Tengo que aceptar que no soy de las mejores personas para reseñar este tipo de juegos ya que no me gusta torturarme jugando con dificultades altas y sistemas de combate un tanto complicados, como es el caso de Dark Souls, y Pharaonic me hizo pasar varias horas de sufrimiento continuo. Pharaonic es un juego desarrollado por Milkstone Studios, y cómo ellos lo indican, retoman varios puntos importantes y características de Dark Souls, y nos entregan un juego rápido en 2.5D, en el cual deberás caminar de lado a lado y cambiar entre planos.
Pharaonic se desarrolla en el antiguo Egipto, y narra la historia de una ciudad liderada por el Faraón Rojo, Ahmosis I, el cual ha gobernado durante cientos de años debido a que consiguió volverse inmortal mediante el uso de magia. La historia comienza contigo, siendo revivido por una de las Hijas de Ishtar, un grupo de magas con distintas habilidades, y aquí comenzará tu aventura por descubrir la verdad detrás de Ahmosis I.
Si bien la historia suena interesante, el juego falla en atraparte en tu papel de “Salvador del Pueblo” al dejar tu historia sin una base fuerte o sin un motivo real por el que debas seguir el camino indicado. Conforme vayas avanzando, deberás hablar con los NPC para poder ir descubriendo fragmentos de lo que está sucediendo en la ciudad. Esto se vuelve bastante tedioso después de un par de encuentros, ya que los diálogos genéricos y con poca información no valen la pena.
En cuanto a la jugabilidad, si bien Milkstone Studios logra implementar el estilo de combate de Dark Souls en un juego lineal y hacerlo más rápido, el sistema de mejoras y subida de nivel ralentiza demasiado la jugabilidad, ya que tienes que mejorar tus capacidades para utilizar equipamiento con puntos que vayas encontrando en cofres y por recompensas, los cuales no son nada comunes. Una vez que hayas mejorado tus diferentes habilidades, podrás utilizar equipamiento de mayor nivel, el problema es la cantidad de habilidades que debes mejorar, ya que se dividen en pesadas y ligeras, y cada categoría se divide en casco, pecho, muñequeas, rodillas, zapatos, arma, escudo y magia, lo que nos deja con 16 habilidades que podrás mejorar. Por lo que desde el principio deberás elegir en que te especializarás.
El juego es bastante rápido y ágil, pero, al igual que en Dark Souls, te encontrarás con enemigos con distintos ataques ligeros y fuertes, los cuales, al solo enfocarte en una habilidad, afecta mucho la jugabilidad entre tipos de ataque y defensa contrarios. Así que los tipos de ataques y las habilidades estás bastante desbalanceadas.
Los escenarios son un tanto amplios y dan partida a ese sentido de exploración, además de que dependiendo a donde te dirijas, podrás encontrar desde enemigos hasta grandes recompensas, por lo que siempre deberás explorar cada rincón de los escenarios.
En cuanto a las gráficas, aunque son agradables a simple viste, no son nada del otro mundo. Además de que la paleta de colores utilizada se centra en el color naranja, con el fin de recalcar el hecho de estar en un desierto en Egipto, pero también causa que casi todo se vea muy monótono.
Y finalmente, la música, uno de los aspectos que podría considerarse mejor realizados ya que utiliza bastantes ritmos con base en los tambores, asemejando la música proveniente de donde se desarrolla la historia. Además de esto, la música le agrega un dejo de emoción a las peleas, agilizando la jugabilidad y la forma en que actúes, al mismo tiempo que le da un toque misterioso a los entornos.
En sí, Milkstone Studios nos presentan una interesante oferta, que poco a poco se va desbaratando poco a poco por su historia simple y su sistema de mejoras y peleas desbalanceados. Si son aquellos a los que le encantan los juegos al estilo Dark Souls, tal vez quieran darle una oportunidad a este juego, ya que hace un buen trabajo en tomar características de este juego y crear uno más rápido.
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