Al jugar Krinkle Krusher por primera vez no pude evitar recordar a Master Hand. Sí, ese jefe final de Super Smash Bros., una mano gigante cubierta por un guante blanco. ¿Por qué me acordé de el? Muy fácil, los protagonistas de Krinkle Krusher son ni menos ni menos que un mago y su inseparable amigo, un guante mágico.
La historia de este titulo desarrollado por Ilusis Intecative Graphics nos lleva a un lugar lleno de magia habitado por seres con habilidades especiales. Dentro de esta tierra mágica se encuentra un árbol venerado por todos sus habitantes. Cuando comienza a dar sus primeros frutos, llama la atención de un malvado rey que desea aquellos a toda costa. Es aquí donde el Gran Mago y su amigo el guante entran en acción para defender el árbol de los ataques de este Rey.
En este aspecto la historia no es para nada profunda ni compleja y solo se limita a justificar el porqué defendemos a un árbol. Ahora, pasemos al modo de juego. Krinkle Krusher es un titulo del estilo “tower defense” el cual se volvió muy popular gracias a títulos como Plants VS Zombies, que a pesar de ser imitado por varios, no han tenido el mismo éxito. Las dinámicas son bastante simples: controlaremos al guante mágico en una perspectiva en tercera persona donde utilizaremos anillos que nos brindarán ciertas habilidades para ir derrotando a las hordas de enemigos que se vayan acercando. Estos anillos serán proporcionados por el Gran Mago y se dividen en cinco tipos: fuego, agua, tierra, viento y trueno.
Conforme utilicemos cada unom estos irán perdiendo fuerza al punto de que tendremos que esperar a que se recarguen. Si por alguna razón nos vemos en la necesidad de seguir utilizando un anillo en específico, este se dañará y tardará más de lo normal en regenerar su energía por lo que habremos de medir bien nuestras fuerzas y planear nuestra estrategia. Los enemigos a los que nos enfrentamos se llaman krinkle (que son los sirvientes del Rey) y son seres con grandes dientes que cuenta con diferentes habilidades. Algunos son extremadamente rápidos mientras que otros son inmunes a ciertos tipos de ataques. Al principio de las oleadas solo serán de un solo tipo de enemigo, pero conforme pase el tiempo comenzarán a salir krinkles de diferente tipo, lo que nos obliga a estar cambiando de anillos para derrotarlos.
Al derrotarlos recibiremos estrellas basadas en nuestro rendimiento, siendo tres la máxima calificación. Si llegamos a conseguir esta puntuación recibiremos una especie de diamantes los cuales nos ayudarán a mejor los anillos para volverlos más poderosos. Y es que la dificultad de las oleadas va en aumento conforme avancemos, así que deberemos mejorar constantemente nuestros anillos si queremos derrotar a los enemigos. Esto hace que tengamos que pasar en más de una ocasión cierto nivel para mejorar nuestra puntuación y así conseguir el diamante.
Es aquí donde el juego, desgraciadamente, pierde fluidez y comienza a volverse monótono. El gran problema de esta clase de juegos es que no todos los desarrolladores saben como hacer que se mantenga entretenido para el usuario y hacerlo sentir que no está repitiendo el mismo proceso, solo que con una mayor cantidad de enemigos y más resistentes. Al no cumplir con este requisito, el juego se vuelve predecible y hasta cierto punto, fácil. Al contar con solo 5 tipos de ataques y no mas variedades, hacen que los dominemos fácilmente y al volverlos más poderosos la tarea de derrotar a las hordas de krinkles se vuelve muy sencilla. Visualmente el juego cumple al contar con personajes detallados, pero debido a la falta de variedad de escenarios, el juego se vuelve rápidamente repetitivo.
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