¿Qué nos depara el futuro? Esa es la eterna pregunta que siempre nos hacemos y es una con la que Disney nos ha vendido una de sus atracciones más conocidas: Tomorrowland. Quizá una de las atracciones más vistosas e impresionantes que cuentan los famosos parques temáticos de Disney donde incluso ponen a prueba nuevas maneras de movilizar y entretener a los asistentes para dar esa impresión de que el futuro es bastante promisorio.
Bajo la premisa que tiene el parque, tenemos la cinta Tomorrowland, dirigida por Brad Bird (Los Increíbles) y con las actuaciones estelares de George Clooney (Ocean´s Eleven), Hugh Laurie (House M.D.), Britt Robertson (El Viaje Más Largo) y Raffey Cassidy (Blanca Nieves y El Cazador), con un elenco y un director con tan buenos antecedentes, podemos anticipar una buena cinta, ¿verdad?
Casey es una jovencita que se la ha pasado evitando que su padre pierda su trabajo por medio del sabotaje. Cuando uno de sus intentos fracasa es detenida, y al momento de ser liberada, encuentra un misterioso broche que le muestra Tomorrowland, un promisorio lugar donde el futuro se ve increíble, pero pronto será perseguida por tener el broche y esto la obligará a buscar ayuda en Frank Walker, un científico fracasado que conoce todo sobre Tomorrowland, que ve en la jovencita un «no se qué» que lo motiva a volver allá y cambiar el destino del mundo.
Teniendo el antecedente de Disney haciendo películas sobre sus atracciones, hay dos historias distintas: Piratas del Caribe, con tanto éxito que generó una franquicia y atoró la carrera de Johnny Depp y La Casa Embrujada, una horrible cinta que hundió la carrera de Eddie Murphy. ¿Hacia dónde va Tomorrowland? Tristemente parece inclinarse al segundo lado, aunque no creo que esto hunda ni a Laurie ni a Clooney.
Aunque la historia tiene una buena introducción y nos permite ver el gran trabajo que veremos el resto de la cinta con unos efectos visuales formidables y una excelente banda sonora de Michael Giacchino, compositor de cabecera de Bird, el gran problema radica en el desarrollo consiguiente de la historia que denota falta de consistencia en muchos detalles de la trama y, peor aún, un antagonismo injustificado que viene a demeritar muchísimo el trabajo de Hugh Laurie en la película.
Es interesante el intento de Bird de contar una historia donde la esperanza juega un papel clave en el desarrollo del futuro, algo que funciona bastante bien, además de mostrar una gran gama de escenas de acción que van de lo hilarante (la batalla en la tienda de curiosidades, que muestra que Disney no dudará en aprovechar a las otras franquicias que tiene) a una batalla final que tiene momentos divertidos, dramáticos y donde los efectos visuales juegan un papel clave, esto sin contar las increíbles tomas que tiene Tomorrowland en diferentes épocas.
En lo que falla es en los detalles que uno trata de leer entre líneas. El guión propone escenas que parecen asumir que el público da por sentado que sabe varios detalles al momento de verlas. Pero estamos en una cinta familiar donde a veces una escena de tres minutos vale más que veinte insinuaciones que buscan darle sentido a los personajes y sus acciones, como la relación entre los personajes de Clooney y Cassidy, que nunca tuvo un aterrizaje correcto en mi cabeza por falta de detalles, o lo que hizo el personaje de Clooney para desatar los eventos de la cinta. Vamos, ni siquiera la solución final de la historia se me hizo realmente convincente. Para un director como Bird, este guión realmente fue un reto que lo convirtiera en una cinta entretenida, algo que debemos apreciar, aunque por más entretenida que sea, la historia no es buena.
Un as bajo la manga radica en el poco promocionado personaje de Raffey Cassidy, se ve tan poco en el tráiler que cuando la vemos en acción nos sorprende cómo se vuelve el hilo conductor de la historia y le roba por completo la cinta a Britt Robertson. Cassidy hace una actuación bastante convincente de su personaje, de la cual no doy muchos detalles para evitar el spoiler, lo cierto es que entre el excelente trabajo de los efectos visuales y de sonido y la consistencia de sus momentos de actuación, la niña demuestra que no sólo es el lindo rostro de la pequeña Blancanieves de la cinta de Kristen Stewart sino que tiene todo para crecer mucho en el cine.
De Robertson, a decir verdad, falla en su intento de ser adolescente (las tomas de cerca delatan sus veintitantos años de edad), que intenta mostrar el término inmadurez como «ser gritona y latosamente preguntona» y hace que pierda consistencia con la capacidad inteligente e investigadora que intenta mostrar en la historia. Cuando el personaje de Clooney la presenta como «la esperanza de la humanidad», sientes escalofríos.
De Clooney y Laurie, de ambos podemos pedir mucho y dejarnos contentos con lo que nos dejan, Clooney mantiene la firmeza de los personajes que ha hecho en sus últimas cintas como Up in the Air o Gravedad y sigue garantizando su posición como buen imán de taquilla. Laurie, como comenté, tiene un personaje decepcionante y bastante corto, pero al interpretar a un villano norteamericano es inevitable que lo compares con su personaje de Gregory House y, esos «momentos House» logran insertarse bien generando un poco de gracia en un personaje poco transparente y sin muchas justificaciones.
En conclusión, Tomorrowland logra su cometido con espectaculares escenas mostrando ese lugar y con secuencias de acción que son entretenidas, pero la historia no es lo suficientemente convincente para repetir la experiencia. Es una cinta que no cae en la mediocridad de La Casa Embrujada, pero no llegará al nivel que tuvo Piratas del Caribe. Es más, temo que esta cinta se unirá a John Carter y a El Llanero Solitario en la lista de cintas costosas de Disney que no alcanzarán a recuperar en taquillas todo lo gastado.
Calificación: 7
