En el mundo de los videojuegos hay géneros que no pueden faltar. Este es el caso de los shooters, donde tomamos armas de alto poder y nos abrimos paso a través de hordas de enemigos que solo entienden un solo lenguaje, el del plomo. En el caso de los juegos independientes, algunos estudios toman estos géneros y les agregan su toque personal para hacerlos diferentes a los demás. Es por eso que el estudio 10tons pone a nuestro alcance Crimsonland, un título donde vamos a ver sangre, plomo y mucha acción.
Al iniciar podremos elegir entre dos tipos de juego los cuales son Quest y Survival. Como pueden ver, Crimsonland no cuenta con un modo historia, lo que nos lleva directamente a la acción. En el modo Quest deberemos superar diferentes niveles donde el número y variedad de enemigos aumenta conforme avanzamos. En cuanto al modo Survival, nuestro objetivo será sobrevivir el mayor tiempo posible.
Pasando al modo de juego, este es muy simple ya que se trata de un shooter con una cámara que nos da una vista superior del campo de batalla. Tomaremos el control de un soldado que deberá sobrevivir a hordas de alienígenas, arañas, entre muchos otros tipos de horrendas criaturas. Entre más enemigos eliminemos más puntuación se nos otorgará y las hordas van a finalizar cuando una barra azul en la parte superior esté completamente llena.
Ahora bien, para sobrevivir contaremos con diferentes tipos de armas que van desde las pistolas hasta las escopetas de alto poder, así como también armas láser de un gran poder destructivo. El problema surge cuando te das cuenta de que no podemos cambiar de armas a nuestra voluntad durante el combate, sino que éstas irán apareciendo de manera aleatoria conforme vayamos avanzando de nivel.
Esto puede ser algo frustrante, pero se entiende, ya que el objetivo de esta situación es agregarle algo de estrategia al elegir con cuidado qué arma tomar. También aparecerán diferentes objetos los cuales te ayudarán en la batalla. Por ejemplo, si estas completamente rodeado pero corres con la fortuna de que aparezca un objeto con un icono radiactivo y lo tomas, se genera una onda explosiva que arrasa con todos los enemigos alrededor. También hay objetos que los congelan o ralentizan el tiempo y así moverte con mayor facilidad.
Desgraciadamente, todo esto pierde un poco de encanto ya que al avanzar te darás cuenta que estás haciendo lo mismo una y otra vez, siendo la única diferencia los tipos de enemigos y su cantidad, además de la dificultad. Esto viene de la mano con los controles. Para manipular el desplazamiento de nuestro personaje utilizaremos el joystick izquierdo, mientras que el joystick derecho nos servirá para apuntar a la dirección que deseamos. Esto es algo complejo, pues en más de una ocasión estarás girando en el sentido contrario de a dónde quieres disparar.
Después de un rato se vuelve monótono y hasta frustrante, ya que perderás la partida, no por la falta de habilidad sino por la confusión en los controles. En cuanto al aspecto visual, creo que el juego está muy bien detallado pero la falta de variedad de escenarios no ayuda a que el juego no se vuelva monótono. Otro punto en contra es que no cuenta con un modo de juego en línea, por lo que solo nos limitaremos a jugar contra la IA o en el multijugador local. Esto le resta varias horas de entretenimiento, pues creo que los juegos actuales de este tipo deberían contar con un modo en línea. Crimsonland es un título con una propuesta que se queda a medias debido principalmente a la falta de variedad de modos de juego. Si a esto le agregamos que hay varios títulos de este tipo en el mercado y que no cuenta con alguna innovación, difícilmente sobresale. Si nunca has probado esta clase de juegos, ésta sería una buena oportunidad, sin embargo, no esperes una larga duración o mucha variedad.
Hasta aquí mi reseña y ya saben, no olviden dejar sus comentarios en la parte de abajo, les escribió el médico del pixel, hasta la próxima.
Calificación: 6
