Como hemos platicado en reseñas anteriores, el cine francés se ha relajado mucho en sus exigencias a la hora de crear películas y podemos notar que varias de sus producciones han llegado a copiar las fórmulas de Hollywood en el afán de tener una cinta que entretenga, no solo a las audiencias europeas, sino también a audiencias de otros países.

Lo notamos con Amigos Invencibles y de ahí hemos visto muchas comedias que han intentado repetir el éxito de esa cinta como ¡Qué Tacaño!, Dos son Familia, Lolo: El Hijo de mi Novia y, en esta ocasión, ¿Me Amarás Cuando Despiertes? (Les chaises musicales).

Dirigida por Marie Belhomme, esta comedia incluye las actuaciones de Isabelle Carré (Amor al Primer Hijo), Carmen Maura (Volver), Phillipe Rebbot, Nina Meurisse y Laurence Cordier entre otros actores.

 

¡Mátenme!

Isabelle Carré interpreta a Perrine, una mujer que acepta cualquier trabajo y se ofrece para entretener igual a niños o a ancianos en fiestas. Uno de esos días, Perrine tropieza con un hombre distraído y lo hace caer en un contenedor, provocando que el hombre quede en coma. Esto hace que Perrine se sienta obligada a ayudar a este hombre que parece no tener a nadie que lo cuide, pero, en el intento, conocerá poco a poco más de su mundo y se irá enamorando de él.

La trama suena familiar y vaya que lo es, pues la historia es muy similar a Mientras Dormías (1995), solo que se cambia el entorno y la gente alrededor, en lugar de Chicago tenemos los pequeños pueblos de Bretaña, en lugar de una familia que se torna adorable, tenemos a un grupo de personas de que alguna manera u otra influyen en la trama, pero sin ser tan metiches y en lugar de una simpática Sandra Bullock, tenemos a una desesperada e histérica Isabelle Carré, quien pese a su dulce voz, parece en ratos estar desesperada por terminar la sarta de mentiras que termina provocando.

Y en la ejecución de la película notamos que su personaje, del cual no tenemos mucho trasfondo, hace tremendos esfuerzos por mantener la atención del público. Es cierto, los directores tratan de que sea el centro de los chistes y la vemos constantemente con trajes ridículos, como un Darth Vader sacado de una tienda de 10 pesos o trajes de chícharos o plátano (hasta en una botarga de oso), de ahí que en ratos parece que en esos trajes trata de ocultar los problemas que la actriz tiene para expresar bien a su personaje que es incapaz de matar a un ratón o tiembla de miedo ante una niña celosa.

 

Carmen Maura aporta su granito de arena en esta cinta.

El guion está prácticamente orientado para mostrar que el resto de los personajes tiene cierto impacto en la trama, pero, vamos, ni siquiera el segundo en conflicto, el hombre que queda en coma, tiene el suficiente impacto como para poder entender que Perrine está sufriendo cambios muy drásticos en su vida tras el accidente y, que a diferencia del personaje de Mientras Dormías, nos damos cuenta pronto que el esperado giro de tuerca que uno espera de cierto personaje inconsciente no funciona en lo absoluto.

Si bien está el clásico punto de «nuestro personaje cayó en su punto bajo» que podría invitar al helado de vainilla y llorar, no consigue conmover lo suficiente, tampoco los giros finales, salvo las escenas que Perrine tiene con un niño que aparece posteriormente en la cinta y unas escenas memorables, dadas por un sabueso eternamente atado a un cojín, la cinta se pierde en medio de un desorden creativo.

Debo reconocer que la cinta tiene en el trasfondo algunas referencias culturales interesantes, como la preferencia del hombre en coma a la música de los setenta, incluso reflejada en una playera que usa la protagonista como pijama (un disco icónico de John Lennon) o el poster del niño que está obsesionado con las estrellas (¿era eso Destiny?), y que terminaron llamándome más la atención que el resto de la cinta, es una pena que no hayan explotado más eso.

 

Tu cara cuando notas que el perro actúa mejor que el resto del elenco.

También se pueden agradecer algunos gags que la película suelta, como las escenas del asilo de ancianos o las penosas escenas del fisioterapeuta que permiten una risa fácil al público y que nos hacen olvidarnos un poco de la historia.

En cuanto a las actuaciones, fuera de Carré, hay muy poco donde excavar, quizá destacando Carmen Maura, que hace un personaje bastante desenfadado e incluso que da sus dos o tres dosis de líneas en español intentando ser una especie de figura materna para el personaje principal, un Armand Dulery que tiene dos o tres buenas líneas como un tendero afgano o el niño Camille Loubens quien da fuerza a la segunda parte de la cinta en su papel de Arsene.

De la fotografía, no hay mucho de que platicar, buenas tomas, buen uso de la iluminación, pero nada que podamos subrayar como destacado y en cuanto a la música vemos una buena dotación de música pop francesa e incluso un intento por agregar música clásica (un desafinado Canon de Pachelbel, en serio, ¿todas las comedias francesas tienen que tener su forzada dosis de «me sé un clásico»?) que sabe funcionar en una escena clave de la película.

¿Me Amarás Cuando Despiertes? es una comedia que apenas entretiene y cuando tienes la cinta Mientras Dormías como referencia, es claro que no hay mucho de dónde agarrar para destacar la cinta y es apenas una opción para una vuelta al cine si las cintas más destacadas no son tan apetecibles. Incluso podrías esperar a que salga en el cable sin cargo de conciencia.

 

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