Ripstone, las personas atrás de simuladores de entretenimiento como Pure Pool, nos trae la experiencia de disfrutar el mundo del ajedrez en consolas, plataforma que pocas veces se le da difusión o explota, en un juego que realmente es de nicho.
Pure Chess tiene el objetivo de que derrotes a tu oponente, mediante partidas de ajedrez (si vives debajo de una roca, el ajedrez es un bello juego con un tablero 8×8 en donde tu deber es dejar sin movimientos al rey oponente, mediante el uso de las distintas piezas con movimientos únicos).
El juego emula la longevidad de una partida de ajedrez, cada una te puede llevar de 30 minutos hasta más de una hora.
Aprender ajedrez no es sencillo, si bien el movimiento de las piezas es relativamente sencillo de aprender, jugadas más precisas, como aperturas si te llevará más tiempo. Pure Chess cuenta con unos tutoriales que te adentrarán desde lo más básico hasta diversos desafíos que entrenarán una mente en la solución de los distintos escenarios. Cabe destacar que cuenta con más de 100 desafíos, pero eso no es sinónimo a la grandeza que es el aprendizaje en libros o que te adentres por tu cuenta en el mundo del ajedrez.
Uno de los problemas de jugar ajedrez es que, en la vida real, no todos compartirán tu pasión, o no estarán al mismo nivel. Es por ello que Pure Chess se ajusta, ya que, si eres jugador solitario, podrás jugar contra la computadora, ajustando la dificultad según tu nivel, abarcando 10 niveles distintos de dificultad y disfrutar uno de los tres torneos disponibles para ti. En contraparte, si tienes compañeros que amen el ajedrez, podrás jugar en línea y localmente.
En el modo en línea, podrás elegir competir con un amigo, una persona al azar vía matchmaking o enfrentar a un antiguo rival.
Las partidas las podrás configurar con opción de poder o no deshacer tus movimientos, un modo contrarreloj o que, al seleccionar una pieza, te indique los posibles movimientos a realizar.
En el aspecto visual, se enfoca principalmente en el manejo de luces y texturas, las cuales lucen increíbles, pareciera que estás jugando en un tablero de verdad, ya sea de ónix, cristal, madera u otros materiales. Como fondo, podrás escoger uno de los tres escenarios disponibles, si bien son limitados, no tienen importancia porque te enfocarás en el tablero.
El gran fallo que tiene el título es su modo online, te permitirá tener seis partidas simultaneas, pero son aburridas y tediosas, ya que no verás la acción en tiempo real como todo buen multiplayer, sino que es una acción asíncrona, por lo que estarás en la espera de loading screens, esperar mucho tiempo para que muevan un peón y demás, que rompe totalmente con la experiencia de juego.
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