Party Hard es un juego que parte de una sencilla premisa: encarnamos en el asesino que llegará a cada una de las fiestas con la finalidad de exterminarlas. No debe quedar ni uno solo vivo. El procedimiento que utiliza es bastante simple: el apuñalamiento. Aunque efectivo, es bastante lento -tomando en cuenta el número de víctimas-, así que también contaremos con elementos de los mapas que, con nuestra intervención, pueden volverse letales. El recipiente de la bebida puede convertirse en medio eficaz de emponzoñamiento, unas bocinas alteradas pueden reventar y matar a quienes se encuentren cerca, un fallo en la energía eléctrica de una pista de baile podría electrocutar a una buena cantidad de personas. Pero el medio principal y del cual estaremos dando uso continuo será la muerte a navaja.

partyhard1
Parece un juego fácil por su sencillez, pero que no te engañe. Cada misión requiere análisis.

El juego se nos presenta en un exclusivo modo historia, en el que reproduce un vídeo al inicio -siguiendo un supuesto interrogatorio-, y en el cual deberemos avanzar al concluir cada nivel. Cada fiesta es distinta por su estructura misma. Algunas fiestas son en espacios abiertos, mientras que otras se dan en lugares más cerrados, pero a todas ellas concurre un factor que debemos evitar a toda costa: ser capturados por la policía o por el staff de seguridad. Contaremos con unos pocos espacios para ocultar a los cadáveres y para ocultarnos temporalmente o huir hacia otro punto en el mapa, pero una vez que nos han visto tendremos pocas opciones, y ser tan lentos no nos facilita el trabajo. Así que este es un juego de ensayo y error, en el que tendrás que analizar el entorno para dar tus mejores golpes sin exponerte a ser observado. Una vez que te miran, darán parte a las autoridades, y la huida podría no ser tan sencilla como te lo parece en un principio.

Como lo comenté, cada mapa nos permite interactuar con elementos visuales del mismo. Algunos son alterables, otros requieren que la víctima se encuentre cerca, y unos cuantos, muy contados, nos proveerán de medios alternativos para dar nuestro golpe: bombas expansivas, bombas de humo y pizzas, forman parte de algunos de estos ítems que podremos usar para alcanzar nuestro objetivo: matarlos a todos. Podremos hacer una llamada y esto desencadenará eventos random, como la asistencia a la fiesta de unas bailarinas, un grupo de fumigadores, un vendedor de gadgets (aunque realmente nunca te pide nada a cambio) o más juerguistas. Es necesario tomar en cuenta que algunos NPC pueden llegar a ser beligerantes si se sienten muy amenazados, sobre todo quienes han descubierto varios cuerpos en un corto periodo. Así que, lo quieras o no, morirás o serás arrestado de forma numerosa.

partyhard2
El juego cuenta con doce divertidos niveles, en los que daremos rienda suelta a nuestros deseos homicidas.

La apariencia del juego, en general, es muy colorida. Utiliza el pixel art de una forma atractiva, aunque ocasionalmente llegué a confundirme al no contar con otro indicador, que no haya sido el propio movimiento que le daba al personaje, para identificarlo. Esto, sobre todo, porque en una sesión larga de gameplay llegué a retirarme unos cuantos minutos de la pantalla. La música es otro asunto completamente distinto: demasiado monótona para mi gusto, me parece que le hizo falta más trabajo y variedad. Por otra parte, el hecho de que el asesino no cuente con armas de fuego estando ambientada en los Estados Unidos resulta completamente extraño, pues no estamos hablando de un loco que sale a matar por matar, sino que tiene tal objetivo porque odia las fiestas. Al menos, eso es lo que entendí en una parte del argumento.

Otro de sus talones de Aquiles es la duración, pues cuenta con tan sólo doce niveles. Uno desearía que entre las misiones de asesinato hubieran misiones de huida, por ejemplo. No sé, alguna forma de que el desarrollador hubiera ofrecido más «bang for the buck«.

partyhard3
Desde la fiesta en la cuadra hasta el reventón loco en el tejado del edificio. Todos morirán.

Y esto es Party Hard, un juego que une características de sigilo con un slasher en toda regla. Es colorido, divertido y, en ocasiones, frustrante, aunque se siente monótono y la verdad es que, aunque los elementos  de los mapas se regeneran aleatoriamente -no los mapas-, no tiene mucho valor de rejugabilidad. Así que, si ya estas harto de tus vecinos y su Commander -«¡fierro, pariente!»-, consíguetelo y dale rienda suelta a tus instintos asesinos, sin correr riesgos innecesarios. Suerte, y chance algún monito te sirve de muñeco vudú. Le doy un siete.