Disgaea 4: A Promise Revisited es una adaptación a PS VITA de Disgaea 4: A Promise Unforgotten para PlayStation 3. Este juego de rol y estrategia por turnos tiene lugar en el Netherworld, al estilo de Disgaea 3: Absence of Justice, centrado en la política de este mundo alternativo.
Disgaea 4 nos cuenta la historia de Tyrant Valvatorez, un poderoso vampiro que tras prometer no volver a chupar sangre humana se ve obligado a vivir como un humilde instructor de prinnies en el Hades, siendo la sombra del poderoso tirano que fue hace mucho tiempo.
La historia principal de esta entrega permanece intacta. En ella acompañamos a Valvatorez y su fiel sirviente Fenrich, un hombre lobo con una mente fría y calculadora, en su viaje para rescatar a los prinnies que serán ejecutados por el corrupto gobierno del Netherworld a no ser que el tirano convertido en instructor haga algo para evitarlo.
Para ello se servirá de la ayuda de distintos personajes que se unirán a la causa por sus propias motivaciones: Fuka, la muchacha que cree estar en un sueño y quiere ser la presidenta del Netherworld; Emizel, el hijo del Presidente; Desco, que quiere convertirse en la Final Boss definitiva; y Vulcanus, un ángel al que sólo le preocupa el dinero y que tiene cierto parecido con la culpable de que Valvatorez no beba sangre. Todos ellos tienen un pasado que iremos conociendo a lo largo de nuestras aventuras y que nos permitirá descubrir el desarrollo que se produce en cada uno de ellos.
Como toda trama de un buen Disgaea, las bromas entre protagonistas y las referencias a otros títulos están a la orden del día. No obstante, A Promise Revisited da un paso más allá tocando temas como la corrupción de un gobierno, los problemas medioambientales o la importancia de cumplir lo que se promete.
Tras la historia principal, con una duración aproximada de 30 horas, le toca el turno al postgame que nos “obligará” a superar las 100 horas, y las 200 si nos ponemos serios, reclutando personajes de anteriores entregas, ya que están incluidos todos los DLC de PS3 (los capítulos adicionales y personajes para reclutar principalmente), además de las visitas obligatorias al “Item World” para subir de nivel a nuestras armas y hacer que sean más poderosas.
La sólida fórmula de la franquicia Disgaea basada en el rol táctico por turnos en unos escenarios divididos en cuadrículas siguen manteniéndose tan fresca como hace 10 años. Cada entrega, por supuesto, ha ido añadiendo nuevas capas a la jugabilidad, realizando pequeñas modificaciones para ajustar la dificultad y el desarrollo de los personajes, hechizos y armas.
Disgaea 4: A Promise Revisited en general no cuenta con una dificultad demasiado alta, salvo ciertos escenarios que nos obligarán a recapacitar nuestras tácticas y tener en perfecto estado a nuestros luchadores. Tampoco podían faltar los geobloques, unos bloques que cambian las estadísticas o imponen restricciones a ciertas zonas dependiendo de su efecto, y que en algunas ocasiones nos obligarán a meditar las posiciones en donde colocarlos o mover los propios bloques mediante los lanzamientos.
Como en los anteriores títulos, nuestro grupo se verá completado por los demonios que decidamos crear (guerrero, tirador, mago, dragón, gárgola, etc.). Cada clase tiene sus puntos fuertes y débiles, y permitirán al jugador ajustar su grupo a sus necesidades y gustos. Algunos jugadores preferirán un grupo lleno de magos para atacar desde lejos con poderosos hechizos y otros preferirán liarse a espadazos en unos combates más directos. Todo dependerá de cada uno, aunque lo ideal es tener un equipo equilibrado para solventar los diferentes escenarios que se puedan producir.
En esta entrega tendremos el Cam-Pain HQ, donde estará nuestro equipo sobre un mapa, según donde los coloquemos en el mismo podremos manipular sus relaciones para que realicen ataques en grupo. Además, este mapa, al más puro estilo Risk, nos permitirá colocar diferentes edificios que nos darán ciertas ventajas en los combates.
Otra novedad destacable es la posibilidad de mover a nuestro personaje sin tener que cancelar la acción, algo que dará más ritmo al juego. También se agradece la posibilidad de reintentar los mapas o volver a la selección de ellos.
Takehito Harada sabe sacar lo mejor de su arte para ofrecernos un diseño de personajes sublime y bien diferenciado, tanto en los nuevos protagonistas como en los nuevos villanos que nos iremos encontrando a lo largo de nuestras andaduras.
En cuanto a los sprites, han sido perfectamente adaptados desde la PS3 para tener una definición perfecta para la pantalla de la PS VITA. Acompañando a los sprites nos encontramos con unos hechizos espectaculares en sus formas más poderosas, siendo un auténtico lujo para el espectador.
A pesar de que los escenarios resultan variados en todos los capítulos del juego, a veces pecan de ser muy simples en sus texturas y en algunas ocasiones desentonan con los personajes.
Se puede afirmar sin temor que Disgaea 4: A Promise Revisited es la mejor y más depurada entrega de la franquicia, no sólo por sus incontables horas de juego, sino también por su historia bien elaborada y bien aliñada con unos personajes míticos que se ganarán el corazón de todos aquellos que jueguen.
A pesar de que la jugabilidad no se ha visto alterada en gran medida desde sus inicios, los pequeños y constantes cambios han mejorado una fórmula muy entretenida, además de variada. Las incontables estrategias y formas de enfocar los combates dependiendo de los miembros de nuestro equipo hacen de Disgaea 4 una apuesta segura para todo poseedor de una PS VITA.