Una de las temáticas que más me gustaba leer de los autores del siglo XX fueron las novelas policiacas y con más agrado, si las novelas venían de las plumas de Georges Simenon o Agatha Christie.

Esta escritora británica nos proporcionó muchos relatos protagonizados por un  detective belga llamado HerculePoirot, quien hace uso de sus habilidades para pernoctar en la psique de las personas y una fuerte deducción para ir resolviendo los complicados casos que se le ponen enfrente, entre robos misteriosos, asesinatos, complots… en fin, durante 55 años Poirot fue protagonista de 33 novelas y 50 cuentos.

Es entonces que tenemos una nueva adaptación al cine del caso más famoso que tuvo que resolverPoirot,Asesinato en el Expresso de Oriente, una cinta que es dirigida por Kenneth Branagh y con un elenco multiestelar que el mismo Branagh encabeza y que cuenta además con Penélope Cruz, WillemDafoe, JudiDench, Johnny Depp, Josh Gad, Derek Jacobi, Leslie Odom Jr., Michelle Pfeiffer, Daisy Ridley, MarwanKenzari y Manuel García Rulfo entre otros actores.

 

Es tan grande el elenco que no cupieron todos en la foto.

En esta cinta el afamado detective Poirot se sube al legendario Expreso de Oriente para tomar unas vacaciones, es entonces cuando conoce a varios pasajeros, entre ellos a Edward Ratchett, quien le pide su ayuda para protegerlo, pero al día siguiente se encuentra su cuerpo asesinado y el tren se encuentra descarrilado  debido a una avalancha, lo que le da tiempo a Poirot para enfrentarse al caso más complicado de su vida.

Puedo afirmar que, desde el momento en que comienza la cinta, toda la película girará en torno a un personaje y, por tanto, en un actor, que es el caso deHerculePoirot, quien, al ser el detective que investigará nuestro caso, lo vemos con una impresionante presentación de su forma y manera de ser, desde el simple hecho de exigir dos huevos cocidos perfectamente iguales hasta resolver un caso que parecía casi imposible al inicio de la cinta.

De ahí, con la premisa ya resuelta del personaje, nos vamos directo a lo que yo llamaría una puesta teatral, donde vamos como se van definiendo los diferentes personajes y poco a poco, vamos intentando pernoctar en las personalidades de cada personaje que está ahí, algunos descritos casi a la perfección y otros que, tristemente solo tienen dos o tres momentos interesantes. Pero las pistas, las acciones, los diferentes eventos que ocurren en la historia, van empezando a ponernos realmente en los zapatos de Poirot y es cuando realmente la audiencia queda atrapada en la investigación.

En un asesinato, hay un asesino… y todos son sospechosos.Tenemos entonces que Branagh sabe conducir la historia, tanto desde el banquillo de la dirección, como en su personaje de Poirot, el que logra representar casi a la perfección, ayudando a mantener un ritmo constante y casi elegante para contarnos una historia que en ningún momento amenaza con aburrir, con flashbacks que nos hacen recordar a películas de la época (con todo y efectos de cinta quemada)  y casi sin tomar pausas en la trama haciendo que sus casi 2 horas se muevan tan rápido como el tren.

Y para que la historia nos atrape más vemos realmente un esfuerzo del equipo de producción para poder disfrutar el viaje con el resto de los pasajeros dentro del lujoso Expreso de Oriente, un tren que viaja de Estambul a Calais y que en su momento fue uno de los viajes más lujosos y exóticos que Europa puede ofrecer, ya se imaginarán los lujos y comida que la cinta nos muestra dentro de este tren y, con la ambientación en plena década de los treinta, si se antoja viajar a esa época en ese tren, probablemente con esto podría estar peleando en las categorías técnicas.

Pero cuando tenemos un elenco coral tan grande que secunda las acciones de Poirot, vemos el mayor problema de Branagh, mientras algunos actores logran hacer un gran esfuerzo por destacar en las escenas que les tocan, otros terminan como simples adornos o fallan miserablemente en su intento.

 

Michelle Pfeiffer mostrando glamour y talento en este filme.

Ahí tenemos a Johnny Depp, quien, para variar, termina siendo Johnny Depp, para alegría de sus fans y para decepción de sus detractores. Ni más, ni menos, a Depp ya le cuesta trabajo hacer un personaje sin que lo relacionen con su personaje más popular, seguramente por el hecho de que Edward Ratchett, al ser un estafador, comparte mucho del karma de Jack Sparrow, y esto le complica a Depp el poder intentar algo distinto con este personaje.

No obstante aprovecha Branagh las actuaciones formidables de Michelle Pfeiffer, Josh Gad, Penélope Cruz o Leslie Odom Jr., donde se ve que cada una de estas actuaciones es perfectamente aprovechada, donde se le puede dar al encargado de casting una felicitación por las selecciones tan adecuadas, especialmente por Michelle Pfeiffer que nos da uno de sus mejores momentos en su carrera al interactuar, especialmente con Poirot.

De ahí podemos sentir como un tanto desperdiciadas las actuaciones de WillemDafoe o JudiDench, quienes tienen personajes poco aprovechados, pero que en lo poquito que aparecen, saben usarse bien. Quizá un poco sobreactuados se vieron Daisy Ridley y Manuel Garcia-Rulfo, quienes en ratos se notaban un poco fuera de sus personajes y prácticamente nulas las actuaciones de gente como Derek Jacobi, MarwanKenzari o incluso Lucy Boynton, quienes tienen realmente muy poco que mostrar en pantalla.

 

Una cinta que refleja el glamour y elegancia del tren más exótico de Europa

Ese balance actoral hace que la cinta se pierda un poco en el interés de los cinéfilos, además de que no se exploran bien en momentos esos prejuicios raciales que se descargan contra los personajes de Odom o de García Rulfo, aunque gracias a uno de esos momentos se da quizá la mejor escena de Daisy Ridley.

La fotografía es formidable, especialmente cuando vemos como el Expreso se va moviendo por las montañas, la escena de la avalancha que detiene al tren logra su cometido sin problema alguno y el diseño de producción y vestuario nos podría andar llevando a que la película pueda andar contendiendo a premios en categorías técnicas, aunque su banda sonora tiende a ser un tanto irregular, hay momentos en que sabe envolver las escenas pero en ratos parece un poco fuera de lugar sobretodo en la escena final al agregar un tono triste a la resolución del caso, y, lejos de ser algo dramático, cae en algo depresivo.

En pocas palabras, me parece que Asesinato en el Expreso de Oriente es una adaptación muy fiel de la novela de Agatha Christie, donde realmente vemos a Kenneth Branagh plantándose bien en el protagónico y en la dirección, pero descuidando por momentos a su elenco, cuyos personajes terminan por momentos convirtiéndose en simples extras de la cinta al opacarse unos a otros. Pero, en narrativa y niveles de producción, la cinta si apunta a ser un experimento entretenido.

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