Metal Gear Rising Revengeance es un juego Hack n’ slash donde juegas como Raiden, el hijo adoptado de Metal Gear después de haber tenido que rediseñar al personaje para convertlirlo de una niñita quejona a un cyber-ninja defensor de la humanidad en un cliché de los desarrolladores para resaltar como el menos humano de los personajes es el que defiende los principios y valores de nuestra raza.
Tras pasar de las manos de Koijima Productions a Platinum Games, maestros del género, puede que algunos fans tengan la pregunta «¿Es un juego de Platinum o de Koijima» a lo que con gusto responderé sus inquietudes, como si fuera la eliminatoria en un reality show. El título no deja de mantener el suspenso y las implicaciones de que indirectamente estas evitando una conspiración que lleva al dominio cultural o militar del mundo y por el otro las mecánicas en el juego son divertidas de usar, ya que la acción es ridículamente exagerada, logrando hacerte sentir como que eres el único con el poder de cambiar este mundo corrupto y desafiar las leyes de la física elemental.
Esto no significa que debas haber jugado los otros 4 juegos de Metal Gear Solid para entender la historia, comodamente puedes asumir que cuando hablan de «los patriotas», se refieren a un grupo de interéses que planean el dominio mundial, las compañías militares privadas son mercenarios con un nombre menos feo y que todo lo que haces tiene implicaciones en algún plan maestro.
Algo interesante de la historia es que, en los primeros 3 capítulos, la historia cae en el cliché de «debo detener a los enemigos porque hacen cosas ruines y eso está mal, yo soy bueno porque lucho por la justicia» solo para tener un giro al estilo de Hideo Koijima, donde la realidad de la situación es más profunda y gris de lo que aparenta llegando a cuestionar la motivación de Raiden.
Ciertos aspectos mejoran, a diferencia del excelente Ninja Gaiden Black donde el combate es variado, requiere precisión y es gratificante. Aquí experimentarás frustración sobre todo en las batallas con los jefes si no aprendes a dominar el arte de bloquear en el momento indicado, a diferencia de otros títulos del género, bloquear no se hace con un botón sino que requiere atacar en una dirección específica en el momento idóneo.
Debo mencionar el «modo katana» que al activarse pone todo en cámara lenta y otorga el poder de rebanar casi todo lo que está a tu paso, este es un efecto de tiempo limitado por una barra que se rellena con cada golpe exitoso a los enemigos aunque más adelante en el juego en vez de servir como superpoder, se convierte en un botón de pausa para poder dar golpes fáciles hasta que cierta parte del enemigo se ponga azul y esto indica que puedes cortar esa sección. Lo que no es una mala decisión para subir el reto mientras progresas en el juego.
A pesar de que las premicias de algunas batallas con los jefes son ridículas donde imagino a los desarrolladores teniendo una discusión mas o menos así: «Tenemos un juego donde usas una espada ¿que tal si hacemos un jefe que pueda separarse en pedacitos para que no lo puedas atacar con la espada?» las batallas siguen teniendo un balance entre el desafío, estrategia, precisión y al final obtienes la satisfacción de sobreponerte a ese obstáculo, dando esa sensación de progresión y dominio del personaje.
Hay momentos que deben destacarse como cuando trepas un rascacielos de 3 kilometros simplemente corriendo mientras esquivas explosiones, pedazos de concreto para entrar a la recreación de un castillo medieval japonés de un magnate excéntrico dentro del edificio.
Algo que dejó con un sabor de boca mezclado es que en ciertas partes del juego si eres cuidadoso puedes escabullirte sigilosamente para evitar conflicto con los enemigos, pero la divisa empleada para mejorar tus habilidades se obtiene al eliminar más enemigos.
Puede que algunos se quejen de su breve duración (5 – 8 horas) pero si la relación tiempo-juego es lo único que te importa entonces te recomiendo juegar un MMORPG donde tu relación dinero-tiempo es infinita y no debes experimentar pequeños gustos como este juego.
La batalla final (sin spoilers) merece un lugar entre las batallas mas absurdamente geniales, podría describirlo como «peleas contra Estados Unidos», no el terreno, no su ejército, sino contra la ideología incluyendo la doctrina Monroe (América para los americanos), la ideología post-segunda guerra mundial, el mundo post 11 de Septiembre y Arnold Schwarzenegger.
En conclusión:
Metal Gear Rising Revengeance es un excelente spin-off de la saga donde un personaje se redime, la acción es intensa, la historia atrapa tu interés aunque los desarrolladores pueden aprender de algunos otros juegos del género para refinar el combate, que aunque no está roto puede mejorar y debe eliminar ese artilugio de su combate y pulirse.