Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad

Libertad, de Paul Éluard (fragmento)

Como ustedes sabrán, Mapa a las estrellas es una película dirigida por David Cronenberg, y hablar de Cronenberg es oh, my god!… Una de sus características es que no hace sus películas para un público muy amplio, sino más bien para él mismo. Es innegable que tiene sus seguidores, un público que aguanta, que soporta, que tiene un amplio criterio, que razona, pues sus obras exigen un análisis de toda la retórica que maneja. Y no podía haberle quedado mejor ninguna otra obra -al menos no desde Spider-, pues en mi opinión, el guión creado por Bruce Wagner le dio al clavo. Tenía que ser para David Cronenberg, no había de otra. Mapa a las estrellas no es otra cosa que una fantasmagoría satírica en la que los rostros de los famosos del ayer permanecen congelados en el celuloide, mientras que sus descendientes, en el vano intento de unirse a ellos, caen en la locura y la irrelevancia.

Se trata de una película complicada, pues al principio no creemos todo lo que plantea la historia y, sin embargo, al terminar la película te preguntas si puede suceder algo así, ya que todos sus personajes son retorcidos y completamente excéntricos pero humanos, a fin de cuentas.

Podríamos hablar de Havana Segrand (Julianne Moore), una actriz que tiene unos cincuenta y tantos años de edad, y cuya madre, Clarice Taggart, fue un icono de la pantalla que murió en un incendio estando en la cúspide de su fama. Ella busca hacer el remake de la película que llevó a su madre a la cima, para reafirmarse a sí misma mientras lucha contra las visiones que la atormentan. Tenemos también al Dr. Stafford Weiss (John Cusack), una especie de gurú y terapeuta de las estrellas -particularmente de Havana-; y a Agatha (Mia Wasikowska) una chica extraña con quemaduras en la cara y los brazos, que guarda alguna relación con todos estos personajes. Ella es el eje primordial, el hilo conductor. Poco después de su llegada a Los Ángeles, se convierte en la asistente personal de Havana, por recomendación de otra actriz, Carrie Fisher (interpretándose a sí misma) con quien trabó contacto a través de Twitter.

Tendremos otros papeles, un poco menos importantes dentro de la trama, como es el caso de Jerome Fontana (Robert Pattinson) que hace de chófer de una limusina y actor de relleno en una serie de televisión. Según el guionista, es su personificación, pues solía trabajar como chófer en los años 70 en Hollywood y una parte de lo escrito corresponde a sus vivencias de aquella época. Está Benjie Weiss (Evan Bird), hijo de del Dr. Stafford y su esposa, Christina Weiss (Olivia Williams), una mujer que fuma compulsivamente, presa de una ansiedad que se revelará conforme se desenvuelva la trama. En cuanto al hijo, se encuentra haciendo sus pininos en la TV; es prepotente y parece estar recuperándose de sus adicciones.

Desde el punto de vista técnico, los escenarios han sido los adecuados. La música no es particularmente destacada, así como los pocos efectos especiales que aparecen en la misma. La actuación, sin embargo, ha estado a la altura de un filme nominado a los Premios Óscar, especialmente en el caso de Julianne Moore, que nos regala una interpretación excelsa. Mia Wasikowska también tiene lo suyo, pero creo que falta mucho para que esta joven actriz pueda aspirar a una nominación de la Academia. Quizás, sólo quizás, dentro de unos dos años se le presente la oportunidad que espera.

Mapa a las Estrellas nos ofrece una vista perturbadora a lo que hay detrás del espectáculo, con personajes complejos y bien encausados que terminan resquebrajándose por su hambre, su codicia, su frialdad, sus pecados y sus crímenes ocultos. Pero sobre todo, por el ambiente de mediocridad que se respira en los personajes centrales de esta historia. Estrellas que se han extinguido o que no pueden brillar con luz propia. Si eres un seguidor de Cronenberg, debes verla. Le doy un 8.