Seamos sinceros, debes ser un fan acérrimo de la saga Assassin’s Creed para seguir adquiriendo los juegos que siguieron a la pésima tercera entrega y, en caso de no serlo seguro te quedaste con que en 2014 salió solo un juego de la franquicia el cual estaba lleno de errores; cosa rara, pues el juego que sí les quedo bien a Ubisoft fue el que nadie mencionó.
Ese juego es Assassin’s Creed Rogue, el cual llega ahora a PC para que los usuarios podamos disfrutar de la historia de Shay Cormac, el cazador de asesino, todo en gloriosa alta definición y a 60 cuadros como debe ser. Acompáñame en la siguiente reseña y descubre el porqué Rogue no solo vale la pena, sino que también tiene las cartas necesarias para ser el mejor juego desde Assassin’s Creed II.
Assassin’s Creed Rogue nos coloca en la América del Norte de 1751 en la piel de Shay Cormac, asesino que ha tenido una vida llena de mala experiencias y que busca respuestas en la hermandad. Las primeras horas del juego nos van contando cómo es la personalidad de Shay, quien tiene mucho de Ezio pues piensa diferente a los demás asesinos y siempre quiere saber cómo repercuten sus actos en el mundo y estas dudas se agudizan más cuando conocen a Aquiles y una orden de este le hacen causar el terremoto en Lisboa, generando la muerte de muchos inocentes y haciendo creer a Shay que la hermandad le ha traicionado, pues no son tan diferentes a los templarios.
Es en ese punto en donde el guión de Rogue luce más, pues después de los sucesos en Lisboa, Shay busca respuestas en la hacienda Davenport, causando un conflicto con sus hermanos y obteniendo nada menos que el destierro y la muerte… o eso es lo que creen los asesinos pues Shay sobrevive y se une a los templarios gracias a que le salvan y demuestran que sus ideales son más acordes a los del asesino. De aquí es donde comienza una campaña llena de cacerías, venganza y respuestas que no solo llenan las lagunas de AC III y Black Flag, sino que además presentan la historia desde la vista de un templario, ofreciéndonos más conocimientos de la facción.
Las mecánicas de Rogue brindan frescura al juego, dado que en vez de ocultarte para cazar a un templario en cada misión, deberás ir identificando a todos los acechadores que tienen planeado eliminarte para que no cumplas con tu meta. Para eso, se valen de las ya clásicas estrategias como esconderse en un fajo de heno, camuflarse con la multitud y hasta utilizar las bombas de humo para aturdirte; pero Shay no se queda atrás, pues ahora puedes hacer uso no solo de las habilidades de la hermandad, sino también del armamento templario como son un mosquete que lanza dardos somníferos, alucinógenos y venenosos así como un lanza granadas con varios efectos.
Hasta aquí es donde las mejoras de mecánicas afectan y lo que le sigue es un Assassin’s Creed más solo que con las mecánicas ya conocidas mejor pulidas. En ocasiones preferirás cambiar al clásico control de Xbox o PlayStation, pues con el teclado tiende a tener problemas de reconocimiento, eso sí, nada que con un parche se pueda solucionar. Por otra parte, tenemos los barcos, en este apartado Rogue le gana a su antecesor Black Flag, al hacer más nativa la curva de aprendizaje de navegación y batallas, lo que invita al jugador a descubrir más en los navíos en vez de utilizar el viaje rápido, pero no dejen que eso les confunda, pues es en el mismo ámbito de los barcos donde esta entrega se siente como un contenido descargable de Assassin’s Creed: Black Flag.
Hasta este momento tenemos dos puntos buenos y cruciales para que Rogue sea una buena entrega y que respaldan mi opinión como el mejor juego de la saga en mucho tiempo, pero ¿dónde está el tercer punto crucial, aquel que ofrece algo único a la versión de PC? Claro, el apartado gráfico. El apartado gráfico de Assassin’s Creed Rogue ofrece un buen nivel en el que, como era de esperarse, es mucho mayor al nivel que ofrecía en las consolas donde debutó, pues brinda unas gráficas fluidas y bien logradas en alta definición que sin problemas mantiene 40 fps en computadoras con potencia media, mientras que en maquinas con poder gráfico alto los 60 fps son tan fáciles para el juego que se ven dinámicos hasta en las escenas más caóticas que tienden a perder cuadros en consolas.
En conclusión, Assassin’s Creed Rogue es el mejor titulo de la saga desde AC II, cuenta con una historia interesante que te muestra el otro lado del conflicto asesinos vs. templarios, con un personaje principal carismático que va ganando el afecto del jugador, pues muchas de sus preguntas acerca de la hermandad seguro las han tenido los fans de la saga; todo presentado en un juego con gráficas bien logradas y unas mecánicas fluidas que ofrecen más a los jugadores. Si eres fanático de Assassin’s Creed, sin duda debes probarlo, aunque te advierto que en multiples ocasiones te sentirás como en un DLC de Black Flag. Si eres alguien que dejó AC por su errores, te recomiendo darle una oportunidad a Rogue, pues revive lo mejor de la franquicia y hasta te dejará pidiendo más historias como esta (con su respectivo descanso de dos años mínimos entre entrega y entrega).
Calificación: Nueve
La reseña se basó en una copia de PC, la cual corrió tanto en una laptop de hace cinco años al igual que una computadora con gran poder gráfico de este año. El juego fue otorgado por las personas de Ubisoft, a quien agradezco las facilidades para la realización de esta reseña.
Eso es todo en esta ocasión, soy @Omarsdt, agradezco tu tiempo al leer esta reseña y espero tu opinión.
Assassin’s Creed: Rogue también está disponible en Xbox 360 y PS3, si quieres leer la reseña de esas versiones solo debes seguir este link.
