Tenemos una película donde vemos a un director que nos dio la mejor actuación de Will Smith, Gabriele Mucino (En Búsqueda de la Felicidad), con un actor ganador al Óscar como Russell Crowe, la adorable Amanda Seyfried y el popular actor Aaron Paul (Breaking Bad) en una cinta llamada Lo Mejor de Mi Vida, ¿qué pudo haber salido mal?
Y eso me lo pregunto pues el porcentaje de frescura en Rotten Tomatoes no fueron halagadores, aunque tiene buena calificación en IMDB. Vamos hasta tiene en el elenco a Octavia Spencer, Quvenzané Wallis, Diane Kruger y hasta a Jane Fonda, ¿qué paso?
La cinta nos cuenta la historia de una chica llamada Katie, hija de un famoso escritor llamado Jake Davis, en la que veremos cómo su padre luchó por mantenerla feliz a pesar de padecer una condición mental que le impedía vivir plenamente, mientras observamos cómo ella trata de superar sus propios problemas, mientras trata a una niña con problemas similares a los que ella tuvo e intenta sostener una relación con un admirador de su padre.
Tenemos que decirlo, tendrás un buen director y a cuatro actores nominados al Óscar (Crowe, Spencer, Wallis y Fonda) y una historia que promete manejar bien ese detalle del Complejo de Electra, es decir, cuando la hija busca en sus parejas una similitud con su padre, de modo que pueda suplantarlo, además de mostrarnos con crudeza el problema mental por el que pasa el personaje de Crowe. En serio, era una gran oportunidad….
…si el guión no fuera tan malo, y no me refiero a que sea una mala historia, simplemente no esta bien estructurada y cuesta trabajo encontrar los hilos para mantenerla firme, tan llena de flashbacks que hacen que sea mas difícil masticar lo que esta ocurriendo, en medio de una trama que cae en momentos en la cursilería y en la sensualidad innecesaria (¿realmente necesitamos ver como la cámara juega con las sombras de una Amanda Seyfried semidesnuda que trata de arreglar sus errores por el celular?).
Esta historia no sabe resolverse bien, dejando al final algunos cabos sueltos, lo cierto es que se va por dos jugadas demasiado baratas para resolverla y termina echando por tierra los puntos buenos que pudo ofrecer.
Y el guión no da para aprovechar las cualidades del reparto, con un Russell Crowe que destaca sobre todos los demás con el personaje que tiene esas inestabilidades mentales y que sabe tomar muy bien de su experiencia dando una actuación decente y, curiosamente, Quvenzané Wallis termina destacando como esa niña con traumas familiares que le impiden hablar con cualquier persona y lo hace tan bien que sin esforzarse mucho le roba las escenas a Amanda Seyfried.
Y de Seyfried está claro que es un lindo rostro y nada más, quien debió sostener su sub-trama termina fallando miserablemente y solo en algunas tomas logra destacar. Vamos, no logra sacar brillo ni ante la presencia de Wallis, ni ante una Octavia Spencer que no se esforzó en esta cinta en lo absoluto. La química con Aaron Paul no es tampoco para aprovecharse y cuesta trabajo creerle su personaje a este último, Paul esta más hecho para personajes de acción o similares que para dramas románticos.
Lo mas rescatable es esa subtrama con Russell Crowe que sabe bien conectar sus eventos con los eventos presentes y ver como el personaje de Crowe sostiene buenas intervenciones ante unos tiesos villanos -si les puede llamar así- encarnados por Bruce Greenwood y Diane Kruger, asi como breves escenas con una Jane Fonda que aún sabe dar lo suyo y que me sorprendió verla en un filme tan mediano.
Otro detalle interesante es cómo la cinta logra hacer tomas interesantes de Nueva York y mostrarla como se debió ver a finales de los ochenta, donde podemos ver ciertas torres de una manera un tanto natural, mientras nos da buena fotografía de la vida nocturna neoyorquina. La banda sonora sabe manipular bien las escenas y destaca mucho un cover de Close to You que funciona bastante bien, incluso para por fin sacar las de cocodrilo en una escena clave.
Sin embargo, hay poco que rescatar de una historia que se cae por un guión que no se supo interpretar bien y con las actuaciones tan secas de un elenco multiestelar que termina convirtiéndose en una opción para verla algún día en un canal de cable, si es que no hay otra cosa que ver.
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