Super Toy Cars es un juego desarrollado por la gente de Eclipse Games, estudio que tomó mucha inspiración de clásicos como Micro Machines de Codemasters, o de Super Off Road, e incluso se ve un poco de influencia de la franquicia de Mario Kart, para el desarrollo de este título que involucra mucha acción en cada carrera y toma de esas inspiraciones algunas ideas.
Pero pareciera que en Eclipse Games no querían dejarnos con la idea de que Super Toy Cars fuera obra de la casualidad, por lo que agarraron el pizarrón y decidieron hacer un juego de carreras con varias vistas, entre ellas la vista aérea, y enfrentar a 4 jugadores de manera local. Curiosamente, la versión de Xbox One no tiene modalidad en línea, algo que juega mucho en detrimento de un título que pudo ser muy bueno.
El juego tiene como escenarios principales pisos de madera de casas, mosaicos, lo que parece ser una especie de basureros, sin dejar de lado algo que se asemeja a una tienda de dulces. Este juego de Eclipse Games te pone al mando de uno de los distintos carritos de juguete y competirás para ganar la mayor cantidad de eventos en un número variado de modos de juego. Junto al ya tradicional modo “Career” vienen otros como “Time Trail”, donde podrás hacer tus vueltas más rápidas, “Time Attack”, que te da el reto de cruzar un número determinado de checkpoints antes de que tu tiempo expire, “Eliminator”, donde seguramente la presión estará al máximo ya que cada auto que esté en último lugar se eliminará cada 15 segundos, y ya para finalizar, tenemos el modo “Evade”, que es similar a “Eliminator”, solo que aquí tendrás minas y que convierte el reto en algo completamente diferente.
Los modos ya estándar en cualquier juego decente del género son “Career” y “Quick Race”. En “Quick Race” tienes a tu disposición las 15 pistas desde el inicio, lo que les permite a ti y tres de tus amigos competir en cualquier modalidad, en cualquier vehículo. Esto es un cambio bienvenido al ritmo del juego, ya que en la mayoría de las ocasiones tienes que desbloquear circuitos y vehículos, cumpliendo ciertas metas o parámetros en el modo principal o historia.
En el modo “Career” tendrás que ganar dinero y puntos, ganando los distintos eventos que conforman este modo. Los puntos te ayudarán a desbloquear episodios nuevos y te permitirán acceder a carreras con mayor grado de dificultad, además de que podrás usar ese dinero para adquirir autos nuevos que te ayudarán a conquistar esas nuevas carreras que has desbloqueado.
Hay un total de 16 autos a desbloquear en este modo, desde una humilde 4×4 hasta aquel carrito semejante a un F1, todos ellos se manejan y se sienten distintos. Cada auto puede ser mejorado para que tenga un mejor agarre en las curvas o simplemente tenga un incremento en su desempeño. Sin embargo, estas diferencias no hacen mucho ya que la IA compensará las deficiencias que tenga contra las mejoras de tus vehículos, además de que el diseño de algunas pistas sencillamente no se sienten bien con determinados carros. Esto sin duda es un problema grande en los últimos episodios, ya que genera picos inconsistentes en la dificultad del juego.
Esta frustración no es algo único para el modo “Career”, está presente en todos los modos de juego. El manejo de muchos carritos se vuelve algo impredecible en ocasiones, la sensación de que estás manejando sobre hielo está a la orden del día, además de que el escenario muchas veces también estará en tu contra debido al pobre sistema de detección de colisiones que hará que cualquier cosa en tu camino tenga el potencial de pararte en seco. Usualmente regresas a la pista rápidamente, aunque hay ocasiones donde no sucede este reseteo y te quedas atorado en la pared viendo al resto de los competidores pasar. Cuando esto pasa, simplemente se arruina la experiencia de juego.
Durante las carreras puedes elegir 3 ángulos de cámara: Cerca, Lejos y Vista aérea. La última es un viaje nostálgico ya que recrea casi a la perfección la vista que teníamos en Micro Machines, aunque igual da un poco de lata con los niveles que tienen túneles, dejándote a ciegas en esos tramos. Esto también sirve para que el estilo de gráficos de Super Toy Cars resalte mucho más. Los vehículos son versiones caricaturescas de sus contrapartes reales, tienes acceso a varias armas, pero destaca una bola 8 con la que seguramente recordarás esos días de los Looney Tunes con las animaciones chuscas. Los circuitos están llenos de maravillosos recuerdos de cómo de pequeños usábamos casi cualquier cosa para delimitar los circuitos cuando jugábamos con nuestros cochecitos.
El diseño de pistas se siente muy común, no hay nada que destaque tanto como sucedía con la famosa mesa de billar en Micro Machines. A pesar de tener un buen número de circuitos, muchas siguen un mismo patrón de diseño con alguna excepción, pero no es tan variado. Para suerte de nosotros las carreras están llenas de acción, así que tu concentración estará más en defenderte y atacar que en el diseño de cada nivel.
El sonido es un verdadero problema para el juego. Los motores no te trasmiten ninguna emoción, los niveles no tienen música que de verdad los distinga, las explosiones son lo único que lo salva, y no de una manera tan espectacular. El menú principal se distingue también porque escuchas la misma melodía una y otra vez, como mencioné, el soundtrack dentro de las pistas se repite constantemente y da la impresión de que el desarrollador simplemente no quiso ir más allá con una limitada variedad de melodías Pop-Rock.
Con muchas pistas y autos, una variedad divertida de modos de juego y con multiplayer local, Super Toy Cars ofrece un decente contenido de diversión y puede llenar esa brecha que hay con la carencia de títulos estilo Mario Kart en la librería del Xbox One. Pero déjame ser muy claro: la calidad y la diversión no están remotamente cerca de los clásicos con los que se inspiraron para la creación del juego.
