Todos aquellos que digan o hayan dicho que los niños de hoy no tienen buenos juegos como los que tuvieron en su infancia, están equivocados pues The Last Tinker tiene todo lo bueno de los juegos para niños del ayer, con las mecánicas y tecnología actuales.
The Last Tinker nos cuenta la historia de Tinkerworld, una ciudad donde la gente es de diferentes colores, pero no siempre fue así, hubo un tiempo en el cual todos eran de varios colores y había armonía, pero se fueron separando y ahora se pelean los de un color con los otros. así que la ciudad se dividió en los tres colores primarios: luz, rojo, azul y verde. Dentro de este mundo vive Koru, un hombre simio cuyo mejor amigo es Tap, Tap es una oveja flotante cuya función es guiarnos y hablar por Koru (Koru es uno de esos personajes principales mudos). Koru y Tap, deberán luchar contra la separación de los colores y el gris, el cual está eliminando todos los colores del mundo. Koru es un Tinker, eso significa que es de los pocos seres que pueden crear cosas en este mundo de cartón.
Si bien The Last Tinker es una historia muy infantil y con un mensaje de tolerancia, el juego brilla por sus mecánicas y estilo de juego, el cual me recuerda mucho a Spyro The Dragon por lo colorido, el soundtrack —que es muy bueno— y su enfoque en exploración, puzzle y plataformas. Koru se controla muy bien, en especial en la parte de plataformas, la cual es semiautomática, ya que Koru salta sólo de una plataforma a otra al correr y acercarse a la orilla, sin embargo, el jugador decide la dirección del salto. A la hora de los combates contra enemigos se puede pelear cuerpo a cuerpo, el sistema de combate es muy parecido a los juegos de Batman, también podemos lanzar los colores que vayamos obteniendo para pelear contra el gris
El mundo de The Last Tinker está lleno de detalles y personajes carismáticos, con un estilo visual muy vivo y lleno de detalles es imposible no compararlo con juegos viejos, pues claramente está inspirado en la dorada época de los juegos de aventuras como Mario 64, Banjo Kazooie, Spyro The Dragon o Crash Bandicoot. El estilo gráfico está lleno de color y detalles que hacen que todo parezca estar hecho de cartón, de mis detalles favoritos son ciertos globos de dialogo que al girar la cámara se ve la parte de atrás sin texto alguno como si realmente fuera un cartón colgando. The Last Tinker trae para todos los pequeños (o nostálgicos) de hoy una historia llena de acción y aventura. de la cual muchos de los gamers adultos estarán orgullosos de que sus hijos, hermanitos, primos o sobrinos jueguen.
El único detalle malo que podría encontrar es que al ser tan estilizado el mundo, es muy fácil perder de vista detalles importantes para avanzar, sin embargo para eso está Tap que será nuestra guía en momentos en los que no sepamos a dónde ir (sin molestas frases como cierta hada famosa), sin embargo, la experiencia es buena, el juego suele apuntar hacia delante en la acción sin ser lineal y esto es debido a su magnifico diseño de niveles, ya que dejan espacio para explorar sin ser muy abiertos o un pasillo.
Sin duda una recomendación para los amantes de los juegos de aventura, niños que les gusten los videojuegos o todos esos gamers que les gustaría que los pequeños de la casa tengan experiencias como las que ellos tuvieron en su Nintendo 64 o PlayStation.
