Por fin llega a las salas de cine la tercera cinta de la saga «Cornetto» donde vemos de nuevo a Nick Frost y Simon Pegg en otra irreverente comedia británica, ahora interpretando a un grupo de viejos conocidos, que después de años de haberse separado intentan revivir viejas glorias e intentarán hacer el recorrido «Golden Mile» que consiste en ir a 12 bares de los llamados «Pubs» y beber en ellos en una misma noche. Gary no solo deberá reunir a la vieja pandilla y motivarlos a esta aventura, si no que al regresar al pueblo natal donde están estos bares, se encontraran con que algunas cosas han cambiado y otras no tanto….
Realmente se nota que mantienen el mismo estilo de humor que las cintas anteriores, aunque al principio la trama es un tanto lenta, llega un momento en el que toda la irreverencia, situaciones idiotas y sin sentido, así como los toques de acción y cuestiones sorpresa aparecen y es cuando la película se levanta. No puedo decir que sean unos súper actores, pero son papeles que saben hacer muy bien y que les quedan. Los efectos especiales son regulares, cumplen con el estándar actual, la música si es un poco mejor y me agrada que la historia aunque un poco lenta al principio no es tan predecible y el desenlace lo disfrutaran los fanáticos de estas películas. Definitivamente no es la mejor de la trilogía, pero hasta cierto punto cumple.
Si ya viste Shaun of the Dead y Hot Fuzz, necesitas ver esta cinta, si no conoces a Simon Pegg, te recomiendo que veas alguna de estas antes.
En general una cinta que recomiendo solamente a quienes conocen el trabajo de Simon Pegg y Edgar Write (escritor/director).
En la escala kike-kikeska tiene un 7.
