[Reseña] Trainspotting

Choose Life, choose a job, choose a career, choose a family, choose a fucking big television… estás palabras son las que utiliza Mark Renton para darnos la bienvenida a su historia como drogadicto, sus supuestos amigos y, sobre todo, su elección de no vida; todo esto mientras de fondo se aprecian escenas diversas con cada personaje y Lust for Life de Iggy Pop, es así como Danny Boyle e  Irvine Welsh nos presentan Trainspotting.

Trainspotting es una obra literaria escrita por Irvine Welsh que años más tarde sería trasladada al cine por Danny Boyle con un elenco único con el fin de contar algo que para la época era un tabú, la vida de un drogadicto. El filme nos traslada a las oscuras y marginales calles de Leith, un distrito de Edimburgo donde radica Mark Renton (Ewan McGregor) quien siempre es acompañado de sus amigos: el visionario y egocéntrico Sick Boy (Jonny Lee Miller), el alma noble Spud (Ewen Bremner), el deportista Tommy (Kevin McKidd) y el buscapleitos Francis Begbie (Robert Carlyle). Todos ellos dan un toque único a su amistad al ser tan distintos entre si.

La historia de la película se narra en tres actos donde vamos viendo como Renton odia su vida, a sus supuestos amigos y el lugar donde se encuentra y hace de todo para alejarse de eso, pero al no poder elige la no vida, elige la heroína para perderse y aguantar su existencia gris, hasta que un cierto día decide alejarse de las drogas y descubre que su realidad es extremadamente superficial, relaciones aburridas, sexo casual para rellenar los vacíos y alcohol como pretexto para juntarse con esas aburridas y tóxicas personas a las que llama amigos, todo esto le toma de vuelta a la heroína pero ahora con un ligero cambio. Esta vez es en serio, pues no quiere volver a su realidad.

Es aquí donde la película comienza a tomar en cuenta a todos los personajes y les convierte en algo tridimensional, palpable, reconocibles ante el espectador pues, por la razón que fuere se conmueve, enoja y hasta entiende las razones de cada uno para vivir de la manera que vive.

Dejando de lado la historia para evitar más spoilers hay que mencionar que el guión tiene un gran peso en que la película sea buena, no solo porque es una historia fuerte, directa y atractiva donde todos los personajes se sienten reales si no también a que el mismo Welsh ayudó a la adaptación de su libro y, junto con Boyle dirigieron a cada actor sobre como debían ser sus personajes. Así pues, obtenemos a personajes únicos y auténticos que cuentan con una historia atemporal,pues, ya sea 1996 o 2016, el amor, el sexo, las drogas y los problemas de volverse adulto son una constante que permanece en nuestra sociedad.

Todo lo anterior es lo que le convierte en una película de culto y le da a Boyle la fama que tiene, sin olvidar que los actores también se ven nutridos de la misma al ser un referente en sus carreras, desde el egocéntrico y odioso Sick Boy hasta el adorablemente idiota Spud, Trainspotting nos presenta personajes que no quieren caer bien a la gente, personajes que son reales y que tienen una realidad de mierda que en ocasiones se embellece por distintos eventos o personas. Sin lugar a dudas, el trabajo de Boyle y Welsh se refleja en las actuaciones destacando las de McGregor, Carlyle y Lee Miller.

Del lado de la fotografía y efectos especiales tenemos algo muy extraño, si bien ambos ámbitos han envejecido de manera considerable, la fotografía y manera en que fue grabado el filme le dan un toque extra de soledad, locura y marginalismo gracias a sus oscuros pasajes y falta de luz en ciertas escenas, mejorando mucho los mensajes visuales de la historia y maximizando el golpe visual que quería dar el director en su momento. Esto es un arma de doble filo pues a unos les puede resultar grandioso mientras que al público más sensible, les causará un mal viaje y hasta les provocará repulsión en ciertas escenas. A final de cuentas, Trainspotting nunca ha sido una historia para todo público.

Por el lado de efectos especiales es donde el largometraje sufre más, es muy obvio que no se tenía el mejor presupuesto en ese entonces ni la tecnología pero aún así la escena de la desintoxicación se ve muy alterada por ese falso bebe o ciertas escenas donde los personajes alucinan pueden llegar a causar sentimientos encontrados gracias al tiempo que ha pasado desde aquel 1996, para su buena suerte, son contados los momentos donde este rubro llega a alterar la escena y para suerte del espectador no arruina la historia, incluso, a mi punto de vista, es bueno un poco de humor involuntario entre tanta densidad y odio hacia la realidad.

Por último tenemos el trabajo de sonido y banda sonora que es impecable pues cada golpe, cada transición y cada canción tiene un lugar y un fin, ya sea meternos en el viaje mágico que los personajes viven o en sus momentos más oscuros y llenos de soledad, cada sentimiento es perfectamente retratado en piezas musicales llegando al nivel de que cada escena se apropie de su banda sonora, algo difícil de lograr pero que aquí es muy bien logrado.

Al final Trainspotting es una película de culto no apta para todos pero que todos deben ver, el cinismo y realidad que maneja es único en su tipo y le convierte en el filme perfecto para entender la vida en esas épocas de transición a la madurez y sobre todo, entender que todos somos adictos a alguna cosa, sea la violencia, el alcohol, las drogas duras y sobre todo, a la vida misma.

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Eso es todo en esta ocasión, soy @Omarsdt, agradezco tu tiempo al leer esta reseña y espero tu opinión.