Una historia que involucre un asesino serial y un secuestro, no es poco común en la pantalla grande. Quizá lo hemos visitado en tantas ocasiones, vamos, hasta hay una serie de televisión que se dedica por completo a explorar a este tipo de criminales en Criminal Minds, que una cinta como Latidos en la Oscuridad, ya es de entrada un paseo rutinario por este tipo de thriller.

Y ya desde el momento que nos damos cuenta que su director es Dean Devlin, productor de cintas como Godzilla o Dia de la Independencia y que dirigió recientemente la cinta Geo-Tormenta, no nos da muchas esperanzas de que la cinta hubiera siquiera merecido la presencia en las salas de cine.

La cinta cuenta con las actuaciones de David Tennant, Robert Sheehan, Carlito Olivero, Kerry Condon y Katherine Byers entre otros actores.

Una mujer es secuestrada y esta amarrada en una casa..

Sean Falco, es un aspirante a fotógrafo que paga las cuentas trabajando como valet parking y robando las casas de sus clientes. Un día, mientras roba a uno de sus clientes, se da cuenta que este tiene secuestrada a una mujer en su casa. El joven intenta denunciarlo a la policía, lo cual lo enreda a él y a sus amigos y familiares en un peligroso juego de gato y ratón contra un despiadado asesino serial que hará lo imposible para evitar que el mundo se entere de la verdad respecto a su rapto.

Latidos en la Oscuridad se pretende vender como una cinta de thriller, con algunos sobresaltos incluidos, pero cuando llegas a terminar la primera hora de la cinta, si te has sobresaltado tres veces, quizá es demasiado, es más, hasta dos o tres de esos brincos son sumamente predecibles, en medio de un guión que intenta contarnos con detalle el perfil de cada uno de los personajes, pero que, a la hora, se siente que el director ya había debido poner tercera velocidad en una cinta que no tiene ningun giro impresionante.

Vamos, en una hora apenas estamos viendo el macguffin de la historia y los intentos fallidos del personaje para denunciar a las autoridades las maldades del villano. De ahí ya observamos una actuación desconcertante de Robert Sheehan que intenta, casi al estilo de Shia LaBeouf con gritos y gestos desesperados que, de alguna manera corre peligro la chica y nadie le hace caso. Y nunca sale de esa actitud, entre paranoica y desesperada de vendernos a su personaje que, siendo el eje de la historia termina hasta fastidiando a la audiencia.

Por un extraño y calculador ejecutivo que tiene tintes de asesino serial

Punto y aparte tenemos a un David Tennant, quien, sin esforzarse mucho, nos da un villano que sabe robarse la cinta y que te deja con interés de ver las maldades que hará para vengarse de lo que le hizo el infortunado valet parking, acciones que suenan más para una telenovela de nuestros tiempos que para la cinta de thriller que debería ser. Si, es probable que lo que Tennant hace en su personaje es demasiado sobreactuado para lo que al final hace. Cosas que harían reír al Purple Man (Jessica Jones) o al mismísimo Barty Crouch Jr.

Uno admira leer en los guiones de las cintas de crímenes contemporáneos, donde podemos notar que la tecnología actual se esta prestando para mostrar la ingenuidad de la gente a la hora de chocar con la tecnología, como el «no pasa nada si pongo la dirección de mi casa en mi GPS – ¡caramba! ¿que acaso no sabes llegar? – »  o el de «no te preocupes cariño, esta foto es nomás para mi…. – copiar, pegar, subir a la red, muahahahaha -«, si, no solo puede irle mal a nuestro protagonista, ingenuo de ver que la policia hará justicia, sino también a sus propias víctimas de robo, vamos, hasta al villano más temible se le olvida que le pueden robar su casa si se descuida tantito.

Una mala decisión puede llevar a nuestro protagonista a perder algo más que la vida..

Es una pena que Devlin, en su afán de meterle tanto detalle a la historia, termina haciendo una historia tediosa, donde apenas entiendes las motivaciones del asesino serial, tanto económicas como emocionales, su relación con una inquietante escena inicial que involucra un caballo y que, insisto, un poco más de avance y acción en la primera hora, nos hubiera salvado de una cinta que, por su estructura, termina mereciendo ser vista, no en el cine, no en streaming, sino en un canal de televisión de cable, donde la puedas ver en dosis y sentir interés por ver otro pedacito, otro día, a otra hora.

Definitivamente Latidos en la Oscuridad es una cinta que solo cumple con su labor de ser una opción más en las carteleras y ya. Quizá lo más satisfactorio es ver una buena actuación de Tennant en un guión mediocre y una narración lenta y tortuosa, una que merece mejor verse en la televisión que en la pantalla grande.

[marstheme_review post_id=»151507″]