En esta ocasión les traigo la reseña de uno de las sagas más emblemáticas de los videojuegos, Bioshock. Pero no es cualquier reseña, ya que 2K se dio a la tarea de remasterizar los 3 juegos con sus DLC para la actual generación de consolas, y si de por sí ya eran unos juegos hermosos, la remasterización se ve mucho mejor.
El primer Bioshock fue desarrollado por 2K Boston, Digital Extremes, Feral Interactive, haya en 2007; para que después continuara la historia en Bioshock 2, a cargo de 2K Marin, 2K Boston, 2K Australia, Digital Extremes en 2010; y terminar con Bioshock Infinite de Irrational Games en 2013.
Como podrán notar, la franquicia de Bioshock ha estado entre nosotros por alrededor de 10 años, y ha sido una de las franquicias más amadas por los jugadores de distintas plataformas por sus buenas gráficas, hermosa música, gran jugabilidad, pero más importante que todo esto, su historia que ha causado cientos de teorías distintas y que ha dejado perplejos a todos los jugadores.
Pero después de decir lo hermoso que es la franquicia de Bioshock, comencemos a platicar brevemente de la historia. En Bioshock tomas el lugar de Jack, quien naufraga debido a que el avión cae sobre el mar y se encuentra con la entrada a Rapture, una vez adentro deberá encontrar la forma de sobrevivir y escapar. Durante esta primera entrega te encontrarás con muchas decisiones difíciles que pondrán a prueba tu moral, además de que descubrirás secretos que alterarán la forma en que viste la historia desde el comienzo. Cuando pases a Bioshock 2 te sorprenderás al verte tomar el control de un Big Daddy, cuyo deber será salvar a su Little Sister y jugará un papel importante en la historia de Rapture, esta historia se desarrolla 8 años después de Bioshock. Y finalmente está Bioshock Infinite, en donde tomaras el papel de Booker DeWitt, quien deberá salvar a Elizabeth y escapar de Columbia, una ciudad opuesta al concepto manejado en Rapture.
En cada entrega del juego encontrarás una narrativa llena de personajes secundarios que se desarrollan a la perfección y plantean cuestiones morales que te dejarán pensando antes de decidir que harás. Y una de las cosas más sorprendentes de los juegos es el desarrollo de la historia y la conclusión, ya que conforme vayas avanzando en la historia cada vez te darás más cuenta de que lo que creías parece no ser cierto y terminas cuestionando tu propia existencia. Si bien la historia de Bioshock 2 no es tan buena como los otros juegos de la serie, a mi parecer, Bioshock y Bioshock Infinite lo compensan de una manera asombrosa. Y si la historia principal te dejo con muchas dudas y cuestiones filosóficas, también puedes jugar los DLC para poder aclarar un par de preguntas y plantearte aún más.
También tenemos el aspecto de la jugabilidad, en donde Bioshock y Bioshock 2 sufren un poco por la configuración de controles que actualmente se siente muy rara, pero esto principalmente a que se mantiene el mismo esquema de controles de cuando fue lanzado por primera vez. Los mapas en los juegos abren la posibilidad de explorar y encontrar secretos por doquier, mientras resuelves un par de acertijos para encontrar códigos o llaves y poder acceder a zonas secretas.
El problema principal que me encontré en el juego fue que los enemigos aparecían cada que salías y entrabas a una zona, sin importar que hace 5 segundos hayas cruzado la misma puerta para asesinar a todos, lo cual complica un poco el juego cuando estás en dificultades mayores.
Los estilos de juego de los 3 juegos son muy distintos, en Bioshock encontrarás un juego basado en el sigilo y un uso equilibrado de armas cuerpo a cuerpo y armas de fuego, mientras que en Bioshock 2 podrás observar un juego más lento y basado en armas cuerpo a cuerpo debido a que tomas el papel de un Big Daddy. En cuanto a Bioshock Infinite, este juego introduce un estilo más rápido y ágil, en el cual aprovechas la infraestructura de la ciudad para poder moverte rápidamente por el mapa e ir disparando a tus enemigos.
Los niveles en los 3 juegos se pueden considerar un tanto largos debido a la cantidad de lugares que tendrás que recorrer y objetos que necesitarás para completar la misión, pero esto no significa que se vuelven tediosas o aburridas, ya que están llenos de acción, sigilo, y suspenso.
Hay que destacar que Bioshock y Bioshock 2 manejan un ambiente más sombrío y tétrico, debido a que se ubican en una ciudad desolada que ha sido arrasada por sus habitantes y se encuentra en el fondo del mar, mientras que Bioshock Infinite maneja un ambiente más colorido y alegre para generar un contraste entre ambas ciudades y sus diferentes ideologías y formas de progresar.
Los tiempos de carga no son muy tardados, y la mejora al rendimiento se observa claramente en las gráficas mejoradas y una mayor estabilidad en cuanto a cuadros por segundo. Lo que nos lleva a nuestro tercer punto a analizar: las gráficas.
La principal razón por la que se creo está remasterización fue para aprovechar el poder de la actual generación de consolas y poder realizar una mejor entrega de un juego que ya a muchos les encantaba. Lo cual implica una mejora en cuanto al rendimiento y los gráficos.
El primer juego que tenía que volver a visitar era Bioshock Infinite, y tengo que decirles que aun cuando ya contaba con muy buenas gráficas en su lanzamiento, esta remasterización lo hace ver aún mejor. Se puede notar unos cuadros más estables, la ciudad más colorida y brillante, un juego con más vida, y con tiempos de carga más rápido para un juego muy fluido.
Luego comencé a jugar Bioshock, y me encontré con texturas más detalladas, un fondo más tétrico, gráficas mejoradas, pero con un curioso detalle, los que recuerdan haber jugado Bioshock o Bioshock 2 sabrán que la ciudad está plagada de posters y anuncios de los plásmidos y la situación política del país, lo extraño es que estos carteles y anuncios no cargan hasta que te acercas a ellos, dando lugar a una mancha borrosa que ves en la pared hasta que te acercas y se aprecia mejor. Este detalle también está presente en Bioshock 2, pero curiosamente no se da en Bioshock Infinite. Pero en si la mejora en gráficos y rendimiento es bastante notable y apreciable.
Y para finalizar tenemos el soundtrack de los tres juegos, el cual nos ha entregado grandes canciones que han encantado a muchas personas, como Choko que utilizó How Much Is That Doggie in the Window?, y cada uno de los diferentes soundtracks se adapta a la época del juego, podrás escuchar canciones al estilo Blues/Jazz de los 50-60 en Bioshock y Bioshock 2, y canciones estilo Soul/Gospel en Bioshock Infinite, debido a las distintas connotaciones de las historias.
Así que si ya jugaron hace un par de años algún juego de la serie de Bioshock, querrán comprar Bioshock The Collection para observar esta obra maestra remasterizada y poder jugar todo el contenido extra si no habías tenido oportunidad.
Y si no has jugado ninguno de estos títulos te recomiendo que adquieras esta remasterización, la serie de Bioshock ha sido amada por muchos jugadores principalmente por la gran historia que presenta, así que deberás vivirlo para entender porque todos quedan sorprendidos por los finales inesperados.
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