Mucho se debatió si Resident Evil 7: Biohazard era una acertada manera de traer de regreso la franquicia a lo que generalmente se les conocía como “Las bases del terror”. Ciertamente lo es: Si lo comparamos con el primer RE de 1996, nos encontramos en una casa bastante amplia con elementos de rompecabezas bastante elaborados, enemigos agresivos provenientes de un virus creado por una farmacéutica malvada; pero ahora con una perspectiva de primera persona. Si bien la franquicia ha pasado por innumerables cambios y mejoras, es en sus puntos de quiebre, de evolución, donde podremos apreciar algo innovador y que siga manteniendo a la saga con vida, o si se va diluyendo en algo que posiblemente no sea del agrado de todos. Es por eso que cuando se anunció Village resultó ser una sorpresa que se sentía bastante familiar. ¿Es entonces Resident Evil Village un digno sucesor de todo lo ya establecido por 25 años?

Una vez más Ethan Winters se ve envuelto en una pesadilla a tres años de los eventos de Luisiana, pero ahora las cosas son diferentes: Mia Winters ha sido asesinada por Chris Redfield, y su hija, Rose, fue secuestrada por una fuerza desconocida. Esta tragedia lleva a Ethan a una Villa gobernada por 4 Lores que asisten a una enigmática mujer conocida como Madre Miranda. Es así como nuestro protagonista debe proteger a su familia una vez más y descubrir el secreto de este pueblo dominado por pesadillas hechas realidad.

Una de las características de los remakes de Resident Evil 2 y 3 es haber reunido los mejores elementos de sus respectivos tiempos, siendo el segundo la recopilación del terror tradicional, y el tercero lo mejor de sus elementos de acción dentro de la franquicia. Village, en ese sentido, adopta lo que la séptima entrega estableció con su perspectiva y control en primera persona, así como una sutil combinación de elementos de terror clásico, pero no necesariamente dentro del campo de videojuegos: Las leyendas de terror y cuentos de brujas, vampiros y hombres lobo se combinan con la temática bio-terrorista para extender un poco la temática de diversas criaturas que hemos visto durante 25 años, lo que nos da un acercamiento a cómo serían estas pesadillas en la era moderna.  

Como mencionamos previamente, la mecánica de juego es similar a Biohazard. La perspectiva en primera persona nos da una limitada ventaja contra los enemigos que se encuentran a nuestro alrededor, lo cual es implementado de forma intencional para optimizar la experiencia de juego de manera correcta. La munición, como es tradición, suele ser escaza, sobre todo cuando tus enemigos se mueven de manera irregular y fallas tus disparos constantemente. Para que eso ocurra en menores situaciones de riesgo, podrás mejorar tus armas e incluso adquirir variantes más poderosas. Fiel a la franquicia, hay muchos sitios que debes revisar constantemente, incluyendo zonas que se desbloquean al progresar, así que si sientes que hace falta algo por ver, seguramente te darán las llaves u objetos necesarios una vez que hayas pasado por ciertas zonas o enfrentado incluso a cada Boss.

Los escenarios resultan ser bastante variados, y aunque el backtracking sigue estando presente, verás un cambio en la iluminación e incluso modificaciones en el mismo pueblo, que, dicho sea de paso, luce bastante bien en las consolas de nueva generación. Los acertijos y los caminos que tomaremos para avanzar, si bien no son tan lineales como en otros juegos, si tiene caminos bien marcados para que vayas de principio a fin en tu a ventura. El juego te recompensa si piensas por adelantado, ya que puedes atreverte a tomar una ruta alternativa y encontrarás más recompensas o peligros por igual. Tomando en cuenta las inspiraciones que tienen los juegos anteriores, Village toma y adapta bastantes mecánicas, escenarios, e incluso enemigos de Resident Evil 4, lo que podría interpretarse como una pequeña reinvención de lo vivido hace ya 16 años.

Comenzando con las mecánicas, nos encontraremos con un personaje que forma parte de la historia de una manera un poco más especial a la del Buhonero original, pero sus funciones serán básicamente las mismas. El Duque, como se le conoce, es un mercader que ofrece sus servicios a nuestro favor con la optimización de armas como mencionamos previamente, manuales de construcción, así como el espacio para vender los tesoros que dejan nuestros enemigos al caer, o incluso de acertijos especiales ubicados en cada zona. Se implementó también un sistema de cocina que sirve como upgrades para Ethan, mejorando su salud básica, resistencia a ataques, respuesta rápida, y otras habilidades. También ofrece mejoras en nuestro espacio de inventario, todo aquel que sea un organizador compulsivo podrá disfrutar de los tradicionales bloques que ocupa cada objeto, y mientras te mantengas bien organizado, podrás llevar todos tus recursos vitales como frascos de salud.

Biohazard no se destacaba por tener enemigos bastante memorables, pues los más comunes se limitaban a los llamados Holomorfos, y sus respectivas variantes. En Village si encontraremos diferentes enemigos y, que al igual que RE4, evolucionan con comportamientos menos erráticos y hasta más letales, pues en avanzadas zonas del juego si podrían drenar una buena cantidad de salud. Incluso hay un enemigo que me recordó a los famosos Regeneradores y que tienen una manera similar de ser derrotados. Los combates pueden suceder en cualquier momento, y mientras sepas moverte y cuidar bien tus recursos, las peleas podrán resultar bastante favorables, pero si de lo contrario te encuentras rodeado, es probable que pases un mal rato. Sobre los Lores, que funcionan como los principales jefes, resultó un poco decepcionante que, al menos de parte de las hijas de Lady Dimitrescu, hayan sido combates bastante cortos y con una forma de resolverse que dejan mucho que desear. No es el mismo caso con los Lores principales, pues tienen cada uno sus respectivas sorpresas, pero son batallas que si pueden estar a la altura de los clásicos títulos de la franquicia tanto por su presentación como por su estrategia de combate.

El apartado técnico es espectacular. Sabemos que vivimos en una situación bastante complicad ay el desarrollo de un videojuego debe tener bastantes fases para entregar un producto estable pero sobre todo, destacable. Village es exactamente eso, un juego que aprovecha su motor gráfico RE Engine a la perfección y se aprecia mucho más en sistemas PS5 y Series X con tiempos de carga inexistentes. Si en su momento ver la textura de la piel y el pelo de los personajes era un deleite, aquí se ve más dominado todo, incluso destacando más que en el remake de Resident Evil 3. El manejo de Ray-Tracing también comienza a ser una tendencia que se aprovecha para dar un nivel de inmersión mayor.

Durante las ocho horas de juego todo fluía de manera correcta hasta cierto momento con el encuentro del último Lord que se extendió bastante. En todo ese tiempo pude también aprovechar un poco de las cualidades de su modo foto, que tiene las herramientas básicas de captura y control de la imagen. También como en los nuevos títulos de Resident Evil, ciertas recompensas se desbloquean con puntos que obtienes tras realizar ciertas acciones específicas. Estos te permitirán desbloquear diseños y modelos de arte, figuras de los personajes, armas y equipo especial para una nueva partida. También se desbloquea tanto una dificultad elevada, y el tradicional Modo Mercenarios. El objetivo, como siempre, es realizar la mayor cantidad de bajas consecutivas en el tiempo delimitado. Durante escenarios podrás tomar un momento para mejorar tus armas y verificar que nada falte a la batalla.

En materia de sonido, Village es perfecto. Estamos frente a un juego que si o si debe ser visitado enteramente con audífonos. Independientemente de que cuentes con audífonos compatibles 3D, el diseño de audio y voces es espectacular: Las frases del Duque mientras prepara tus armas, el jadeo constante de Ethan, las pisadas de Lady Dimitrescu resonando por todo el castillo, los aullidos y lamentos de las criaturas de la noche, hasta una sencilla rama quebrada es algo que se ha trabajado de forma minuciosa.

Finalmente, hablemos un poco del terror que produce Village en el jugador. La característica de cada Resident Evil es que encontremos momentos de urgencia donde nos sintamos acorralados, indefensos e incluso limitados por más que tengamos un cargador de balas completo. Subjetivamente hablando, el juego si tiene momentos bastante predecibles pero no por eso menos disfrutables. Personalmente me encontré bastante incomodado por un segmento que es 100% terror japonés y que hasta podría ser considerado sobrenatural, pero tampoco es una parte que se meta en temas de misticismos o sectas satánicas de pueblos olvidados. Las peleas contra los jefes, como dije previamente, son los momentos que mejor me llevo, pues sentía la naturalidad de cada momento y la forma en la que se van ensamblando las piezas, y todo tiene una respuesta, incluyendo la extraña condición de Ethan de ser un superviviente nato en situaciones que cualquier otra persona sufriría de maneras inimaginables.

Resident Evil Village es una completa extensión del trayecto que comenzó Biohazard. Funciona como un buen complemento, una interesante forma de extender un universo ya establecido con un virus, parásito u hongo letal. También es un pequeño homenaje para los fanáticos del cuarto juego que le harán recordar en más de una ocasión nuestros primeros pasos en una Villa donde no eres bien recibido.