Desde la compra de Lucasfilm por parte de The Walt Disney Company, hemos visto un fuerte esfuerzo de la compañía dirigida por Kathleen Kennedy de darle nuevo vigor a una franquicia que parecía solo vivir del pasado. Prueba de ello es que desde el 2015 hemos tenido una película deStarWars cada año y primero tuvimos El Despertar de la Fuerza, la cual pecó mucho de hacer constantes referencias a la primera cinta de la saga pero que alabo por dejar nuevas posibilidades a explorar en esta galaxia muy, muy lejana y el año pasado nos sorprendimos con lo que logró Gareth Edwards con la impresionanteRogueOne, lo cual había dejado una vara, que si bien no era tan alta como El Imperio Contraataca, si obligaba a que la siguiente cinta de StarWars fuera aún mejor.

Es entonces que Rian Johnson (Looper) dirige la octava entrega de la saga de StarWars, Los Últimos Jedi, en la cual vemos repetir a varios actores de la cinta anterior, entre ellos Mark Hamill, Carrie Fisher (q.e.p.d.), Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac, Lupita Nyong´o, Anthony Daniels, DomnhallGleeson y Andy Serkis, además de agregar también a Laura Dern, Benicio del Toro y Kelly Marie Tran. 

La historia nos ubica prácticamente donde terminó la séptima entrega de la saga, donde Rey localiza aLukeSkywalker, quien aún vive reflexionando sobre el error más grave que ha cometido en su vida; la Resistencia está siendo perseguida por el Primer Orden cuyos elementos prácticamente lo tienen al borde de la extinción y, del otro lado, KyloRen, sigue teniendo un fuerte conflicto interno en sí mismo, el cual pone en duda su posición dentro del conflicto interestelar.

 

Rey intentará hacer que Luke se una a la causa o de menos le enseñe algunas habilidades nuevas.

Una cosa me atrevo a decir y es el hecho de que Los Últimos Jedi no es la mejor cinta de StarWars, seamos sinceros, por más buenos comentarios que le podamos poner, parece casi imposible que alguien logre algo mejor a lo que vimos en El Imperio Contraataca, pero también estamos hablando que la oscura secuela de Una Nueva Esperanza abrió estándares para lo que debe ser una secuela que nos implante la sensación de que también el mal debe triunfar de vez en cuando, que nuestros héroes no son perfectos, que debe haber momentos de oscuridad y, lo más importante, un giro que nos deje retorcida la cabeza por años tras ver ese giro.

Y si piensan que Los Últimos Jedi es una copia al carbón millenial de El Imperio Contraataca, pues les informo un pequeño spoiler, NO LO ES. 

Es una película donde se siente como Johnson decide tomar nuevas ideas y experimentar con ellas, donde toma lo hecho por Abrams y destroza lo que no necesita, claro, mandando a volar personajes que ni siquiera el propio Abrams supo usar (aunque, tenemos que aceptarlo, ya nadie sabe hacer un villano que valga la pena y tanto esta trilogía deStarWars como las películas de MarvelStudios han demostrado esa flaqueza) y explotando y mejorando a los personajes que realmente nos interesa ver.

Claro, algunos detalles de la trama parecen alentar demasiado la historia, como una misión que encabeza Finn que, para ser sinceros, nos permite ver otro lado de la Galaxia que no conocíamos y a darnos cuenta que también existen algunos personajes que no caen ni de un lado ni de otro de la trama, simplemente pecan de tibios, o por lo menos hasta que el guion les da la razón como es el caso de los nuevos personajes interpretados por Laura Dern y Benicio del Toro. No obstante, cuando salgan del cine se preguntarán si valió la pena que se enfocara tanto tiempo en este evento.

 

Carrie Fisher luce formidable en su última participación en la saga de Star Wars

Por otro lado tenemos el evento que tanto nos interesaba ver, que es el hecho de ver el entrenamiento de Rey conLukeSkywalker, donde vemos una actuación bastante memorable de Mark Hamill de quien por fin vemos al personaje que parece estar sumergiéndose en el Lado Oscuro, consumiéndose en el remordimiento y temeroso del potencial que la nueva generación de guerreros tiene en La Fuerza. Se ve una buena química entre Hamill y Ridley, quien se mantiene firme como la heroína de esta trilogía, en ratos precipitada e inmadura, pero en ratos con todo el poder para ser hasta la voz de la razón en esta segunda parte.

Y de Ridley podemos notar que hay una buena química también con Adam Driver, en una trama que también será muy cuestionada por los warsies, pero que les dejamos de tarea ver, solo podemos decir que ese conflicto nos mantendrá interesados por un buen rato, aunque debo confesarlo, si sentí este momento un poco complicado de aceptarlo.

Pero creo que los que hemos seguido la franquicia desde que comenzó nos sentimos emocionados, especialmente por las subtramas donde se prestan los personajes más veteranos de la franquicia, y si bien Chewbacca lo sentí bastante desubicado sin Han Solo, divierte en las pocas escenas que tiene, C3PO sigue siendo el mismo insoportable, aunque es triste ver lo poco que se aprovecha a R2-D2 (si, BB-8 es el androide de esta trilogía, es genial, no requiere ni siquiera un actor, pero Artoo es Artoo y extraño verlo ahora más como un viejito sin acción).

Si, ahí tenemos a Carrie Fisher en su última intervención en la saga de StarWars, que me hizo pasar por varios momentos, desde ese que nos mostraron los tráilers con insistencia que para mí vino seguido de un momento que me hizo sentirme extrañamente incómodo (¿alguien dijo Yondu?)  y de hacernos notar que tiene mucho más peso su presencia en esta cinta, además, créanme, un momento clave de la película con ella si me dejó con los ojos húmedos. Y si, es triste ver su referencia en los créditos finales. J.J. Abrams seguro está enfrentando un duro problema de no poder contar con ella para la novena entrega.

 

Todos los personajes principales tienen sus momentos, hasta el «traidor»

Y Mark Hamill, fuera de los segmentos con Ridley, debo confesar que nos da varios de los momentos más memorables de la película, incluyendo uno que nadie, absolutamente nadie vio venir y que realmente la rompe. Si eres un fan deStarWars de vieja escuela, simplemente quedarás muy emocionado y satisfecho de ver a Luke, ahora si, como un Maestro Jedi. 

De los personajes nuevos, BB-8 y Rey siguen siendo personajes bastante firmes, noté mucha mejoría en el desarrollo de Poe Dameron, quien se verá con una historia digna de contarse a cualquier millenial, Finn, sigue siendo ese divertido personaje inestable, en el que se cuelgan muchos chistes pero también mucho drama, si, John Boyega sigue siendo el mejor actor de la nueva generación de StarWars y la química que tiene con el personaje de Kelly Marie Tran es formidable, se siente menos incómodo que lo logrado con Rey o con Poe en la primera cinta, simplemente parece que ahora si encontró su tal para cual.

Y precisamente del personaje de Tran se desatan tantos detalles, se ve claro que Rian Johnson supo sacar provecho de la actriz que debuta en el cine con esta película, si se siente una gama de sentimientos en este personaje que tiene mejor transfondo que Rey, Poe o Finn para estar en esta saga y quien sin duda se avienta las cartas más arriesgadas en el guion de la película, haciendo que la cinta tenga ese tono de diversión y drama adicional que probablemente se sentirá un poco de relleno pero que da la esencia de inocencia, ternura e ingenuidad que parecen faltar a veces en estas historias.

De ahí volteamos a la parte técnica, donde Rian Johnson se vio respetuoso con lo que hizo Abrams en la séptima entrega, manteniendo los efectos visuales similares a lo visto en la cinta anterior, dejando batallas emotivas en el espacio (algo que le faltó a Abrams en su cinta), un buen uso de los sables láser en las secuencias de peleas mano a mano y el mostrarnos naves cada vez más formidables del lado del Primer Orden. Si, esta trilogía no ha perdido el piso en esta cuestión técnica y se les agradece ese sabor a vieja escuela que imprimen en cada una de las películas de esta nueva era.

 

Nada personal, mi mayor queja es que el cine de ahora ya no sabe crear un villano de verdad.

Nuevamente la banda sonora quedó a cargo de John Williams quien parece ya no tener mucho que agregar, es cierto, ahora si puede usar a placer sonidos de la trilogía original a placer como los temas de Luke y Leia y reutilizar los usados en la cinta anterior paraKylo y Rey, y si bien las tonadas de acción y las usadas en la misión de Finn son excelentes (debo decir que se sintió un sabor a Indiana Jones al final de esta misión), ya no siento que pueda ser suficiente para poner a Williams contendiendo por el Oscar (aunque seguramente lo veremos contendiendo por The Post).

En conclusión debo afirmar que la séptima entrega de la saga dejará muy emocionados a los que no somos tan exigentes con los detallitos que aparezcan en la película y fácilmente se posiciona como la mejor de la trilogía nueva, aunque todavía discutiría mucho conmigo mismo para ponerla encima de RogueOne. Si, siento que le queda grande el título que muchos le han dado como «la cinta más grande de StarWars desde El Imperio Contraataca», sin embargo, esta cinta es diversión garantizada, tiene oscuridad, tiene luz, una cinta que, en efecto, logra un excelente equilibrio en la Fuerza y si eres Warsie tienes que verla.

 

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