¿Qué tanto nos puede afectar la pérdida de un alguien cercano, aún cuando ese alguien se alejó de tu vida y se fue por la puerta falsa?
El Valle del Amor es una cinta francesa que se grabó en California, para ser más exactos en El Valle de la Muerte, una zona desértica con imponentes paisajes, calor extremo y el detalle de su tierra firme está a cinco metros bajo el nivel del mar. Esta cinta marca el reencuentro de Gérard Depardieu (Cyrano de Bergerac) e Isabelle Huppert (La Pianista) tras haber filmado LouLou hace 36 años. Ambos son dirigidos por Guillaume Nicloux (La Religiosa).
El Valle del Amor nos cuenta la historia de dos actores y padres divorciados, Gérard e Isabelle. Ambos llegan al Valle de la Muerte a petición de unas misteriosas cartas póstumas de su hijo que murió en Estados Unidos. Ambos llegan con diferentes objetivos, uno, demostrar que su hijo ya está muerto y darle vuelta a la página y, la otra, tener la posibilidad de ver a su hijo por última vez.
El cine europeo siempre ha sido un problema de comprensión. Alejado de la presión de los productores, los directores tienen más libertad de ignorar la estructura común de una película y más que definir un inicio y un fin nos meten a los hechos. Nicloux, con un estilo hollywodense, intenta contarnos la historia en varios episodios, con un prólogo y un epílogo, algo poco común en el cine europeo, pero este experimento a la larga nos deja más perdidos por momentos.
Y no solo eso, la estructuración tan precisa de su historia y las tomas tan largas en algunas de las escenas, nos dejan notar una cinta a la que le falto ángel al momento de expresar el sentimiento que el director quiere imprimir y que nos da, aparte de una excelente fotografía, una especie de guía turística macabra, aderezada con las constantes discusiones entre los dos personajes de la película.
Además Nicloux peca mucho al meter tomas muy largas de escenas que realmente pudieron ser quitadas en la sala de edición como la aburrida escena inicial de la cinta o los detalles «sobrenaturales» que de pronto aparecen y se exploran poco. Claro, ahí también tenemos ese constante diálogo e interacción entre los dos personajes principales que realmente da poco espacio a otros personajes, como un chino que decide ayudar a la pareja en un momento de crisis o el turista ofendido por un autógrafo mal hecho.
A pesar de que los dos personajes están separados, ambos tienen sus problemas y sus razones para cumplir o no cumplir lo que su hijo pidió en sus cartas. Vemos a un Depardieu que se esfuerza mucho, pero no por sostener a su personaje, sino por sobrevivir a la filmación, pues la mayor parte del tiempo su personaje esta jadeando y sudando y en ratos se quita la camisa playera para contrarrestar el calor, nada malo sería si Depardieu no estuviera tan gordo.
Quitando la imagen física, Depardieu sabe sostener sus escenas y le da a su personaje ese tono sarcástico y sincero que requiere para retratar un hombre que intenta ser fuerte, pero que tiene algunas debilidades que no quiere que Isabelle sepa. No es lo mejor de su carrera, pero el actor francés sabe vendernos a su personaje.
Isabelle Huppert no se queda atrás y domina su personaje de principio a fin como una mujer obsesionada por cumplir lo que su hijo pidió mientras tiene que lidiar con la mala señal de su teléfono y los problemas familiares del otro lado de la línea. Huppert logra aprovechar muy bien el abanico de emociones que tiene que demostrar a lo largo del filme y logra muchos momentos con toda naturalidad.
El Valle del Amor tiene buenas actuaciones, buenas intenciones, buena fotografía, pero su guión y dirección terminan causando que la película resbale mucho en el peligroso terreno del aburrimiento. Sinceramente vemos una estructura en su forma de filmar tan rígida que es fácil predecir que le pasará a sus personajes en el siguiente episodio de la trama y no sea capaz de explorar del todo las razones porque el hijo suicida los llamó ahí, dejando incluso un final un tanto anticlimático.
La cinta suena más para verla en un canal de cable que para ir a verla en el cine, pero alguien que haya sufrido una pérdida grande en su vida o que este pasando por ese proceso se sentirá identificado con esta película.
Agradecemos a Servifilms en Monterrey y a Icunacury Acosta IQ en Guadalajara por la invitación a las funciones de prensa en ambas ciudades.
[marstheme_review post_id=»119903″]
