Hace siete años tuvimos una película animada que tuvo cierto éxito que se llamó Gnomeo y Julieta, la cual era una adaptación bastante libre de la obra de teatro de William Shakespeare, Romeo y Julieta, donde dos gnomos de jardín que pertenecen a dos bandos enemigos se enamoran y deciden enfrentar a la división que hay entre los gnomos que viven en su jardín su jardín para poder mantener su amor. 

Y si, no hay mucho que decir de esa cinta, cuya mayor fortaleza estuvo en su banda sonora, la cual tomó muchas canciones de Elton John e incluso tuvo una canción nominada al Globo de Oro, tenemos la segunda parte de la saga, producida por el propio Elton John, titulada ahora Sherlock Gnomes y que ya está a punto de salirse en la cartelera, pero en todo caso hay que darle una reseña. 

Los gnomos de jardín de la cinta anterior han decidido mudarse a Londres, donde sus dueños se han establecido en una nueva casa. Pronto se verán involucrados en un caso del detective Sherlock Gnomes, quien junto con su asistente Watson, intentan dar con las misteriosas desapariciones de gnomos de jardín, al que pronto se unirán los amigos de Gnomeo y Julieta. En todo caso no será sencillo, la pareja, nombrada para adornar el jardín, están sufriendo diferencias debido a su nuevo trabajo y tendrán que enfrentar al ego andante que es Sherlock, mientras intentan dar con el paradero de los gnomos y del eterno enemigo de Sherlock, Moriarty. 

 

Los gnomos más románticos se lanzan a una nueva aventura

Hay que decir con sinceridad, que si bien, ya había sentido que el tiempo es «algo que se va mientras intentas ver unos minutos de Gnomeo y Julieta«, entonces ya se imaginarán que para mí, los 88 minutos de la cinta si fueron un tanto desperdiciados. 

No puedo negarlo, hay cosas que sabe explotar bien el estudio de animación Mikros Image. Los efectos de animación son aceptables, los personajes están bien definidos y podemos sobresaltar algunas escenas clave de la película, aquellas donde el público tiene la capacidad de «meterse» en la cabeza de Sherlock y ver cómo deduce las cosas o intenta evitar escuchar a otro latoso personaje, ese tipo de detalles, dibujados en un estilo 2D, son los mejores momentos de la cinta y realmente uno sonríe al notar ese tipo de detalles. 

Del doblaje debo confesar que si tiene algunos tumbos, si bien vemos que los actores usados en el doblaje cumplen con su trabajo, especialmente con lo que logra Ricardo Tejedo con su personaje de Sherlock o a Irwin Dayaan darnos un villano latoso con Moriarty o escuchar a Mireya Mendoza reemplazar con mucho acierto a la fallecida Hiromi Hayakawa en el papel de Julieta, no se ve tanta fuerza en cuanto al manejo del guión, se ve que varios chistes se perdieron en el proceso y, algo desfachatado fue respetar los nombres originales de los lugares cuando, evidentemente la gente de habla hispana ya los identifica en español, como cuando van al puente de Londres. 

 

Un gnomo en Mankini, ¡válgame…!, espera, ese chiste también salió en la primera cinta.

Y es entonces que tenemos que fijarnos en la historia, que se basa ligeramente en la obra de Arthur Conan Doyle para darnos un Sherlock inteligente, concentrado, pero sumamente pedante y odioso, si, el fan de Sherlock Holmes sabe que el personaje es así, y en un concepto infantil si se siente hasta fastidioso, aunque el guion sabe hacerlo un tanto divertido. Pero los chistes son quizá un tanto infantiles, quizá con dos o tres detalles adultos o hasta con algún mexicanismo inesperado como decirle «popodrilo» a una gárgola (chiste que, al explicárselo a un pariente extranjero que me acompañó al cine sí que lo dejó consternado), pero pronto el adulto pierde interés en continuar viendo la historia. 

Si, la película cumple con su propósito de entretener a una audiencia menor de diez años, una cinta que invita un poco al niño creativo interno para divertirlo, pero el adulto no se siente tan cómodo, en puntos se da cuenta que no tiene otra escapatoria que esperar a que termine la película, pues su trama predecible, con giros de tuerca sumamente fáciles de deducir y la poca motivación de sus personajes, harán que deseen que esta cinta sea mejor una niñera para los niños de ahora. 

 

Cuando tu ex toma referencias de la primera cinta, como la cantante que cantó con Elton John.

La banda sonora tampoco tiene tanto impacto como la cinta anterior, está claro que Elton John, como productor, mete varias de sus canciones para dar impacto a algunas escenas, pero la ausencia de James Newton Howard se siente a leguas y el compositor nuevo luce incapaz de imprimirle emoción a las escenas, quedando la banda sonora un tanto sosa, quizá lo más rescatable es la canción que canta la exnovia de Sherlock en un punto de la historia. 

En conclusión, Sherlock Gnomes es una secuela que solo esperaban los fans de la primera cinta, los niños la apreciarán si vieron la primera película y en el mes que acaba de pasar, pues terminó como una de las pocas opciones que los adultos tuvieron para llevar a sus hijos en un ambiente plagado de superhéroes y lugares en silencio. Si, es la gran opción para tener a un niño en silencio viendo una cinta mientras sacas tu dispositivo para ver Un Lugar en Silencio… o lo que usted quiera ver mientras el niño anda distraído. 

 

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