Conocernos a nosotros mismos es una de las experiencias más gratificantes que tiene el ser humano, pues nos ayuda a corregir nuestras actitudes y la forma de ser con el prójimo, sin embargo, dicen que esto sucede en el momento más cercano de nuestra muerte.

Siguiendo esta idea llega Waking, un juego de aventura desarrollado por Jason Oda y tinyBuild. En este título, el protagonista es el mismo jugador, el cual sufrió un accidente que lo mantiene en un agonizante estado de coma.

Ahora, nosotros en esta situación tendremos la opción de aceptar la muerte o buscar otra oportunidad en la vida, sin embargo, tendrá que atravesar una odisea para conseguirlo y encontrar paz mental con nuestro destino.

Una experiencia astral.

Waking va más allá de un juego de aventura con diversos acertijos, es un reconocimiento de nuestra persona. Esta idea se refuerza con los primeros mensajes del título, donde se nos invita a ser honestos con los datos que nos pidan como personalidad, nombre propio, seres queridos, etc.

Sin embargo, una de las experiencias más gratificantes y llamativas del juego es el vínculo que crea con el jugador, pues la información que otorgamos se utiliza con fines narrativos.

En este sentido, uno de los ejemplos más significativos aparece en la primera hora del juego, pues Waking, a través de los datos que otorgamos al inicio, se comunica con nosotros y nos invita a realizar un breve ejercicio de meditación en pleno escenario.

Respirar, pensar en algo que nos haga felices, podremos reflexionar sobre lo que hacemos bien y mal en nuestra vida cotidiana, más allá de juego, aprenderemos de nosotros mismos, otorgándonos la paz mental que el Waking pretende darnos.

A través de escenarios místicos, luminosos, abandonados y oscuros, Waking cumple en el departamento visual, pues hace justicia a su propuesta de enfrentar nuestros demonios y reconocer nuestra personalidad, además, la música que nos acompaña siempre va acorde a los diversos ambientes que exploraremos.

Un viaje difícil de explorar.

Si bien Waking es un viaje estético y hace interacciones directas con el jugador, uno de sus aspectos más complicados es la jugabilidad. En primera instancia, los controles necesitan ser pulidos, pues en ocasiones el movimiento del personaje es un tanto absurdo.

Otro de los defectos en este título yace en lo confusa que puede ser su interfaz, ya que el minimapa es muy pequeño y los puntos de interés que se marcan en este son difíciles de ver.

Además, la barra de estadísticas está saturada de información, pues en la misma vemos vida, energía y cargas para poderes a corto y largo alcance.

Ligado a las estadísticas, la interacción del juego hacia el personaje es difícil de asimilar, por ejemplo, cuando nos ataca un enemigo, no siempre nos quitará vida, en ocasiones nos dará cierta cantidad de “odio” o “miedo”.

En este sentido, el jugador no sabe si es algo bueno o malo pues es nulo el reflejo dentro del juego y cuando se percibe, da la impresión que sucedió un bug.

Conclusión.

Jason Oda y tinyBulid cumplen con la experiencia que ofrece Waking: un viaje de exploración personal que se transforma con nuestros recuerdos, personalidad y forma de ser con el prójimo.

Estéticamente el mundo de Waking es increíble sin importas las elecciones que tomemos. Sin embargo, urge de actualizaciones que le den mayor claridad en cuestión de objetivos e interfaz, pues es fácil perderse y entre tantas vueltas al escenario se torna un poco aburrido.