Muchas veces nos hemos quejado de títulos que repiten la fórmula una y otra vez, y que no se pueden reinventar a sí mismos, pero este no es el caso de Polygod, título de Krafted Games, el cual le inyecta su propio estilo al combinar un juego de First Person Shooter y el Rogue-Style 

El juego no tiene una historia en particular, eres un héroe sin rostro que es de los pocos supervivientes y su objetivo es derrotar a todos los seres malévolos que han poblado su mundo y así poco a poco ir derrotando a los campeones de cada mundo. 

Visualmente Polygod es como su nombre lo denota, es un mundo colorido pero poligonal, puras figuras geométricas, tanto en enemigos como en escenario, lo cual no será muy atrayente y se sentirá muy básico y poco llamativo para disfrutarlo en consolas de nueva generación. 

Al inicio tendrás que viajar entre unos portales que te llevarán al respectivo nivel aquí es donde Polygod tiene su diferenciador: al entrar el mundo se generará al momento, de hecho cada partida se guarda con un código que puedes salvar o puedes generar tu mundo al escribir cualquier cantidad de caracteres que serán las variables encargadas de generar el mundo. 

Los enemigos poligonales con los que te encontrarás tendrán un arte a la par del mundo, pero sus comportamientos de ataque son muy distintos entre sí: algunos explotarán al acercarte, otros te dispararán cuando estas a la vista y otros te perseguirán o dispararán con mucho misiles, por lo que el reto y el surtido está presente, sin embargo la AI de estos es muy torpe en varias ocasiones, ya que se estarán atorando en el escenario o podrás atacar a gran distancia sin que estos sean un mayor problema, la solución para vencerlos es buscar como atorar el juego. 

Al ser un Rouge-Like, si llegas a perecer todo tu avance se perderá y tendrás que iniciar desde el principio, ya sea con las mismas variables e tu partida pasado o iniciar una nueva totalmente diferente. 

Al derrotar a cada enemigo, este soltará un alma, que te servirá como si fuera la moneda dentro del juego para que puedas comprar una de las muchas mejoras con las que cuenta, estas mejoras las puedes adquirir en ciertos altares que están en el escenario. En cada una de estas ubicaciones, estarán tres powerups distintos, y podrás elegir el que más se adecue a tu forma de juego, al elegir uno de estos, se conserva durante toda la partida, al llegar a otro altar aparecerán tres nuevos powerups y así sucesivamente,  por lo que iras “mejorando” a tu personaje, digo mejorando ya que muchos de estos tiene un contra y un pro, por ejemplo, mejora en tu ataque pero con una menor latencia, o mayor velocidad a costa de la fortaleza etc., por lo que tu selección debe ser premeditada, y puedes realizar distintos combos como que al saltar y cae, dispares automáticamente, o contar con rayos laser o múltiples disparos. 

La dificultad tiene sus altibajos, los enemigos de los escenarios no enfrentarán mayor reto por su pobre AI, solo debes tener cuidado y mantener tu distancia, pero en contraste, los jefes de cada uno de los niveles si puede llegar a ser un reto, jefes que van desde Quetzalcóatl que al dispararle se ira dividiendo mientras te dispara con muchos proyectiles, hasta llegar a jefes como un medusa que multiplica pequeñas medusas que explotan mientras todo se inunda y no tienes a donde huir. El juego será duradero, ya que no se siente repetitivo y es una experiencia distinta cada vez que inicias una nueva partida, y depende de que tan meticuloso eres de buscar y derrotar a cada enemigo, se prolongará mucho más las horas de juego. 

El apartado sonoro es realmente simple, destacando más los efectos de sonido que por las melodías, hace un simple acto de presencia pero nada rescatable. 

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