Como ya lo habrán notado, cada que inicio una de mis reseñas intento tomar alguna frase que dé inicio para hablar de la cinta, sin embargo, Desde la Ocuridad es tan genérica que no encontré ni siquiera una frase ingeniosa que valiera la pena traerles. Cuando tienes unas grandiosas referencias, exaltadas con bombos y platillos tales como “de los productores de El laberinto del Fauno y El Orfanato se podría pensar que será la nueva revelación en el universo de las cintas de terror, pero no, que hayan sido de los mismos productores y que salgan algunos de los actores que aparecieron en las otras cintas no quiere decir que se acerque ni un centímetro a la calidad que se mostró en estos dos largometrajes.
Los fantasmas deberían infundir miedo, pero en Desde la Oscuridad el horror que se genera es tan genérico y olvidable como su nombre. Esta cinta de suspenso sobrenatural colombiana con tintes Estadounidenses y británicos, aunque con un equipo creativo en su mayoría español, ofrece un acabado profesional, pero no hay ideas innovadoras o una atmosfera interesante, lo único que podemos notar son los desechos de decenas de cintas de terror incrustadas a la fuerza en esta película desde la primera secuencia.
Tras el prólogo habitual donde se establece que las cosas malas les suceden a personas que viven en una situación particular dentro de la historia, nos encontramos con la familia Harrimans, que vienen llegando desde Londres. Sarah (Julia Stiles) está asumiendo un trabajo como gerente general de la fábrica de papel propiedad de su padre Jordan (Stephen Rea) en la comunidad de Santa Clara en Colombia. Su marido, Paul (Scott Speedman), siendo despreciado en todo momento por el padre de Sarah, intenta continuar su trabajo como ilustrador de libros infantiles, mientras que su única hija de seis años llamada Hannah (Pixie Davies) intenta acoplarse al gran cambio que es ir a un nuevo hogar.
Para el momento en que ya nos estamos muriendo, pero no de miedo sino de aburrición, Hannah, la hija de este matrimonio, se convierte en el detonante cuando tiene un accidente en la primera noche donde sus padres deciden salir. En el momento donde la niñera, investigadora, estudiante, cazadora de fantasmas y políglota -tomen esto con mucho sarcasmo- Catalina (Vanessa Tamayo) es distraída por ruidos extraños, Hannah es aterrorizada por espíritus de tamaño infantil con los ojos vendados. Tomando como referencia una leyenda de hace 500 años de la localidad, se inicia la búsqueda de la verdad, aunque esta gran leyenda desde mi parecer fue terriblemente desperdiciada.
Existe un gran problema en esta cinta, el cual es la combinación extraña entre una cinta de terror y ser socialmente responsables según las normas ambientales. Y es que a mitad de la cinta nos damos cuenta que uno de los grandes problemas en un derrame de mercurio en el río del pueblo, algo que rompe completamente la dinámica, más si quieren darte un regaño sobre el cuidado del medio ambiente; pero no es todo, esto es rematado con una secuencia en los créditos que te muestra lo “hermoso” que es cuidar y respetar a las personas y la naturaleza. No me lo tomen a mal, pero en una cinta de terror que termine de esa manera es para el basurero.
Pero no terminamos la tortura con esto, lo más importante para este género es cómo te envuelve la atmosfera de miedo y desolación, pues bien, otro gran error: Desde la Oscuridad está repleta de sustos por ruidos estruendosos y entes que aparecen de la nada gritando, toda una decepción. Con una gran cantidad de secuencias con los supuestos niños fantasmas que de terroríficos no tienen nada, ruidos repentinos, ventanas y puertas que se abren y cierran cada cinco segundos, tormentas eléctricas que casualmente solo están cuando más le conviene a la película y unos padres que se les ve más preocupados por la humedad que es estar viviendo en Colombia que angustiados por perder a su hija.
Siendo realistas, no hay nada terriblemente malo en Desde la Oscuridad más allá de una falta completa de originalidad que se hace más evidente gracias al guión desangelado. Las actuaciones son sólidas y la fotografía luce muy profesional, pero se siente vacía. Todo esto me hace pensar que el mayor problema de este largometraje de terror y de muchos de este género es la falta de valentía por mostrar algo que rompiera los esquemas, sin embargo debo de admitir que la idea de mostrar una leyenda sudamericana y de allí sacar una historia nueva fue muy interesante, pero sinceramente esperen a otra película, ya que Desde la Oscuridad en general los decepcionara.
Tituo original: Out of the Dark
Director: Lluís Quílez
Duración: 1 hr. 32 min.
Fecha de estreno: 9 de abril de 2015
