Una Familia Espacial (Atrapa la Bandera, título original) está inspirada en la carrera espacial de los años 60. En la cinta, un multimillonario despiadado, Richard Carson, quiere explotar la fuente de energía del futuro, helio 3, de la superficie lunar. Su plan consiste en reescribir la historia para borrar de ella las hazañas de los astronautas del Apolo XI y el aterrizaje en la Luna. Mientras tanto, un testarudo surfista de 12 años de edad, Mike Goldwing, junto con sus amigos (Marty Farr y Amy González), un pequeño lagarto con delirios de grandeza al estilo Godzilla y su abuelo (Frank Goldwing), viajan a la Luna para frustrar los planes del malvado multimillonario.
Es interesante ver como el mundo de la animación cobra vida y su magia no se limita a producciones de casas editoras famosas y monopolios. Una Familia Espacial es una animación que viene directo del país vasco. De los creadores de ‘Las aventuras de Tadeo Jones’, dirigida por Enrique Gato y la película animada más taquillera en España durante 2015.
Esta animación española recibió el Goya a la mejor película de animación, galardón que se vuelve el número cuatro para Enrique Gato. Y el resultado final de esta producción es innegable y evidente el porqué del premio recibido.
La película toca un tema sensible, dado que por varios años hemos sido testigos de teorías de conspiración sobre si el alunizaje por parte de Estados Unidos es cierto o no, tema que incluso todavía no es aclarado y ha fanatizado a muchos.
Esta película utiliza estas teorías y la opinión general de ambos lados lados, quienes sí lo creen, y quienes no, pero tomando como por hecho que el aterrizaje en la luna es 100% verídico. Haciendo a un lado este tema que pudiera ser controversial para algunos, pasa a segundo plano, puesto que no es un documental sobre los hechos, sino una entretenida y divertida animación.
La familia Goldwing tiene un enorme distanciamiento con el abuelo Frank, pero Samantha Goldwing nunca pierde la esperanza de reunir a su suegro y su esposo Scott nuevamente. Lo que hace crecer en el pequeño Mike, las ganas y entusiasmo para de cualquier manera posible hacer esto realidad.
Lo que bien pudo ser una simple historia de reunión familiar, se pone interesante porque transcurre en esta familia de astronautas, y vemos como este plan se ve entremezclado con la decisión de la NASA por volver a activar una misión de ida a la Luna.
Richard Carson se obsesiona con la idea de pisar la Luna, pero realmente esconde motivos perversos, de poder y monetarios, que despiertan el radar del gobierno de los EE.UU. y es motivo por el cuál la misma presidenta ordena no solo tener bajo vigilancia a tan excéntrico millonario, sino que se ve forzada a pedir el mayor esfuerzo de la NASA para volver a la Luna, llamando a los veteranos astronautas a entrenar y capacitar a los jóvenes, puesto que no hay cohetes con ese poder más que los creados en la loca carrera del viaje a la luna de los años 60.
La pandilla de Mike, que forma parte de un equipo de kite-surfing, está formada por Amy, una chica de 12 años, española, inteligente, alegre, curiosa y con una fuerte vocación por ser periodista, y Marty, quien no sólo es el mayor del grupo, sino que es muy inteligente e imaginativo, un apasionado por la tecnología y los inventos. Como mascota aparece Igor, un lagarto que es adorado por Marty, pero que usa como conejillo de indias con todos sus gadgets y experimentos.
Estos chicos se meten en mil y un aventuras con tal de hacer sus planes realidad, y aunque con noble corazón y buenas intenciones, terminan infringiendo la ley y saboteando el importante viaje de la NASA.
En algunos aspectos pudiera ser medio exagerada la trama y algunas soluciones aparentaran ser sacadas de la manga pero, nuevamente, no es un documental de viajes espaciales, sino una alocada y divertida historia que nos lleva hasta la superficie lunar. En verdad, logran transmitir todas las emociones y entretener de una manera sana y completa. Y jamás olvidan su trasfondo familiar y llevan a una resolución muy real conflictos que a veces creamos en las familias y olvidamos lo que es más importante.
La película está plagada de easter eggs (o guiños), desde algunos sutiles hasta algunos muy alocados, como hacer referencias a famosas celebridades. Vemos a un presentador y conductor de televisión llamado Jay Lemmon (parodia de Jay Leno), a Bill Gags y Steve Gigs, los esbirros de Carson, parodiando a Bill Gates y Steve Jobs. E incluso una curiosa aparición de una parodia del mismísimo Stanley Kubrick.
En los aspectos técnicos, esta producción 100% española, pero que indiscutiblemente tiene miras a conquistar el público internacional, representó un esfuerzo maratónico para el director Enrique Gato. Cada 10 segundos de animación requirieron una semana de trabajo, convirtiendo esto en un proyecto de 60 meses y un esfuerzo de más de 200 profesionales.
Para cada aspecto científico, se contó con la asesoría de gente experta de la materia. No sólo la producción visitó los centros espaciales de la NASA, sino que los astronautas Michael López-Alegría y el veterano Alan Bean, parte de la tripulación del Apolo XII en 1969, fueron asesores y sus historias y conocimiento enriquecieron a Una Familia Espacial con un toque de veracidad. En verdad se nota el esfuerzo, la dedicación, el cuidado que se puso a los más mínimos detalles. Porque es una película que sobresale de un mundo casi desconocido, a ser fuerte contendiente de las animaciones de más alto nivel y darle competencia desde un Dreamworks hasta un Disney.
La canción principal de la película es Te Sigo (I’ll reach you) del grupo -también español- Auryn. Tony Sánchez-Ohlsson y Ander Pérez Nemowave compusieron el tema original y los chicos Auryn adaptaron la letra al castellano. Y el tema central de la banda sonora es música compuesta, orquestada y dirigida por Diego Navarro, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Solo por alguna extraña razón, les pegó la nostalgia del inicio del milenio, dado que incluyen a todo sonido y en toda su duración la canción If Only de la banda de hermanos Hanson. Para mí, fue un intenso flashback musical.
En resumidas cuentas, una película que no se deben de perder. Si eres fan de las películas de animación tienes que ver Una Familia Espacial, ya que éste puede ser el inicio de una nueva ola de animaciones y ser competencia de grandes casas productoras.
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