¿Qué hicimos para merecer un juego como Sonic: Rise of Lyric? ¿Por qué nos castigas, SEGA? Uno se acerca con la esperanza de encontrar algo rescatable y se encuentra con un juego de licencia, y no uno más del montón, un terrible juego de licencia, incluso para los estándares de un título del estilo.
Mencionen el aspecto que quieran, Rise of Lyric falla en cada uno de ellos. Comencemos con la lista de desgracias:
¿Mecánicas? Ya sean sus secciones de plataformas, las de acción o las de exploración, todas están llenas de bugs y se sienten repetitivas y aburridas. El combate es repetitivo, la cámara es muy incómoda y el diseño de niveles no ayuda en nada. Al contrario: es soso, simplón y lleno de fallos; los puzzles son facilísimos, no tienen nada de cerebro detrás.
El cambio de personajes se siente muy forzado y es demasiado superficial: Tails flota, Knuckles escala y pega fuerte, y Amy tiene un mazo y puede saltar tres veces. ¿Y Sonic? No puede correr. No, en serio, Sonic no corre, no puedes hacerlo ni siquiera con un botón como en Lost World; los chicos de Big Red Button decidieron quitarle parte de su identidad como personaje en cuestión de mecánicas. Pero ¡hey! al menos le dieron una pashmina, ¿no?
Lo único rescatable de este punto son las secciones en 2D, que también son muy malas, pero brillan en un producto tan espantoso como éste. Pueden llegar a ser divertidas, pero también están mal diseñadas y no se sienten en lo absoluto como de un juego de Sonic.
¿Técnicamente? El juego se ve terrible, parece un port directo de un juego de la generación del PlayStation 2, y eso es echarle muchas flores. Las texturas están para llorar, se ve que no le pusieron la más mínima atención a procurar que se vieran bien; ya no digamos cuestiones de iluminación o física. Ya sería pedirle mucho a un producto que apenas se puede jugar. Por si esto fuera poco, en las partes rápidas (que son reducidas a un runner mal hecho que bien podría haber salido de móviles) el frame rate llega a caer considerablemente, y los tiempos de carga son largos, sobre todo considerando lo poco que tiene que cargar. Esas texturas no deberían tardar mucho (o más bien nada).
¿Y la narrativa? La historia es la más simple y cliché que se puedan imaginar. Sonic y su banda liberan al malo, éste quiere destruir el mundo pero necesita unas piezas para su arma mortal, Sonic y su banda tienen que conseguir esas piezas antes que él. Fin. Vamos, ya ni porque está basada en una serie de televisión le pudieron hacer una trama interesante, ni en eso le pusieron un poco de empeño.
¿Los diálogos? Al principio me parecieron curiosos, después de quince minutos quería ponerle mute al juego. Los personajes no se callan, todo el tiempo están narrando lo que están haciendo. «Me gustan los aros» mientras tomas unos aros, «Nada como saltar» mientras estás saltando, «A toda velocidad» mientras estás en las partes rápidas. Esto una y otra y otra vez, hasta el cansancio. Hasta te dan pistas de los ya regalados puzzles: «Tal vez deberíamos presionar ese botón» al lado del gigante botón verde que es obvio que debes presionar.
Sonic Boom: Rise of Lyric no sólo es el peor juego que he jugado en el año, es uno de los peores que he jugado en mi corta vida. Denle el premio al juego de la década a Superman 64, mención de excelencia a Sonic 06, y vámonos a casa. Este juego falla en todos los aspectos, en todos y cada uno. Mi justificación para la calificación es: un punto por las secciones en 2D, medio punto por los quince minutos que los diálogos me parecieron chistosos. Nada más. Un infierno de juego, no se le acerquen ni por accidente.
Calificación: 1.5 (uno punto cinco).
