La mayoría de las cintas que utilizan a perros como protagonistas, tienden a abusar del hecho de que mucha gente tiene o ha tenido anteriormente apego por alguna mascota. Desde la famosa saga de Lassie -posiblemente el canino más famoso del mundo-, iniciando por La cadena invisible con la espectacular Elizabeth Taylor, como Priscilla, y pasando por filmes animados como La Dama y el Vagabundo y Los 101 Dálmatas. Pero fueron cintas como Hachikō Monogatari y su adaptación occidental Siempre a tu lado, Hachiko, las que nos hicieron llorar a mares, pegando directo en el kokoro.

Sin embargo, ninguna de las anteriormente mencionadas, a excepción de las animadas que le otorgan un toque de humanidad a los personajes, había recurrido a contar la historia desde el supuesto punto de vista del perro. La razón de estar contigo, dirigida por Lasse Hallström, es la adaptación de la novela del escritor W. Bruce Cameron, quien además participó activamente en el filme junto a un grupo de experimentados guionistas.

La cinta habría sido todo un éxito en taquilla, si no fuera porque hace algunas semanas se filtró un vídeo en redes sociales, que se viralizó y llamó la atención de grupos animalistas, como PeTA (People for the Ethical Treatment of Animals), quienes pidieron boicotear el estreno. Cuando menos, lograron su objetivo en dos puntos: darle una mala fama al equipo encargado del manejo de los animales y limitar el número de asistentes a las salas cinematográficas. Como añadido, en los sitios que cubren reseñas públicas como IMDB y Rotten Tomatoes, la turba destrozó su reputación. Ir al cine bajo estas circunstancias, se había convertido en una apuesta perdedora.

Pero, hace unos días el equipo encargado del manejo de los caninos durante el rodaje del largometraje, la American Humane Association, se expresó sobre el incidente tras conocer los hallazgos oficiales de la indagación. «El vídeo fue deliberadamente editado con el fin de engañar al público y alimentar la indignación”, dijo un portavoz del colectivo. Así es, una buena parte del vídeo viralizado (sobre todo aquellas escenas más crudas y que manifestaban un cierto grado de maltrato) había sido fabricado con efectos CGI. No, ni siquiera se trataba del canino en cuestión, que conoceremos en la cinta bajo el nombre de Ellie. Era simplemente un montaje hecho por computadora, diseñado para dañar deliberadamente la reputación del equipo. Las escenas en donde se percibe la renuencia del perro a saltar habían ocurrido un poco antes de que este saltara, por su propia voluntad. De hecho, los entrenadores tuvieron que detener a Ellie, pues estaba muy entusiasmada por dar el salto al agua. Era sólo que ella prefería el lado izquierdo del set, al derecho.

Varias preguntas saltan entonces. ¿Por qué si el objetivo era detener el maltrato animal en la cinta, no se actuó inmediatamente?, y ¿por qué la persona que lo grabó hizo un montaje, para lanzarlo a las redes sociales, cuando ya se había anunciado la fecha de estreno del filme, más de un año después de que se grabaran dichas escenas? Creo que las respuestas son obvias… porque detrás hay alguien con interés de que a esta cinta le vaya mal, y lamentablemente, logró su objetivo. Creo que nunca sabremos cual fue esa hidden agenda que tuvo quien difundió el vídeo fraudulento, pero está en nosotros que se rectifique y se le dé el justo peso que debe tener La razón de estar contigo. Y para eso, hoy les traigo la honesta reseña de este lindo filme.

A Elliot le permiten tener una mascota, luego de que halla a un perrito abandonado. Su nombre será Bailey.

La cinta inicia con el protagonista en voz en off. Pronto nos damos cuenta que quien habla, es un perro golden retriever abandonado. Por suerte conoce a un amigo, Elliot, quien le ruega a su madre adoptarlo. Luego de llegar a un acuerdo con su padre, el chico se hace responsable del animal. Todo esto lo vemos a través de la divertida perspectiva del perro, cuyo limitado lenguaje y entendimiento, le hace cuestionarse varias cosas curiosas. Durante la vida de Bailey, pasarán muchas cosas interesantes, algunas simpáticas, otras estimulantes, y unas pocas dramáticas y tristes. Pero hay una constante en la vida de este perro: la fidelidad a su amo y el amor que se tienen mutuamente.

La vida tiene un final ¿verdad? Pero es aquí donde comienza la magia, pues en La razón de estar contigo este perro reencarna, recordando todo de sus vidas pasadas. La cinta cubre cuatro historias: la vida de Bailey junto a Elliot y su familia, su manada -como él le llama-; su segunda vida como un pastor alemán, Ellie, una perro policía; su vida sencilla al lado de una chica solitaria, como un Corgi galés de Pembroke (que me recordó mucho al anime Cowboy Bebop) llamado Tino, y finalmente como Waffles, un híbrido que es adoptado por una pareja que finalmente lo abandona.

Aunque la cinta podría parecer trágica en algunos instantes, con cada una de las muertes de Bailey y por sentirse en ocasiones tan nostálgico por el pasado, ese que recuerda por medio de olores, es precisamente esto mismo lo que lo humaniza. El dolor no exclusivo de los seres humanos, ni la consciencia, y uno de los objetivos en sensibilizarnos a todas esas posibilidades que nos parecen tan extraordinarias y lejanas, por el hecho de estar abstraídos de la realidad por nuestras necesidades y vicios. Una de estas posibilidades, la reencarnación, que al no ser exclusiva del mundo de los hombres, rompe el molde, y sin embargo no suena tan descabellada después de leer algunos casos particularmente sorprendentes que han sido documentados en la historia.

Aún así, el gran objetivo primordial es reconocer la importancia que tienen en nuestras vidas estos animalitos, tanta que se convierten en parte de nuestra familia. Además, la cinta va más allá al mostrarnos el propósito de las mascotas: su objetivo no es sustituir a alguien que nos hace falta, sino ocupar el lugar de alguien a quien integramos en nuestra vida, de la misma forma en que ellos nos aceptan como parte suya.

Y un verdadero milagro sería reconocernos mutuamente.

Algunas personas podrían pensar que las actuaciones no estuvieron a la altura del proyecto o que la cinta no hace justicia a la novela, y puede que tengan un punto. Pero, honestamente, yo centré tanto la atención en el personaje principal, que el resto no me pareció discordante. En varias escenas terminé con el rostro humedecido, porque sé lo que es perder a una mascota, incluso aquellas que no puedes llevar a casa pero que alimentas cuando tienes la oportunidad y les brindas unos cuantos minutos de compañía y caricias. Y verlos irse, nunca ha sido lindo… Por eso es que comprendo el objetivo final de esta cinta, que es darnos esperanzas. Nadie sabe lo que hay después de esta vida. ¿Los volverás a encontrar? Quien sabe, nadie puede negarlo ni asegurarlo.

En cuanto a los animales, hay que aplaudir el manejo de los mismos. Fueron muy bien entrenados, y contrario a lo afirmado por PeTA, no se le notaba para nada estresados. La musicalización, los efectos de sonido, la fotografía, fue simplemente la adecuada.

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