar de su mente esa horrible cinta de Wolverine), algo que no agradará a quienes siguieron la saga desde esa cinta, pero debemos recordar que no estamos siguiendo esa continuidad, sino la creada con Primera Generación.
Pero esta nueva continuidad también se pone a tela de juicio al ver que desde Primera Generación hasta la fecha se han cubierto eventos que han ocurrido entre 1962 y 1983 (juzgando una película que mencionan en la trama) y no se ve tan claro que los mutantes hayan envejecido algo, tomando como el ejemplo más claro a Alex Summers, quien nos deja en tela de juicio como una madre de familia pudo tener dos hijos con tanta distancia en el tiempo. ¿Otro poder mutante acaso? Y ver que además el propio Till no parece un treintañero en lo absoluto y ninguno de sus compañeros de Primera Generación (se le perdona a Lawrence, total, su mutante cambia de forma a su gusto y antojo, pero… ¿a Fassbender?), lo cual le quita cierta credibilidad a la película.
Ahora pasemos con el villano. Muchos han criticado que Apocalypse se ve bastante artificial, bastante feo y hasta la comparación con Ivan Ooze de los Power Rangers es evidente. Solo me atrevo a preguntarles si algún villano de X-Men ha sido convincente en el aspecto físico empezando por el Magneto de Ian McKellen hasta los Centinelas de Días de un Futuro Pasado, solo me atrevo a decir que Emma Frost ha sido la mejor representada (bueno, January Jones llenó bien esos trajes y, encima, me cayó gordo Kevin Bacon).
Pero si algo del Universo de los X-Men ha sabido funcionar, incluso mejor que en el Universo Marvel, es que sus villanos están bien trazados en el guión. Aunque es breve la explicación de sus motivos y tiene una escena de origen formidable, de alguna manera simpatizas con Apocalypse, un personaje que funciona bien y tomar provecho de las diferentes situaciones de cada personaje y de sus poderes para convertirse realmente en uno de los villanos más difíciles de vencer en la historia de las películas de cómics.
Quizá flaquea con los cuatro jinetes, una Storm que no me convenció al ver por qué esta ahí, pero su imagen física es casi perfecta con esa estética Morlock del cómic de los ochenta; una Psylocke que se ve acartonada, pero bien entallada en ese traje icónico de los noventa; un Arcangel poco elaborado en la trama, extrañamente diseñado (¿demasiados personajes azules en la historia?) pero convincente su razonamiento para estar con los «malos», y el mejor mutante de toda la cinta: como siempre Magneto, tiene el mejor trasfondo y, aunque no me deja tan satisfecho su destino en la trama, es el que mejor podemos entender por qué prefiere ayudar a Apocalypse que los demás.
De los X-Men, ya no podemos esperar más de McAvoy y Hoult como Charles Xavier y Beast respectivamente, ambos funcionan bien en sus personajes y no verán nada nuevo bajo el sol (quizá unas cuantas arrugas a Hoult hubieran funcionado). Jennifer Lawrence toma un liderazgo inesperado en esta historia, para gozo de sus fans y desgracia de los que la odian, y siento que Lawrence da una de las actuaciones más flojas de su carrera, quizá su participación la hizo más por hobby que por gusto.
Lo interesante está en los nuevos mutantes, un Tye Sheridan que intenta aferrarse a lo que hizo James Mardsen con unos giros dramáticos. Aunque en ratos funciona, está claro que al muchacho le falta experiencia. Kodi Smit-McPhee, por otro lado, me agradó como el referente cómico del equipo que logra mantener ese perfil que se vio con su contraparte de las cintas originales y, sin duda, uno de los mejores momentos fue verlo vestido con una chamarra roja similar a la de Michael Jackson en Thriller y quedarte pensando a qué hora bailaría con los demás zombis.
Pero dos actores se roban la cinta cuando les toca, una es Sophie Turner, quien paso de ser «Sansa Stark intentando ser Jean Grey» a «¡esta chica sí es Jean Grey!», haciéndome notar que esta corriendo con mejor suerte que otros actores de la serie Game of Thrones que han intentado trascender fuera de la serie y han fracasado en el intento (¿Daenerys? ¿Jon Snow?). Pero me encanto su versión de Jean Grey, que prácticamente tocó todos los aspectos del cómic y de las películas (aunque me dejó con el mismo sentimiento que Anna Paquin en la primera de X-Men).
Y sí, el que si se roba la cinta es Evan Peters, cuya interpretación de Quicksilver es divertida y épica al mismo tiempo. ¿Les gustaron esos tres minutos de locura a alta velocidad? Deben checar sus escenas, son formidables. Además, es simpática su subtrama tratando de encontrarse con cierto mutante con un vínculo familiar, es divertido ver como lo intenta explicar y su resolución.
Otro aspecto a subrayar es el trabajo de efectos visuales. Apocalypse supera por mucho lo que vimos en otras cintas de la saga, así que si se sorprendieron por cómo Magneto levantó un estadio de béisbol entero, ya verán que eso no es nada con lo que nos tiene preparado esta cinta en el aspecto visual, incluyendo una escena inicial que es impactante y donde realmente disfrute ver un nuevo ángulo del Antiguo Egipto, al grado que esos cinco minutos destrozaron por completo a cierta cinta llamada Dioses de Egipto.
La banda sonora me encantó y hay un momento en que realmente la banda sonora me llegó, que es cuando el compositor decide insertar un segmento de la séptima sinfonía de Beethoven, que le agrega ese ambiente dramático para sentir que casi se te salen las de cocodrilo por la desgracia que se está gestando. Mención aparte esa combinación de Evan Peters y Sweet Dreams de Eurythmics, tienen que ver eso.
Si entre los críticos y cinéfilos se va a desatar una «guerra civil» por lo buena o mala que es X-Men: Apocalypse, yo elijo el bando de los que salieron contentos con la película. Aunque 17 años demuestran que la franquicia ya se nota cansada, el trabajo de Kinberg para mostrarnos un universo que se puede refrescar con nuevos actores y nuevas imágenes nos dan esperanza que puede continuarse el buen trabajo de la trilogía más reciente sin tener que recurrir a contratar por cuarta vez a los actores estelares. Y sí, estoy esperando el siguiente movimiento de 20th Century Fox y sus mutantes que cierran un gran año con dos buenas cintas sobre el tema.
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