Anna’s Quest es la historia de trabajo duro y suerte a la hora de desarrollar y publicar un juego. Obviamente, me refiero al camino que su creador Dane Krams tuvo que pasar para que su juego viera la luz gracias al apoyo final de Daedalic Entertainment. Por su parte, la historia de Anna también es una montaña rusa llena de tintes oscuros que se contraponen con su hermoso e inofensivo arte. Pues bien, adéntrate en esta reseña y descubre qué es lo mejor y lo peor de Anna’s Quest.

Anna’s Quest es una aventura gráfica que narra la historia de Anna, una pequeña niña que vive con su sobreprotector abuelo hasta que cierto día el señor enferma gravemente y la niña deberá salir a un mundo que desconoce para buscar ayuda. Los problemas de Anna comienzan a los pocos minutos, pues una bruja la rapta para hacer experimentos con ella y liberar los poderes telepáticos de la infante. Para buena suerte de la niña, todo funciona y obtienen poderes que le permiten hacer levitar las cosas y más monerías que le ayudarán a escapar. Es aquí donde el jugador entra y la aventura comienza.

La historia y narración es lo mejor que tiene para ofrecer este juego, una aventura con momentos tiernos que incluso en ocasiones te hacen dejar la partida en lo que se procesa lo ocurrido. Es muy obvio que Krams y el equipo de Daedalic le dedicaron la mayor parte del tiempo al guión y las animaciones, como se puede observar en algunas ocasiones con las cinemáticas y transiciones al estilo cuento para niños.

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Anna’s Quest, por el lado del gameplay, en mecánicas de juego es una escala de grises, no porque sea malo sino más bien por el hecho de ser un juego de point-and-click con las clásicas mecánicas que la desarrolladora alemana conoce, como son el mover al personaje dando clic en cierta parte de pantalla, la opción de observar un objeto y analizarlo, el ver el inventario utilizando la rueda del mouse y la opción de pistas que puedes accionar con la barra espaciadora. Todo lo anterior ya se siente viejo, debido al uso de las mismas en la mayoría de sus títulos, restándole gran parte de la frescura que el juego busca ofrecer; y sí, sé que el generó es de los más difíciles a la hora de innovar en la jugabilidad, pero tenían el tema de le telequinesis y no lo supieron aprovechar. Solo se convierte en otra habilidad con la que se tiene para mover una que otra cosa, dejando la habilidad en segundo plano.

En Anna’s Quest el apartado visual y auditivo tiene un peso gigantesco, pues debe contar una historia profunda llena de personajes con muchos matices. Esto lo logra gracias a que el arte del juego es una perfecta contraposición de los personajes y sus personalidades oscuras, con el arte lindo, sencillo e inofensivo que les representa, todo para que al final el soundtrack melancólico, plagado de piezas instrumentales con tintes industriales, arme una atmósfera cautivadora. Sin duda, Daedalic y sus artistas logran de nuevo crear un mundo que te separa de la realidad, un mundo donde sufres o ríes, dependiendo de lo que la historia quiera que sientas, un mundo que se siente vivo. He de confesar que en ocasiones dejaba el juego no porque fuera difícil, más bien cerraba todo porque las situaciones me incomodaban pues el juego tenía planeado llevarme a esa zona y a esos sentimientos de incomodidad e incertidumbre.

Lamentablemente, la creación de esta ambientación es un arma de doble filo, dado que cuando cierras todo o no quieres seguir, tiendes a perder el hilo de la historia y te puedes llegar a confundir. En mi caso hubo dos ocasiones que deje de jugar. y al regresar no recordaba que había ocurrido en la historia. y aunque los sentimientos que el juego quería que experimentará estaban ahí, mi cerebro se negaba a sumergirse de lleno en el juego pues no sabía como había llegado a tal punto o quien era el personaje que me hablaba.

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En conclusión Daedalic Entertainment y Dane Krams entregan una aventura gráfica donde la historia y el arte (tanto visual como auditivo) son las piedras angulares del juego. Ofrece una historia con muchos matices que te atrapará, pero también te golpeará en ocasiones, pues no es una historia fácil ni apta para todo público. Una historia que se apoya de un arte que, a simple vista es lo opuesto a lo que ofrece la narrativa, pero que poco a poco va revelando su naturaleza, todo mientras tu mundo se queda atrás y con las canciones del soundtrack te sumerges en el mundo de Anna. En cada parte del juego se nota el amor que se le dio. Es una lástima que, en cuanto a mecánicas de juego, se sienta viejo, y no le pusieran el mismo empeño que a lo demás.

Te recomendaría jugarlo si eres una persona que no pone peros a las historias oscuras, con mucho contenido entre líneas, aunque tampoco esperes que te cambie la vida y mucho menos esperes un gameplay distinto del que Daedalic ya tiene acostumbrados a sus usuarios. Para mím Anna’s Quest es un juego que se salvó de la mediocridad gracias a su arte narrativo y audiovisual.

Calificación: 7 

La reseña se basó en una copia de PC otorgada por las personas de Daedalic Entertainment, a quien agradezco las facilidades para la realización de esta reseña.

Eso es todo en esta ocasión, soy @Omarsdt, agradezco tu tiempo al leer esta reseña y espero tu opinión.