Hatsune Miku es un personaje cuya voz es creada por medio de un sintetizador, utilizando una tecnología conocida como «Vocaloid». La serie Project DIVA toma esta famosa voz y le da un interesante giro con mecánicas de juego de ritmo. Consta de seis juegos principales y cuatro spin-offs, entre los cuales se encuentra Project Mirai 2 (o Project Mirai DX, como se le conoce en América y Europa).

Este juego es secuela del primer spin-off de la serie, que también fue lanzado en 3DS pero no salió de Japón. Hatsune Miku: Project Mirai DX nos permite jugar por primera vez a nosotros occidentales con una Hatsune Miku en un estilo chibi. Este estilo visual me parece, en lo personal, fantástico; pero seguro habrá quien no vea el cambio de arte con buenos ojos. Me recuerda mucho al estilo de los Nendoroid, de hecho, son casi idénticos.

El Nendroid de Hatsune Miku
El Nendoroid de Hatsune Miku

Antes de ser un juego de decoración de interiores, con inteligencia artificial interactiva, disfraces, coleccionables y mini-juegos; Hatsune Miku debe ser un juego musical. Project Mirai DX cumple en ese aspecto, aunque procura ser más accesible a comparación de sus hermanos mayores.

Esta entrega incluye la mayor cantidad de canciones en un juego de la franquicia, (sin contar canciones de DLC, Edit Mode, ni, claro, Hatsune Miku Arcade -que ya tiene más de 200 melodías-). Cuando termines de desbloquearlas, tendrás 48 canciones. La calidad de estas es, como siempre, excelente. El problema es que contamos con cerca de 20 melodías nuevas, mientras que las demás son de entregas pasadas; aunque volver a jugar tus canciones favoritas en una nueva entrega es agradable, me hubiera encantado ver más contenido completamente nuevo.

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El mayor «pero» que tiene Project Mirai DX es su dificultad. Primero que nada, tenemos un nuevo modo llamado «Tap Mode», que requiere que toques la pantalla táctil al ritmo de la canción. Básicamente como un Hatsune Miku clásico, pero en lugar de presionar botones, presionas una pantalla. Si pones una canción en dificultad «Fácil», usarás solo un panel táctil, en «Normal» usarás dos, y en «Difícil» usarás tres. Esto contrasta con el modo clásico de Hatsune Miku (que también está incluído, no te preocupes), ya que la dificultad «Fácil» empieza en dos botones y de ahí va aumentando hasta usar los cuatro en difícil. Es claro que este nuevo modo está ahí para facilitarle la vida a los nuevos jugadores, y por supuesto, intentar ser más atractivo a los jugadores de títulos móviles.

El segundo problema viene con el sistema de calificaciones. En los juegos principales de la serie, necesitabas acertar al menos el 80% de las notas de la canción para aprobarla. Esto significaba que, aunque lograras terminar la canción, si no tenías el puntaje necesario tendrías que volver a jugarla. Esta entrega se asemeja más a series musicales como Guitar Hero o Rock Band, donde solo necesitas terminar la canción para aprobar. Y ni siquiera necesitas terminarla con el 60% de las notas, con que logres acertar la mitad es más que suficiente.

El tercer problema es que no hay dificultad «Extreme». Y aunque la dificultad «Hard» es desafiante, no se compara con la más alta de otras entregas. Considerando el problema del sistema de calificaciones, Project Mirai DX debería tener no solo cuatro dificultades, ¡sino hasta más! El resultado es un producto con una amplia biblioteca, pero que rara vez te desafiará.

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El juego también incluye más contenido que ya no tiene que ver con el juego de ritmo, que de hecho, a mi parecer es demasiado. A mí estos modos de juego siempre me han parecido paja, siento que desvían bastante la atención del desarrollador. Si SEGA se concentrara totalmente en hacer un juego musical, estaríamos hablando de otra cosa.

Project Mirai DX incluye una especie de Tamagotchi pero con Hatsune Miku, ¡una Mikugotchi! (Badum tss). Puedes hablarle, alimentarla, cambiar el ambiente del cuarto, los muebles, la ropa de tu Mikugotchi, ¡y hasta llevarla de viaje! Como dije anteriormente, me parece que hay demasiado de esto, lo que le pudo llegar a restar producción a la parte musical.  Y ni siquiera es considerado como algo secundario, enterrado hasta el fondo del menú; no, este modo Tamagotchi es lo primero con lo que te recibe el juego. Habrá quien le guste, pero no es lo algo que yo busque en mi juego de ritmo.

Aunque no todo es malo: También hay ciertos mini-juegos interesantes, incluyendo una versión completa de Puyo Puyo, llamada Puyo Puyo 39, y un mini-juego llamado Mikuversi, donde tomas las fichas negras o blancas y las vas colocando una a una en el tablero; si pones dos fichas, todas las de tu oponente que estén entre ellas se convierten a tu color, el objetivo es tener la mayor cantidad de fichas de tu color en el tablero. Me parece un gran detalle que se incluya un puzzle como Puyo Puyo, por si quieres distraerte un poco de la lluvia de notas; y Mikuverse es MUY adictivo.

El juego también incluye funciones de realidad aumentada, con tarjetas incluidas en todas las copias físicas. Desafortunadamente, la reseña se hizo con una copia digital, por lo que no pude probar estas funciones.

En general, Hatsune Miku: Project Mirai DX es una buena experiencia. No me agrada que lo vuelvan más accesible ni que le quiten el enfoque a la parte musical, pero aun así vale la pena. Esta entrega sería ideal para alguien que nunca ha jugado nada de la serie, o para quien no es muy bueno en este tipo de juegos; debería llamarse My First Hatsune Miku.

Calificación: 7.5

Esta reseña fue realizada con un código proporcionado por SEGA, a quien agradecemos las facilidades para su realización.