“Un día lo recordaré. Recordaré todo lo que sucedió: Lo bueno, lo malo. Los que sobrevivieron… y los que no lo hicieron.” Después de seis películas, de 13 años y 1,031 minutos de veneración acumulada (mucho más si se cuentan las versiones extendidas), Peter Jackson ha concluido su homenaje masivamente remunerativo dedicado a J.R.R. Tolkien, con una película que puede ser la más puramente entretenida de cualquiera de la colección, y que sin duda, será una de las más recordadas de la saga.
Por mucho que El retorno del rey haya llevado la historia del Señor de los anillos a un éxtasis de acción y aventura, El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos hace honor a su nombre, y puede jactarse de haber llevado al máximo el uso de la tecnología moderna para crear una mezcla abundante de combate tremendamente variado y mordazmente divertido. Una cinta llena de acción, con momentos épicos, humor acertado y grandes personajes que lograrán llevarnos a la tierra media y no querer salir de allí, claro, algo que seguramente lograrán también es la recaudación de los 1000 millones de dólares en todo el mundo que cada uno de sus predecesoras hicieron.
Una de las frustraciones más grandes de las dos primeras cintas del Hobbit, es que tomaron forma individual en casi tres horas cada una para cubrir alrededor de 100 páginas del libro, y que aunque muchos sabíamos hacia donde se dirigía la historia, estaba claro que iba tomar un muy, muy largo rato para llegar allí. Si Un viaje inesperado era básicamente un ritmo lento y cansado de un caminar y hablar por horas en la pantalla de cine y La Desolación de Smaug fue una inmersión hasta la cintura en un mundo de peligros y un tanto soso de la Tierra Media; lo ya antes visto, no es para nada parecido a lo que encontraremos en esta tercera parte de la aventura.
La Batalla de los Cinco Ejércitos comienza exactamente donde La Desolación de Smaug culmina. El dragón se precipitaba hacia la Ciudad del Lago, Thorin Escudo de Roble se comienza a comportar de una manera un tanto extraña gracias a la “enfermedad del dragón” y Gandalf se balanceaba suavemente en una jaula de hierro en el castillo en ruinas de Sauron. Prácticamente de inmediato, nos sumergimos en una Tormenta de fuego y caos de proporciones grandiosas, con Smaug arrasando con la Ciudad del Lago y obligando a los habitantes a huir, las posibilidades y grandeza de Smaug se ven opacadas un tanto por ese abrupto corte de la segunda cinta y el inicio tan apresurado de la tercera, seguramente para los verdaderos seguidores será un poco decepcionante.
Uno de los inigualables momentos de los distintos hilos argumentales es ver a Cate Blanchett, Christopher Lee y Hugo Weaving apareciendo como una especie de equipo de superhéroes con un garbo increíble para combatir a Sauron, con una inesperada forma de mostrar estos acontecimientos, el director Jackson cumple su objetivo y complace a cualquiera de los seguidores más complicados.
En cuanto a Bilbo Bolsón, bueno, él no tiene mucho que hacer. Martin Freeman es tan simpático como siempre en cualquiera de las tres partes, pero a medida que Jackson cuenta su historia y va hilando eventos encaminados al colosal enfrentamiento entre orcos, elfos, enanos, humanos y más, es evidente que Thorin se convierte en el personaje central de la película. El director, por razones comprensibles, ha concentrado toda su ingenio cinematográfico en el sonido metálico de la espada y el rugido intimidante de las batalla.
Lo que vamos a disfrutar, entonces, y felizmente, es un poco menos de la historia de amistad, compañerismo y huida entre el grupo liderado por los enanos y mucho más acción incandescente de todos los personajes habidos y por haber en la Tierra Media. Tendremos a Legolas y Bardo asemejando a Guillermo Tell y Robin Hood, un melancólico Thorin señor de los enanos dirigirse al lado oscuro, horripilantes orcos y a Christopher Lee pateando traseros como ninguna otra persona de 92 años de edad podría lograr.
No importa que El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos sea la cinta más corta del sexteto, que existan romances cursis y sin sentido, que aparezcan criaturas de la nada para que convenientemente puedan montar los enanos o que las imágenes vayan a 48 fotogramas por segundo, Peter Jackson y su equipo hacen un increíble trabajo visual y le dan al público lo que esperan para la culminación de una aventura y el inicio de una épica historia.
Título original: The Hobbit: The Battle of the Five Armies
Director: Peter Jackson
Duración: 2 hr. 24 min.
Fecha de estreno: 11 de diciembre de 2014
