Imagina la posibilidad de ser la pelotita de Pong, cuya vida radica en moverse de un lado a otro en la cancha y determinando quien anotó un punto en caso de que la raqueta de un lado no le pegara. Su vida parecía ser monótona hasta que de pronto las cosas cambian.

Con esto comenzamos a platicar de A Pixel Story, un videojuego desarrollado por Lamplight Studios y que, tras su paso por la PC llega finalmente a la PlayStation 4 y a la Xbox One.

DE PIXEL A HÉROE

Como comentábamos, la pelotita de Pong es atrapada y en el proceso cae en un sistema desconocido para el pixel donde pronto un programa dentro del sistema le pide que encuentre un sombrero que le dará poderes inimaginables… esto si primero se lo quita a una gaviota que se lo arrebata de las manos.

La aventura comienza

Y así comienza una historia que parece sencilla pero que nos va mostrando hilarantes historias dentro de estos sistemas, los cuales, conforme avanzan la trama van cambiando mucho, incluso en el rendimiento gráfico, pues tu historia empezará con gráficos en 8 bits y sonidos dignos de un juego del NES para de pronto brincarnos a la era de los 16 bits, música más clara y hasta efectos de sonido más avanzados y en misiones posteriores incluso llegar a la era de la Playstation y posteriores.

El pixel deberá moverse a través de seis áreas distintas contando al inicio con el simple hecho de avanzar y saltar, para más adelante recibir un gorro que le permitirá teletransportarse a un punto anterior donde lo haya dejado, una gorra tan similar a la de cierto fontanero que les aseguro que unos japoneses andan desarrollando algo que se llama Oddisey en revancha.

El gorro es lo que marca la diferencia en este juego de plataformas en 2-D, pues la gorra te regresa a un punto establecido y esto te permitirá superar obstáculos que parecen infranqueables o que solo se pueden superar cuando aplicas correctamente el momento para apretar el botón. Como ejemplo si no alcanzas una plataforma alta, puedes dejar el gorro en la parte más alta de tu salto y teletransportarte cuando inicias un salto para llegar más alto.

Esta habilidad te será útil para resolver una gran cantidad de acertijos que saldrán al paso para llegar a cumplir tus objetivos, entre superar el clásico precipicio sin fondo hasta vencer trampas mortales que incluyen trampolines, sierras o cañones.

Tu cuarto muestra avances que no imaginabas cuando estabas del lado izquierdo…

UN JUEGO CON IMÁGENES RETRO, MÚSICA RETRO Y CONTROLES QUE SE SIENTEN VIEJOS

Las referencias a la cultura pop se hacen presentes rápidamente en este juego desde el hecho de escuchar el sonido de salto de cierto fontanero de 8 bits en alguna parte del juego, hasta la aparición de algo parece el Caballero de la Noche o un cover a What is Love de Haddaway que deberás bailar como si estuvieras jugando Rock Band (con botones de colores y todo).

No obstante, pese al evidente fusil que le toma a cierto clásico de Nintendo, no podemos evitar notar que la narrativa de sus personajes no defrauda y que tendremos momentos de mucha risa con varios de ellos, incluso con el robot fastidioso que será tu mejor aliado (aunque debemos comentar, el juego no está en español y deberás ser paciente con la fuente tan pequeña que utilizaron en los diálogos).

Además, cada mundo tiene retos diferentes, en algunos casos deberás intentar encontrar pedazos de memoria en forma de diamante que abrirán una historia relacionada a tu aventura, en otros podrás desbloquear con tus monedas puertas que te llevarán a retos muy difíciles (como dato cultural, hay un modo que te permite enfrentar todos los retos de este juego con una vida, hasta ahora nadie lo ha superado, por lo menos en lo que se refiere a Xbox One).

Hay referencias a todo tipo de expresión cultural popular: videojuegos, películas, canciones….

Y si son difíciles de superar, a la dificultad esto debemos agregar un control que de pronto se siente realmente como si jugáramos en un NES, solo que con una palanca muy sensible y que a veces echa a perder los movimientos mejor calculados, aunque el hecho de guardar tus avances en los checkpoints remedia un poco el perder vida tras vida en el juego.

En cuanto al nivel de dificultad puedo afirmar que habrá momentos en que resolver los acertijos para avanzar a otra parte del nivel serán un dolor de cabeza, pues tendrás que deducir la trayectoria del personaje, la manera en que debe moverse y cómo evitar los obstáculos que lo maten en el intento. Estamos hablando de que, en cierto modo, es como si jugáramos una versión rústica de Portal en 2D, aunque habrá eventos donde deberás prácticamente fiarte en tu capacidad de predicción y reflejos, como una caída libre con obstáculos que va a doler y bastante.

La banda sonora del juego es fiel a su concepto, con música que empieza con simples tonaditas de sintetizador MIDI y que incrementan su calidad musical junto a los efectos de sonido que tienen tanto el pixel como los mini-eventos que desata (de hecho, su sonido de salto pasa de ser su simple tonito a un audible «poing» que hará decirle a los nostálgicos «¡mamma mía!»), algo que hace aún más meritoria la exploración.

¿Y ahora? ¿Cómo llego?

Si bien la jugabilidad queda un poco a deber, pues si bien hay buenos retos en los acertijos, a veces estos se resuelven a la primera, otras veces deberás mejor descansar un poco antes de intentarlo por milésima vez, los niveles tipo plataformas se tornan un tanto monótonos, pero los extras están sin duda en los diversos retos que ofrece el juego, niveles casi insuperables y que requieren de pensar muy bien las tácticas para superarlos. Mas la narrativa del juego te hará sentir interés por seguir develando los misterios, chistes y referencias a la cultura pop.

Otro detalle y que debo resaltar es el hecho de que retomar el juego donde lo dejaste puede ser algo que no agrade a los gamers actuales, pues no será precisamente que puedas entrar directamente a donde quedaste, pues deberás seleccionar primero el mundo, la misión y, finalmente, el punto donde te quedaste, algo que puede ser un poco complicado de hallar a la primera.

Los jugadores de vieja escuela apreciarán este juego y lo verán bastante entretenido con todo y su control frustrante, quizá va a ser para los speed runners un excelente reto a superar (aunque deberán jugarlo muchísimas veces para aprenderse todas las soluciones a los acertijos, incluso hay un logro para ver quién supera el récord de los desarrolladores) y para los jugadores más nuevos una compra que deberán pensar dos veces.

[marstheme_review post_id=»135828″]