Pocas veces, desde que inicie mis labores como editor en diferentes páginas dedicadas a videojuegos, he tenido la desagradable experiencia de lidiar con un producto que me recuerda la gran diferencia entre talento y conocimiento. Cualquiera con conocimiento puede programar o diseñar un videojuego, no cualquiera tiene el talento para hacerlo divertido o memorable.

Dark Years es el título del que les hablaré este día, el primer juego de un estudio independiente, RSK Entertainment, que plantea usar eventos de la vida real trasladados a una experiencia digital interactiva. El juego está disponible en Steam actualmente y es exclusivo de PC. El gameplay pretende hacer uso de puzzles y exploración en tercera persona para resolver una serie de asesinatos en la ciudad de Teherán.

Dejando a un lado un breve episodio inicial y algunos momentos secundarios, todo el tiempo tomaremos el papel del Major Afshar, un oficial encargado de resolver una serie de asesinatos que apuntan a una enorme conspiración. Todo será relatado con cinemáticas in-game o, en su mayoría, como novela gráfica.

Dark Years

La narrativa de Dark Years no es mala en realidad, pero pierde toda su potencia con un doblaje y actuación de voz que parece hecha por niños. No hay seriedad en muchos de los diálogos o consistencia en los volúmenes de voz, dicción, acentos, etc. Esta misma situación se repite con el estilo noir que utiliza el juego en todos sus entornos, con algunos elementos muy detallados y otros con pobres shaders o texturas. Esta falta de constancia deja mucho que desear y fácilmente rompe la inmersión.

Tampoco ayuda la forma en la cual los desarrolladores tratan de obligarte a seguir un patrón predeterminado para apegarse a lo que pasó en la vida real. En varias ocasiones necesité de algún elemento que tenía justo enfrente, todo para tener que ir a otro lugar a conseguirlo porque “así pasó” o “así quisieron” los creadores. En otras ocasiones, el no presionar ni un solo botón durante un Quick Time Event no tuvo repercusión alguna, solo estaba en la cinemática como un engaño.

Los puzles, aunque variados, nunca son bien ejecutados. Pareciera que intentaron tener tantos diferentes elementos dentro de un solo juego que a nada le pusieron empeño. A veces tienes que manejar, disparar, pelear cuerpo a cuerpo, etc. Todo con el mismo pésimo nivel de cuidado.

Durante todo el titulo pasaremos explorando zonas o niveles en búsqueda de evidencia, algo bastante horrible dado el gran tamaño que algunos escenarios tienen. Las búsquedas básicamente son encontrar una aguja en un pajar, con pistas pobres o confusas, sin ayuda, con referencias poco apropiadas o alguna mecánica que te ayude a saber dónde buscar.

Dark Years 2

Gráficamente, Dark Years es deficiente y, aunque no tiene unos visuales impresionantes, utiliza demasiados recursos. En una misma PC en la que he corrido otros juegos hermosos a 45 – 60 FPS, como Crysis o Far Cry, aquí siempre me mantuve rondando los 30 – 45 cuadros por segundo.

El apartado musical sufre del mismo mal trabajo que ya se mencioné anteriormente, con tonadas repetitivas, de poca duración y sin mucha variedad general. Los efectos de sonido están un poco mejor logrados pero, de igual manera, hay poca consistencia con el volumen de estos.

La peor situación que me pudo ocurrir fue cuando durante 3 días seguidos no podía encontrar la solución a un puzle. Renuente a experimentar el juego con trucos o guías traté de resolverlo solo. Después de atrasarme varios días con la reseña, descubrí que no era el único en esta situación, al grado de que los mismos desarrolladores postearon una guía en los foros de Steam.

Múltiples usuarios se han dedicado a pasar el juego en forma de burla debido a la horrible calidad presentada en el mismo. Una situación que, aunque tal vez de mal gusto, refleja la clase de trabajo que es Dark Years.

Dark Years 3

No me tomen a mal, soy de las personas que creen que inclusive un mal videojuego merece más aplausos que el trabajo que tal vez me cueste hacerlo pedazos en 800 palabras. Sin embargo, en un mercado tan competitivo como el de hoy donde la gente le pone precio a su “talento”, también considero injusto que alguien se atreva a cobrar por un producto que hace todo lo opuesto a divertirte.

Dark Years queda personalmente como un ejemplo de cómo puedes cumplir con las bases fundamentales de lo que es un juego y, a su vez, destruir todo lo divertido o entretenido. Es rara la ocasión de tocar algo que sea un ejemplo de lo que es ser “malo”, pero este título lo ha logrado sin problemas.

Calificación Final: 50/100