El universo creado por J. R. R. Tolkien es tan vasto que ha dado lugar a dos series de películas, un videojuego, y próximamente una serie de televisión, por lo que MonolithProductions decidió continuar explorando el camino entre El Hobbit y El Señor de los Anillos con Middle-Earth: Shadow of War, la segunda entrega de la serie de la Tierra Media.

Con esta entrega, Warner Bros. InteractiveEntertainment continua narrando la historia de J. R. R. Tolkien poniendo al jugador de nuevo bajo el papel de Talion y Celebrimbor, quienes logran forjar un anillo del poder para enfrentarse a Sauron y recuperar el control de la Tierra Media.

Si no jugaste la primer entrega, no deberás preocuparte, ya que la introducción de Middle-Earth: Shadow of War te contará todo lo sucedido en la entrega anterior en un pequeño video, de principio a fin, manteniéndote al tanto de todo lo sucedido.

Shadow of War sigue bastante de cerca a la historia contenida en el legendarium, el compendio de libros escrito por Tolkien, salvo un par de cambios creativos como la transformación de Shelob, entre otros. Así que si eres un lector que conoce el trabajo de este escritor, podrás observar las similitudes con la serie.

Pero así como la historia de Tolkien, el título llega a ser demasiado lento contando la historia. Las primeras dos horas o más de juego no incluyen nada sobre lo que está sucediendo o lo que encontrarás en esta nueva entrega, por lo que la introducción se vuelve bastante tediosa. Después de esto, te encontrarás con que las misiones que avanzan la historia son un tanto confusas en su orden ya que al provenir de diferentes personajes no hay un claro orden cronológico.

Pero para compensar los largos tiempos tediosos, MonolithProductions te entrega personajes secundarios bastante interesantes y graciosos que alegrarán tu partida con una serie de diálogos e interacciones bobas con el fin de hacerte reír. Básicamente te sentirás más atraído a los personajes secundarios que a los principales que se llegan a quedar estancados en algún punto de su personalidad.

Y si la historia es lenta, la mayor culpa la tiene el  juego. Shadow of Mordor innovó al introducir un sistema de juego de fortalezas en el cual debías subir por la escalera de posiciones asesinando a cada uno de los miembros de la fortaleza, para poder hacerte con el poder de ésta, pero obviamente al ser una mecánica nueva para ellos llegaría con muchos problemas que se solucionarían en entregas posteriores.

El principal de estos era la dificultad, al ser un mundo abierto era fácil encontrarte por error con los comandantes y capitanes y engancharte en una pelea para la que no estabas preparado, pero rápidamente se tornaba aun peor cuando más capitanes llegaban al mismo punto y te encontrabas peleando contra un par de enemigos poderosos al mismo tiempo, quienes al asesinarte se volvían aún más poderosos. Esto ahuyentaba rápidamente a los jugadores quienes llegaban con el fin de ver plasmado el universo de Tolkien en un videojuego, por lo que MonolithProductions escuchó a sus seguidores, y presenta un juego con muchos ajustes para ser más amigable para los nuevos jugadores.

Pero Shadow of War intentó volver a innovar en cuanto a mecánicas y se vuelve a tropezar en el camino, su nueva mecánica con el anillo de poder que te permite convertir a los orcos para crear tu ejército y enfrentarte a Sauron se torna un poco tediosa cuando la implementas con el sistema de fortalezas. Tal vez la primera y segunda fortaleza te des cuenta que es útil tomar el control de los orcos y mandarlos a traicionar a sus superiores, amenazar a otros comandantes, o asesinar a otros orcos para subir de nivel, pero tarde o temprano te darás cuenta que el costo-beneficio no es tan aceptable, ya que llega a tomar demasiado tiempo y se torna repetitivo.

Además de esto, Shadow of War intenta tanto ser otra franquicia de asesinos que pierde su propia identidad en el camino. Si bien la parte del sigilo la tiene bastante bien realizada, el parkour sobre edificios y exploración de este tipo es un completo desastre, realizando saltos hacia lugares donde no estabas apuntando, complicando la subida y bajada de estructuras, y dificultando escapadas veloces con esto, errores que presentaba en su primera entrega la franquicia de los asesinos y que esperamos puedan resolver en entregas futuras.

Pero no todo es decepción por intentar implementar ideas nuevas y basarse en franquicias exitosas, ya que si en un aspecto MonolithProductions hace bien su trabajo es al presentar un mundo abierto con pocas pantallas de carga, una interfaz bastante ágil e intuitiva, y un mundo cuyo modelaje y detalles se ven bastante bien considerando la cantidad de objetos que debe haber presente al mismo tiempo, además que no hay muchos problemas gráficos como de pixeleo o clippingmask.

Y como buen obra basada en el universo de Tolkien, Shadow of War cuenta con un gran repertorio musical compuesto por grandes orquestas para que los amantes de la Tierra Media puedan admirar la grandeza de Minas Ithil con un soundtrack a su medida.

Por lo que si son amantes de Tolkien y jugaron Shadow of Mordor pero se alejaron por la dificultad que presentaba, podrán descansar felizmente al saber que Shadow of War es más amigable con los jugadores, con el fin de que todos puedan disfrutar del legendarium plasmado en un juego. Pero si eres amante de los mundos abiertos con una historia profunda y muchas cosas por hacer, tal vez te veas decepcionado por la lentitud con la que avanza el título, lo que dificulta la exploración de nuevas áreas y te da una sensación de estar estancado en un solo lugar.

[marstheme_reviewpost_id=»144473″]