Avalanche Studios nos trae la tercera entrega de Just Cause donde tomaremos el control del “Rambo” de los videojuegos, el buen Rico Rodríguez, quien regresa a casa con un solo objetivo; liberar su hogar del yugo de un tirano. La fórmula sigue idéntica pero con varias mejoras que parecen ya no sorprenden. ¿Quieren saber a qué me refiero? Pues preparen sus armas, sus esteroides y los invito a seguir leyendo.
Comenzando con la historia, esta nos sitúa en Medici, una isla paradisíaca llena de vida que será el escenario perfecto para el caos total. El general Di Ravello rige con mano de hierro y ha sometido a la mayoría de los rebeldes que luchan por derrocarlo, pero sin éxito. Es aquí donde entra Rico quien ayudará a los rebeldes a derrotar a Di Ravello y devolver la paz a Medici. Pero ¡oh sorpresa! hay algo más detrás de todo este conflicto. Se ha descubierto una nueva fuente de energía conocida como bavarium que solo existe en Medici y que puede ser utilizada para crear explosivos de gran magnitud. Debido a esto, Tom Shelton y los miembros de Agencia han decidido apoyar a los revolucionarios a cambio de este preciado elemento.
Así es como deberemos comenzar una aventura llena de acción que contará con personajes bastante carismáticos y muchos momentos de adrenalina. Aunque no es una historia con mucha profundidad, cuenta con varios momentos épicos que la hacen muy entretenida y amena. Aquí entramos a detalle al modo de juego. El caos y la destrucción están a la orden del día desde el momento que iniciamos. Rico tiene a su disposición varias armas y artefactos que no son difíciles de dominar. Este es uno de los puntos a favor no solo de esta tercera entrega sino de la saga de Just Cause en general. Gracias a esto podremos pasar directo a la acción sin perder demasiado tiempo en aprender a disparar o a planear.
Claro, habrá pequeños tutoriales que te ayudarán a perfeccionar ciertos movimientos y a utilizar los nuevos artefactos pero, en su mayoría, son solo de rutina. Comenzando con la variedad de armas, cuenta con un gran número de ellas y van desde las clásicas pistolas de 35 mm hasta lanzacohetes, aviones de combate y tanques. Todas ellas diseñadas para una sola cosa: causar destrucción.
De lo primero que te percatas es que al momento de disparar cualquier tipo de arma, no se cuenta con una opción de mira fija sino que solo deberemos mover la cámara hacia el enemigo que queremos asesinar y listo. Esto puede ser algo incómodo para los que gusta de juegos de disparos en tercera persona. También, solo podremos tener cuatro tipos de armas en nuestro arsenal, así que deberemos elegir sabiamente qué es lo que necesitaremos en cada situación.
Ahora, en cuanto al equipo que posee Rico, te permitirá realizar ciertos movimientos bastante increíbles. Contamos con un gancho que nos ayuda a escalar las montañas o edificios, algo parecido al que se utiliza en los últimos juegos de Batman. Es más, habrá varias ocasiones en las que verás a Rico colgado de cabeza cual spider-man de un faro. Este también puede utilizarse para destruir ciertos objetivos como las estatuas del general, y entre más caos causes, mayor será tu puntuación al finalizar las misiones. También está el ya clásico paracaídas que nos ayuda a llegar más rápido a ciertos puntos en el mapa, ya que nos encontramos en un “sandbox” enorme y hay locaciones que, a pie, nos llevaría un buen rato alcanzarlas.
Finalmente, el traje de Rico ahora cuenta con características aerodinámicas que le permite planear al lanzarse de grandes montañas o aviones en pleno vuelo. El control de ambos es bastante bueno pero a veces los controles no responden de manera adecuada por lo que en más de una ocasión morirás debido a la caída al no abrir tu paracaídas a tiempo. La libertad que se nos brinda en Just Cause 3 hace que el juego no caiga rápidamente en la monotonía pero, a la larga, algunas misiones como la de liberar las provincias se vuelven repetitivas. El plus de esta clase de misiones es que nos ayudarán a mejorar nuestras habilidades pero no logra ser suficiente como para no sentir esa sensación de repetición.
El hecho de poder elegir entre las misiones principales y las secundarias hace que el juego sea muy fluido y que la historia principal no se vuelva lineal. En cuanto a la enorme ciudad de Medici, cuenta con varias locaciones con diferentes misiones, que van desde acabar con propaganda del general hasta liberar provincias además de las misiones principales. Las diferentes clases de edificios le da a cada provincia su propia identidad pero la falta de variedad de vehículos, e incluso de algunos de los personajes que están caminando por ahí que lucen y se visten prácticamente igual, le resta algunos puntos.
Hay algunos detalles como la física del juego donde un salto que parece sencillo puede convertirse en una pesadilla, e incluso, en la muerte del personaje. Como ya mencione, el hecho no contar con la posibilidad de apuntar de manera fija hace que hagas explotar algunos tanques de gasolina y te estallen muy cerca, lo que te causa gran daño, y después de un par de disparos enemigos, la muerte. La inteligencia artificial no es la mejor, pues solo se limitan a dispararte. No se cubren ni actúan en equipo, lo que los convierte en blancos móviles.
También no es posible correr; solo podremos trotar y, si nuestra intención es avanzar de manera rápida, para eso estará nuestro fiel gancho. Así que si por alguna razón necesitas huir de una batalla, solo apunta el gancho a un lugar lejano y listo, estarás a salvo por un tiempo de la ráfaga de balas. Pero cuidado, si no lo haces bien, seguramente apuntarás hacia donde están los enemigos y quedarás aún más cerca de ellos.
Por último, el juego cuenta con tablas de posiciones donde se nos muestran ciertas acciones y a los jugadores que han alcanzado el más alto puntaje. Este detalle multijugador te invita a romper los records establecidos, como cuántos metros avanzas sin dañar un auto o qué tan lejos fuiste lanzado al ser atropellado.
Visualmente, el juego luce bastante bien, aunque con algunos detalles en las facciones de los personajes. De ahí en fuera, Medici y sus habitantes se muestran llenos de vida, aunque me hubiera gustado tener un poco más de interactividad con ellos. Just Cause 3 es un título que viene a mejorar lo visto en entregas pasadas y que nos dará horas de diversión. La historia no es un mero pretexto para salir a destruir todo y algunas referencias hacen que te saque una que otra sonrisa. Esperemos que algunos detalles, como algunas texturas o pequeños bugs que se pueden ver en el juego, sean corregidos rápidamente por Avalanche Studios. De ahí en fuera, aunque no nos ofrece nada innovador, seguro dejará con un buen sabor de boca a los fanáticos. Les escribió el médico del píxel, hasta la próxima.
Calificación: 8.5
