Mucha gente dice que si vamos a irnos al infierno porque no entrar por la puerta grande, y Hell Architect va más allá al colocarnos como los administradores de una parte del infierno y guiarnos para crear nuestro pequeño pedazo de cielo en el infierno.

Desarrollado por Woodland Games, Hell Architect cuenta con una premisa simple: crea y mantén tu propio infierno. Para esto, los desarrolladores toman como inspiración juegos más complicados como Oxygen not Included y creo este es el principal error que cometieron.

Como todos saben, el infierno no es un lugar agradable, y tu deber será el de moldear un pedazo del infierno para obtener la mayor cantidad de sufrimiento de las personas a la vez que los mantienes vivos por toda la eternidad, por lo que el juego se basa en estas dos mecánicas: cuidar de los pecadores y hacerlos sufrir por toda la eternidad.

Lograr esto es una tarea relativamente sencilla, y es que al ser el administrador del infierno podrás darles ordenes a los pecadores que vayan cayendo en tus garras como minar ciertos recursos, construir herramientas, investigar nuevas formas de torturarlos, y demás. Después de un par de minutos con tus primeros pecadores ya habrás logrado conseguir los suficientes materiales para construir cosas básicas como las camas, estaciones de comida y bebida, y baños para mantener saludables a tus pecadores, lo que te permite comenzar a construir sus propias maneras de tortura para recolectar sufrimiento y darte apertura a más y mejores construcciones, además de crear ciclos estables de tortura y cuidado para que tus pecadores puedan sufrir por toda la eternidad.

Pero es este mismo ciclo de juego el que le quita todo atractivo al título, y es que en juegos como Oxygen Not Included tenemos una meta definida o un recurso que lentamente se acaba y constantemente nos está presionando, cosa que no sucede en Hell Architect. La comida y bebida realmente es infinita ya que surge a partir de la tierra que minas o los deshechos biológicos de los pecadores que se producen constantemente, lo cual me parece apropiado con la temática; los minerales abundan y llega el punto en el que no necesitas minar más, y lo único que necesitas es permitir que tus pecadores descansen de vez en cuando para poder seguir cosechando su sufrimiento; incluso estos pecadores son infinitos y aparecen cada cierto tiempo, por lo que si pierdes uno o dos puedes recuperarlos después de cierto tiempo.

Además de esto, no hay una meta definida en el juego, es verdad que existen ciertos escenarios preconstruidos que te piden construir algo o alcanzar cierto nivel de producción, pero aun en estos crear un ciclo de juego es realmente sencillo y no necesita de mucha planificación, además de que por lo mismo de que no hay un recurso que esté presionándote a continuar adelante puedes avanzar tan lento como te plazca.

Desafortunadamente esta falla fatal en el núcleo del juego te puede alejar de un juego que cuenta con mecánicas bastante interesantes, como el que los pecadores que vayas obteniendo cuentan con pros y contras, además de preferencia por ciertos castigos que ofrecen mayor cosecha de sufrimiento; o que el nivel de control que tienes sobre las acciones de tus pecadores es bastante alto, puedes dar prioridad a ciertas acciones, elegir a pecadores para que realicen una actividad en específico, entre otras cosas; pero también no es algo que no hayamos visto antes.

Lo cierto es que es Hell Architect es un buen concepto y adapta adecuadamente lo que caracteriza a otros juegos, pero al carecer de un elemento principal que te invite a seguir adelante en el juego se cae por completo el título y es muy fácil dejarlo de lado. Pero si buscas algo simple, que no te presione, y que te permita crear lo que quieras mientras torturas a personas como Billy The Kid, puede que sea tu tipo de juego.