Después de haber pasado sin pena ni gloria por el sitio de crowfunding KickStarter, el shut’em up de OPQAM —estudio fundado en el año 2012 en Buenos Aires por Pablo Testa y Santiago Videla— logró hacerse camino a través de Steam Greenlight. Y la verdad es que no es para menos: su demo logró captar la atención de los fans de este género tan poco explorado en la actualidad. Hoy toca hacer una revisión a profundidad de las cualidades de este título, ya de por sí prometedor, y sacar la lima como todo buen gamer para dar un veredicto —personal, por supuesto— que pueda orientar a quienes esten interesados en adquirir este título indie. Sin más dilación, aquí vamos.

Project Root se presenta como un juego, pero no como entretenimiento, debido a que, en palabras de sus creadores, éste puede ser muy demandante. Sin embargo, en mi opinión, el intensivo uso de reflejos y un nivel de concentración más amplio no tiene por qué no ir de la mano de la entretención. Posiblemente no da el espectáculo asombroso que suponen otros títulos mucho más elaborados del mismo género, como Imperishable Night de Zun, o DoDonPachi de CAVE, pero pronto nos damos cuenta que puede ser tan adictivo como cualquiera de ellos, ya que presenta un serio reto al gamer, algo tan demeritado en nuestra época en pos de lo visualmente complejo y hasta saturado.

La historia no por ser sencilla deja de ser interesante. Encarnamos a un piloto llamado Lance, miembro del grupo de rebeldes Arcturus, que pretende destruir los planes ocultos del carismático presidente de Prometheus Corporation, Demetrio Watts, la compañía productora y distribuidora de energía más poderosa del mundo. En el mencionado grupo de rebeldes se encuentra también Synch, una chica que todo el tiempo nos estará dando indicaciones.

Desde el punto de vista lúdico, la experiencia que nos ofrece Project Root podría ser suficiente razón para recomendarlo. Tan pronto como ingresamos al campo de batalla, nos encontramos sobrevolando por regiones plagadas de torretas, tanques y muchas naves. A nuestro favor tenemos su diseño de mundo abierto —todo un arena shooter— que nos permite explorar el mapa para encontrar objetivos secundarios y con ello ir ganando experiencia para la batalla final de cada nivel. La cámara giratoria me ha dado la extraña sensación de estar pilotando un helicóptero, como en la gran serie Strike desaparecida en 1999.

Algunos enemigos soltarán objetos que nos permitirán añadir armas secundarias para el disparo especial u obtener oportunidades adicionales cuando hayan destruido nuestra nave. Esto último me ha parecido un gran acierto, ya que indudablemente, por muy buen piloto que seas, necesitarás vidas extra. Al ir avanzando en el juego obtendrás puntos de experiencia y rangos superiores, lo que te permitirá mejorar la nave antes de entrar a la acción en un nuevo nivel.

Desde el punto de vista gráfico, quisiera hacer varias consideraciones al respecto. Primero que nada, mencionar que la simplicidad de los menúes puede ir en contra del proyecto, las pantallas estáticas o semi-estáticas son más características de los videojuegos basados en Flash. Con este comentario no resto importancia al minimalismo que caracteriza a toda su UI, pero me parece que el juego se beneficiaría de una mayor sensación de movimiento mucho antes de entrar a la acción. La otra consideración a la que hago mención es la presentación de los comentarios de los personajes durante el juego, que pasa casi imperceptible debido a que estamos ocupados evadiendo misiles o ráfagas de tiros. Quizás, si los personajes tuvieran voces (aunque no estuvieran dobladas al español), nos enteraríamos de qué va la trama sin estar repitiendo cada nivel.

Por lo demás, me parece que el juego está muy bien logrado. Encontrarás acción, con un nivel demandante de atención, lo que te garantiza muchas horas de diversión. Cabe mencionar que el juego presenta un pequeño problema en su integración con los logros de Steam, pero no dudo que sea solucionado a la brevedad.