Kung Fu Panda tuvo una muy buena primer entrega y una segunda bastante decente, pero después de su llegada a la TV con La leyenda de Po, no esperábamos que hubiera una tercera entrega, o por lo menos no la esperábamos en cines. Podría haber llegado a formatos digitales, como DVD y BluRay, o incluso estrenarse en alguna de las tantas plataformas de VoD, como Netflix. Y es que es común que cuando se traslada una franquicia a medios abiertos, los siguientes largometrajes sencillamente no logran ser taquilleros y motivan a las compañías a obtener su retorno de inversión por otros medios. Dicho lo anterior, la sorpresa no era que Kung Fu Panda 3 llegara a las marquesinas, sino que diera el hitazo y rompiera, posiblemente, con nuestras bajas expectativas. Al menos esa fue mi impresión desde el momento en que vi el tráiler.
Han pasado los meses y al fin se ha estrenado esta nueva entrega que va de las andanzas de este simpático y bonachón personaje que conocemos por el nombre de Po, y cuyos compañeros conocidos como los cinco furiosos, Tigresa, Mono, Mantis, Víbora y Grulla, siguen al maestro Shifu y tratan de mantener en orden el mundo en el que viven. Pero acompáñame si deseas conocer aún más los detalles de esta propuesta que cierra un ciclo y una trilogía bastante respetable.
La primera gran variante de Kung Fu Panda 3 es la dirección que toma el relato. Aquí ya no estamos ante el alumno torpe que con el paso del tiempo y las enseñanzas de su maestro y sus compañeros se da cuenta de su potencial como Guerrero Dragón. Po ha traspasado la barrera del alumno a los ojos de Shifu, y debe comenzar su camino como maestro en las artes marciales. Aprender a ser alumno no es difícil, lo difícil es convertirse en maestro, y para Po no hay verdad ni reto mayor que este. Instalado en su zona de confort, no atina a entender cúal es su nueva labor y cómo desempeñarla adecuadamente y, mientras tanto, un peligro acecha en el mundo de los espíritus, en donde un antiguo guerrero comienza a apoderarse del chi de cada uno de los maestros del kung fu. En su confusión, Po se retira a la calidez del hogar, sólo para encontrar un alboroto causado por un personaje que volverá esencial en su nueva búsqueda, y la nueva oportunidad que espera el mundo para no ser avasallado por el desconocido peligro que los acecha.
Sin ir más allá en la descripción de la historia, por respeto a nuestros lectores, Kung Fu Panda 3 destaca en varios apartados. Su historia, aunque no es ajena del todo a la cosmogonía que suelen reflejar las cintas de origen oriental, sí nos plantea un giro apenas comienza, el cual se convertirá finalmente en el mayor reto del protagonista. El problema ya no es ser iniciado, sino ascender al lugar que le corresponde. Se trata de una transformación casi tan radical como la metamorfosis de la oruga, y para ello se requiere obtener ciertos conocimientos que sólo pueden entenderse cuando han sido experimentados. Aquí es donde el personaje que se convierte en una felicidad para Po, Li Shan, su padre biológico*, entra en juego (en la búsqueda del yo, de la identidad).
Por supuesto, aunque la película tiene como centro a Po, no nos impide disfrutar a los demás personajes. No hace falta decir que todos tienen cierta participación en las escenas, que nos deja conocerlos y/o recordarlos. Tenemos al Sr. Ping, padre adoptivo de Po, quien ahora nos muestra una etapa desconocida de su personalidad, o entre los nuevos personajes a una panda muy directa y coqueta que conoceremos por el nombre de Mei Mei, y por supuesto, el villano de la película, Kai. De todos veremos un poco, lo que se me hace un balance muy agradable en una narración muy bien elaborada.
Evidentemente, no podemos hablar del desempeño de los talentos de doblaje originales, porque las cintas para niños no llegan a los cines nacionales más que redobladas por ley. Así que tendremos que esperar a que la cinta se libere en formatos digitales para escuchar al buen Jack Black, Bryan Cranston, J.K. Simmons, Dustin Hoffman, Angelina Jolie, David Cross, Jackie Chan, Wayne Knight, Seth Rogen, Lucy Liu y Kate Hudson, entre otros, para disfrutarla como desea un buen cinéfilo. Claro, esto no significa que los star talents y actores de doblaje nacionales hayan hecho un trabajo deficiente en la versión local. Al contrario, creo que es muy disfrutable y los chistes se entienden de mucho mejor manera para aquellos que no están familiarizados con los gags anglosajones.
Hablando ya de los aspectos técnicos, la animación luce mucho en esta ocasión. Se nota el salto generacional entre las gráficas de hace cinco años y las actuales. Esto involucra un tanto más de tiempo de producción. Es visible el esfuerzo que hizo Dreamworks para cerrar con broche de oro su trilogía. En el apartado musical, la unión entre la música tradicional china y temas más modernos, como Kung Fu Fighting de Carl Douglas, logran destacar portentosamente en el trabajo de los especialistas en mezcla de sonido. Sin duda, Kung Fu Panda 3 tiene uno de los original soundtracks mejor logrados de los últimos años en la animación.
Sin embargo, hubieron momentos poco esplendorosos, más bien sosos, que nos invitaba a pensar que estábamos ante un capítulo largo de la serie de TV. Pronto olvidamos esta sensación, porque a algo nos ayuda su guión es a tomar las cosas con calma gracias a los incontables chistes que escucharemos y las escenas graciosas que nos harán soltar una carcajada, o ese escena lagrimosa que no puede faltar. Pero, si hay una escena por la que valdría la pena ir al cine, es la final. De verdad, una de las mejores conclusiones que le pudieron dar a esta historia, y además nos deja con un montón de buenos mensajes que trasmitir a nuestros pequeñines.
* no es spoiler, ya que el tráiler nos da a entender de quién se trata
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